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"Sé que muchas veces prometí yo nunca lastimarte, también sé que por mi muchas cosas en tu vida abandonaste, te confieso, nunca fue mis planes de algún día maltratarte, cuánto quisiera devolver el tiempo para recuperarte. "

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14 de Diciembre, 2022.
Doha, Qatar.

ENZO.

No podía dejar de sonreír. Era el único despierto de los dos y darme cuenta de a quién tenía a mi lado me hacía más que feliz.

Después de escuchar los temas que tenía guardados en su celular, decidimos dormir ya que era lo suficientemente tarde como para no despertarnos temprano después y yo aún no podía pegar un ojo pensando en todo. Pensando en ella.

Y es que había soñado con esto desde hace tiempo, desde el momento en que la conocí en casa de Julián hasta las juntadas que realizamos entre amigos y estaba ella, desde que no podía parar de pensarla. Me parecía la persona más interesante que había conocido, cada parte de ella me intrigaba tanto que podía pasar horas escuchándola y cada vez me podía sorprender más, con cada gesto o cada pensamiento, todo hacía que me gustara un poco más.

Tenía más que en claro que el hecho de que me haya dado bola era porque sentía que debía devolvérsela de alguna manera a Julián, pero me gustaba pensar que después de todo seguía a mi lado porque sentía que podía llegar a sentir lo mismo que yo en algún momento.

Y sí, sentía que podía hacerla feliz, sentía que podía cumplirle cada promesa que le había hecho, quería cumplirlas. Verla sonreír todo el tiempo era mi objetivo y me dolía en lo más profundo cuando no lo hacía.

Había esperado meses para llegar a acercarme a ella, pasé de mirarla de lejos y esconderme en esa faceta de chamuyero a poder tenerla conmigo, sincerandome en tantos aspectos de mi vida que jamás pensé contarle a alguien. Me sentía como nunca me había sentido a su lado y eso hacía olvidarme de todo.

Pero así como estaba ella, estaba Valentina.

Valentina era la mamá de mi hija y aunque no quisiera reconocerlo, le tenía un cariño inmenso a pesar de todo lo que vivíamos últimamente. Podíamos discutir a diario, lastimarnos, pero siempre volvería a ella por Olivia, por mi hija. La conocía lo suficiente como para saber que si intentaba alejarme de ella tomaría a Olivia como excusa y era lo que más me jodía.

Quería seguir conociendo a Martina, quería que formara parte de mi vida de la manera en que tanto había fantaseado y poder enamorarme de una persona que sabía que valía la pena. Pero sabía que sería complicado y para seguir brindándole esa vida que tenía al lado de Julián prefería llevar todo con calma y paciencia.

Suspiré y tomando la decisión de dormir de una vez por todas, me acerqué a ella, dejando un beso en su cabeza y acercándola delicadamente por mi cintura, para luego sonreír embobado al sentir como se acurrucaba en mi pecho aún dormida.

Quería quedarme en estos momento toda la vida.

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MARTINA.

—Ese no, Julián. —Fruncí el ceño al verlo acercarse con el termo que no le había pedido.

RECUERDO. | JULIAN ÁLVAREZ, ENZO FERNÁNDEZ.Where stories live. Discover now