CAPITULO IV

103 60 14
                                    

Ya la clase había empezado, pero me encamine hacia el aula aunque lo más probable era que esa profesora del dominio, de mediana edad con una melena de cabello castaño y ojos verdes, no me dejaría entrar.

No me dio tiempo ni de dar el primer paso dentro del aula porque..

- Señorita Lis, esta no es hora de llegada, Usted más que nadie sabe que en mi clase se llega puntal.

- Si pero.. - me dejo con la palabra en la boca porque rápidamente hablo ella.

- Pero nada, salga de aquí y esperé hasta su próxima clase para poder entrar- me saco casi arrastras y me cerró la puerta en la cara.

Pero que se cree esta señora, vale ya me esperaba esa reacción, pero dios bendice la con un poquito de paciencia y bondad al menos.

Unos minutos más tarde me encontraba sentada en las gradas leyendo un libro, estaba tan concentrada leyéndolo que ni me di cuenta cuando anny se sentó a mi lado.

- ¡Hola!, tiempo sin verte.

- Pero si nos vimos ayer- siempre de exagerada, seguí leyendo mi libro.

-  Si claro, será en tus sueño porqué si mal no recuerdo ayer fue domingo- me dijo al mismo tiempo que me arrebataba el libro de mis manos.

‐ ¿En serio?- dije con sarcasmo.

- Si, despistada.

- Que raro la chica que nunca llega tarde por casualidad de la vida hoy si lo hizo, ¿ a que se debe el honor?- me preguntó

- Pues no hay mucho que deducir, solo me quede dormida.

- Si claro- dijo al mismo tiempo que ponía los ojos en blanco.

Me vibro el celular, desvíe la mirada hacia el para ver que era cuando veo que es un mensaje de un número desconocido, lo abro con curiosidad.

* NÚMERO DESCONOCIDO *

Después de 4 desastrosos años, tu familia y tu deciden hacer una tregua que ilusión no?
Lastima que eso no durará mucho, con cariño H.

Solte el celular de un movimiento brusco, pero que demonios...

- ¿Que pasó? Estas pálida- me preguntó Anny al mismo tiempo que agarraba el móvil.

- Nada- dije arrebatandole el celular de las manos.

- ¿Que clase es la siguiente que nos toca?- pregunté sobre todo para cambiar de tema.

- Matemáticas.

- Ah claro, pues bueno yo voy a ir de una vez al aula.

- Vale- me dijo en un tono preocupada.

Minutos después entro el profe de matemática, Anny llego después de haberme ido así repentinamente y se sentó a mi lado como de costumbre, no logré prestar nada de atención a la clase porque ese mensaje se repetía una y otra vez en mi cabeza.

Ese día tan solo teníamos dos clases  así que apenas se terminó esta, salí dispara de allí para irme a mi casa, pero anny me frenó a mitad de camino.

- No se que te llegó en ese mensaje que te dejo mal pero no preguntaré porque no me darás respuesta, hoy va haber una fiesta y quiero que me acompañes.

- Porque yo, dile a tu novio que lo haga- dije tanjante.

- No, quiero que vayas tú conmigo así que no quiero replicas, más tarde te paso recogiendo.

- Pero..

- Sin excusas, es para que te distraigas y dejes ese encierro, es más mañana no hay clases por no se que del instituto así que despreocúpate.

- Ah y ponte guapa, más tarde te mando un mensaje con la hora en la que te voy a recoger, te quieroo.

No me dio tiempo a responder porque se fue corriendo a uno de las aulas donde se encontraba su dichoso novio.

Dos horas más tarde ya me encontraba en casa, había sido un día raro la verdad.

Estaba viendo una película con los gemelos, cuando me llegó un mensaje, era Anny y decía que a las ocho me pasaría recogiendo y yo ni puta idea tenía de que me iba a poner, y ya eran las siete...

Escudos para el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora