Capítulo 23

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Pláticas con café

Nunca lo reconocerá, pero se ha imaginado más veces de lo que le gustaría admitir, este reencuentro. Han sido un par de semanas muy largas sin sus compinches y ahora que los tiene delante, que han venido a por él sin importar que tan cabreado esté con ellos, verlos lo hace respirar aliviado.

Hace rato que interiorizó que no podrá estar enojado con Logan por siempre. Es cierto, actuó mal, se dejó llevar por sus instintos más primitivos y no se ha detenido a pensar en la amistad que socababa, pero ¿acaso sucumbir al amor de una mujer es un delito condenable?

En definitiva somos seres humanos que nacemos predispuestos a cometer un sin fin de errores en nuestras vidas, eso es lo que nos hace diferentes.

Además, él siempre ha estado al tanto de los sentimientos de Logan por Natasha, y su amigo lleva mucho tiempo tragándose su amor por ella y soportando como un hombrecito, el verla enamorada de otro, mientras ese otro, no hace más que desvalorarla.

Fue él quien primero le falló a Lo como amigo cuando permitió que su ego se interpusiera entre su colega y la mujer que ama.

Entendió, cuando alejó al flacucho de su vida, que no está enamorado de esa chica, nunca lo ha estado, si lo estuviera, no habría considerado ni por un instante la idea de perdonar la falta de su compañero, pero sí que se lo ha planteado.

Ya no puede seguir negándose que necesita a ese enclenque en su vida, más de lo que alguna vez, ha necesitado o necesitará, la compañía y las atenciones de Naty.

Con ella también tiene que empezar a jugar limpio.

Ha descubierto algo que le gusta y mucho, y ya la rubia le ha dejado en claro que no está interesada en lo más mínimo en seguirle el juego y eso a él le ha parecido una muy buena excusa para dejarla ir, y de paso, darle la oportunidad de ser feliz, como nunca lo ha sido con él, con alguien que la valore realmente.

Sin embargo, ahora que tiene delante a sus colegas, no piensa abandonar su pose de chico malhumorado con el orgullo herido, tampoco hay que ponérsela tan fácil. Con Natasha hablará más tarde, con calma.

Un lío a la vez.

—Vinimos a ver si te podíamos ayudar en algo—dijo Silver en vista de que el chico de pelo largo lo miraba suplicante, para que asumiera él la tarea de romper el hielo.

—Gracias pero todo está en orden—respondió secamente John.

—OK, nos alegra saberlo. Si en algún momento nos necesitas no dudes en llamarnos—espetó el trigueño, al tiempo que le hacía señas a Logan de que era hora de emprender la marcha.

Jonás adivinó sus intenciones y los detuvo con una sola frase.

—Me gustaría que habláramos. ¿Pueden ir al Cibercafé que ustedes frecuentan y esperarme allí?—les propuso.

Una invitación que ambos aceptaron sin dilaciones, sobre todo Lo, que no ha podido guardarse la sonrisa.

****

La plática entre el trío de amigos estuvo algo más que intensa y tuvo de todo: explicaciones, súplicas, regaños, reproches, confesiones, bromas, risas, abrazos y una que otra lagrimita indiscreta.

Pero lo más importante que quedó de ese encuentro fue la amistad restaurada. El triángulo había vuelto a completarse y los jóvenes no podían estar más felices.

—Qué vas a hacer con Naty flaco—quiso saber John una vez estuvo todo solucionado.

—No lo sé bro. Ella ni siquiera me mira a la cara, es como si se sintiera avergonzada. No creo que quiera volver a saber de mí después de todo lo que pasó—respondió el aludido.
Jonás le despeinó la melena y trató de animarlo un poco.

El secreto de sus juevesWhere stories live. Discover now