Los Chicos Geniales

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Afortunadamente para Steven y Spinel, nadie los descubrió, habían aterrizado en un asteroide cercano al jardín que tenía un acceso directo  al taladro de veneno, dándole a Steven una mirada de cerca de dichos taladro exterminador, y teniendo también un pase directo al domo del jardín, gracias a su burbuja, steven se salvo de no morir asfixiado, después de salir de la nave Spinel hizo crecer sus extremidades y destrozó la computadora de datos haciendo que los datos fueran borrados y así alguna gema creyera que la nave fue estrellada.

— No volveremos a hacer eso, si no queremos llamar la atención, vamos a usar el dispositivo de anti rastreo que Peridot instaló en el portal — dijo Steven, tratando de tranquilizar un poco su agitación pero sonriendo finalmente a Spinel — Sin embargo, gracias por hacer esto… Y afortunadamente las Gems aceptaron cuidar de León… esto se sintió un poco familiar a cuando Blue me llevaba a la Tierra… — dijo Steven con una sonrisa nostálgica y la mirada perdida en aquellos recuerdos de Blue.

Spinel sonrió un poco, sin embargo, no pudo evitar notar los rastros de tristeza de Steven, él le había contado lo que Blue había hecho por él, ella inmediatamente lo relaciono con Pink, era similar, una figura de autoridad que dejaba algo de tiempo para jugar contigo, pero de alguna manera el trato de Blue a Steven sonaba incluso más reconfortante que recordar el trato de Pink, es decir, Pink era linda, cierto, era comprensiva y juguetona, pero, algo faltaba.
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El dispositivo de Peridot funciono perfectamente, ella misma estaba jactándose de su perfecto invento, temerosa de ser una traidora de su Diamante y de Planeta Madre, pero al mismo tiempo feliz de poder ayudar al Diamante más joven, era un debate infinito en la manera tan diferente de actuar de las figuras de autoridad, pero a Peridot parecía agradarle más la forma de actuar de Steven.

Las aventuras de Steven en la Tierra no se hicieron esperar, en ocasiones Spinel lo acompañaba, otras veces se quedaba en el Jardín cuidando las Plantas, o en el Templo de las Gems cuidando a León.

Muchas aventuras involucraron misiones, paseos a la ciudad, y pasar tiempo con su familia, es decir, Planeta Madre ya no le parecía lo mismo desde que Blue no estaba, y White ya lo consideraba inutil, Yellow solo lo mandaba al Jardín y ya no tenía la misma autoridad que antes, por lo tanto, en la Tierra se sentía lo suficientemente util, aqui al menos podía ayudar con la captura de gemas corruptas, gemas que no pudo salvar, pero al menos ya no sufrirán, aqui tenia alguien que lo recibe con brazos abiertos, abrazos y comprensión, en Planeta madre White solo mostraba constante decepción en su mirada y las paredes frías calaban hasta los huesos.

Steven conocía a bastantes chicos adolescentes, algunos trabajadores de negocios locales, entre ellos los denominados “Chicos Geniales”. Según Lars, el chico que trabajaba en la Gran Rosquilla, esos chicos era un pase seguro a ser popular, a ser considerado lo mejor de lo mejor, Steven no sabía de eso, para él solo eran simples humanos, con vidas efímeras y un sentido de querer ser especiales, pero tal vez eso solo era White susurrando a su oído los mantras de siempre, aun asi no le fue difícil notar la ansiedad de Lars por pertenecer a ese grupo

— ¿Realmente es importante para ti formar parte de su grupo? — preguntó Steven mientras veía a Lars tratando de verse genial parado y posando en una pared, esperando ser invitado.

— Es mi mayor sueño, si formo parte de su grupo, no mas burlas, finalmente un sentido de pertenencia, al fin seré alguien — dijo Lars un poco desesperado por no mostrar la decepción al ver que no era invitado.

Steven  vio entre los chicos que se alejaban y el joven desesperado frente a él, él y Lars ya habían compartido más de una conversación, cuando Steven iba a visitarlo en ocasiones, si bien aún no sentía que Lars lo considerara amigo, era una compañía agradable.

Re-ProgramadoWhere stories live. Discover now