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Tras el último castigo, Steven no se veía bien, en ningún sentido, desde sus ojos desorbitados y su cuerpo rígido, después de que el castigo fue levantado, el niño se negó a salir De la Torre oscura por una semana más, uno pensaría que lo primero que querría seria escapar, pero Steven solo quería una salida para no verle la cara a las Guijarros, no quería admitir el acto tan atroz que había hecho ¿Como los vería a la cara después de eso?

Cream estaba muy preocupada por su Diamante, pero ella como su Perla no podía hacer mucho, solo seguir sirviendo y haciendo compañía ¿Cómo lo haría con su Diamante auto aprisionado? Pues encontraría una alternativa.

Al final tuvieron que sacar a Steven de la Torre Oscura casi por la fuerza, específicamente Blue y Yellow, ya que estaban realmente preocupadas de la salud del niño.

— Pink, no puedes simplemente quedarte encerrada en la Torre oscura para siempre — regaño Yellow.

— ¿Por qué te preocupas tanto? Así ya no tendrás que lidiar conmigo — contesto Steven mientras estaba sentado con las rodillas sobre su pecho y en un tono tan aburrido, como si se hubiera resignado.

— ¿No eras tú quien quería que se te asignaran nuevas responsabilidades? —.

— Creo que me arrepiento de mis decisiones — murmuró el niño mientras se acurrucaba más en sí mismo.

Cuando finalmente lograron que Steven saliera de su encierro en la Torre Oscura, el niño siendo terco y obstinado optó por el segundo encierro, esta vez en su habitación, pidiendo disculpas a las Guijarros en cuanto llegó y poniendo a su Perla a cargo de darle informes e incluso ir por su comida para llevársela a su habitación, Steven no quería volver a pasear por ese Palacio, esos pasillos eran testigos de su crimen, de su sadismo, de como había perdido su humanidad.

Steven había pedido a las Guijarros que se alejaran de él, ya que no quería hacerles daño, su mayor miedo era provocar daño en los seres que amaba, a su mente llegaron imágenes borrosas de otras gemas que también eran su familia, solo que era tan borroso, pero viendo en lo que se había convertido, el niño desearía que se olvidaran de él, pues ciertamente se llevarían una decepción si lo vieran ahorita, seguro que lo odiarían.

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Steven comenzó a caer mas en esa red de auto desprecio profundo donde pensó que lo mejor que podía hacer era no existir, así ya no sentiría la culpa, cada que estas pensamientos aparecían, se daba cuenta de que su piel comenzaba a brillar de color rosa, hace un año estaría super feliz de ver que había despertado nuevos poderes, pero esto era diferente, se sentía mal.

Cream entró en medio de la oleada de pensamientos de Steven, interrumpiendo su auto juicio, llegando con una bandeja de frutos de distintos colores.

— Aquí está su comida, Steven — dijo Cream quien ya se había acostumbrado a llamarle simplemente Steven pero sin perder su respeto por su Diamante.

— Gracias Cream ¿No ha habido ninguna queja aún? — preguntó él, mientras comenzaba a comer un fruto color azul.

— Yellow está manejando las colonias como siempre, Blue ha preguntado activamente por usted y le ha enviado muchos mensajes de ánimos y disculpas que puede ver en su tableta Diamante, y White exigió su presencia dentro de 3 horas — dijo Cream mientras trataba de enumerar y no olvidar algún dato.

Steven sonrió un poco ante lo de Blue, de todas, al menos ella parecía ser la más preocupada e involucrada, pero cuando registró lo de White, su sonrisa se desvaneció.

— ¿Sabes para qué solicitó mi presencia? — preguntó alarmado pero al mismo tiempo calmado.

— No me dieron detalles, sin embargo, sólo se solicitó su presencia, así que no tendré permitido acompañarle —.

Re-ProgramadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora