Capitulo 53

214 30 0
                                    

—No. En realidad, debería salir a la tercera vez que os vinculáis íntimamente, con el intercambio de sangre incluido por supuesto —se ruborizó.
Wei Ying pensaba sobre eso, de pie ante Lan Xichen, observándolo con admiración y reconocimiento por haber encontrado a alguien amigable que le contara las cosas con conciencia y paciencia. El lo trataba con cariño, como bien podría hacerlo A-Qing. Sí, iba a ser un gran amigo.
—Yo no lo tengo y te aseguro que...
—Más de tres veces, supongo — Lan Xichen supuso correctamente.
—Sí —asintió mirando a otro lado.
—Es porque no te estás dando a él al cien por cien. ¿Todavía le privas tu mente? —acababa la
última trenza.

—No quiero ser tan transparente cuando él no lo es. Y no creas que no tengo ganas de abrirme a él, pero si me vuelve a ocultar algo o a engañar, no podré volver a hacerlo de nuevo. Las emociones aquí son muy fuertes y, por ahora, no puedo con ellas.
— Wangji está arrepentido por todo.
—Lo sé.
Lan Xichen asintió.
—Todo saldrá bien, pero os tenéis que arriesgar.
Wei Ying pensó en Wangji y sintió su corazón calentarse. Arriesgar. Como si ya no fuera un suicida en lo que a él respectaba. Se aclaró la garganta.

—¿Cómo es el tatuaje que nos sale?
Lan Xichen inclinó un extremo de su labio en una tenue sonrisa.
—Es un nudo perenne.
—¿Un nudo?
—Es un símbolo celta. El nudo perenne nunca se deshace y representa el complemento, el apoyo incondicional, la fuerza y la fusión de la pareja. Los celtas lo intercambiábamos con los amantes demostrando así que esa relación era para siempre. Supongo que a Freyja le gustó esa idea romántica, así que decidió marcar a aquellos que se vinculaban con el mismo símbolo.
—Vaya con la diosa...

—Es una gran cabrona. Fastidia a las parejas y les hace pasar las de Caín sólo porque el salido mental de su marido era un asalta-camas. Aún no entiendo cómo Morgana no ha salido en nuestra defensa y le ha pateado su bonito culo.
—Así que no te gustó lo que hizo con vosotros —se echó a reír. —Ya sabes... los colmillos, el cambio de color de los ojos, la sed de sangre y, por supuesto, la exigencia de saber que si no encuentras realmente a tu pareja, no puedes ser feliz.

—Es una vinculación muy exigente y muy dura. Creo que no siempre se puede encontrar a tu media naranja, ¿sabes? A veces puedes equivocarte cuando crees que la has encontrado... —sus ojos azules claros se tiñeron de tristeza, pero cambiaron tan rápido de expresión que Wei Ying creyó que se lo había imaginado. —Pero no deberían cerrarnos las puertas ante la posibilidad de intentar ser dichosos con otras personas. Nosotros somos un clan poderoso, intentamos cuidar de la humanidad y nos pasamos la vida ocultos, para que no sepan que existimos se retiró un mechón de pelo negro hacia atrás— estamos muy protegidos y no tenemos mucha libertad. Así que siempre estamos rodeadas de los mismos hombres, de manera que no se nos da la posibilidad de encontrarnos con nadie que pueda estimularnos, alguien que nos fascine... como, por ejemplo, le ha pasado a Wangji contigo.

—Así que está fascinado conmigo —susurró divertido.
—Tienes a mi hermano en un estado de atontamiento muy preocupante, chico.
—Me gusta —dijo orgulloso.
Lan Xichen se echó a reír.
—¿Tienes tú un nudo perenne en tu piel?
—No.
—¿Por qué no tienes pareja? —le dijo Wei Ying de sopetón.
Lan Xichen tomó el lápiz de ojos negro y lo hizo rodar entre sus dedos mientras se pensaba la
respuesta.

—Mi corazón está... está herido de muerte —se encogió de hombros. Nunca le había sido tan fácil hablar con alguien como lo hacía con Wei Ying. El muchacho le inspiraba confianza. —Mírame, te voy a repasar.
—¿Estuviste enamorado?
A Lan Xichen le entraron ganas de reír. ¿Enamorado? El había vivido, respirado y luchado por otra persona durante muchos años, en su juventud. No había estado enamorado, sino completamente abducido por él. Luego, todo cambió.
—Lo estuve muchísimo tiempo —contestó con pena.
—¿Qué pasó?
—Elegí mal —hizo una mueca con los labios.

Sangre y Colmillos (El libro del Wei Ying)Where stories live. Discover now