CAPITULO XXII

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HETH

No entiendo cómo pasó todo esto. El maldito de Ben o como sea, decidió traicionarme y largarse fuera de aquí. No debe estar muy lejos, lo sé. Cuando lo encuentre, se las cobraré, de eso estoy seguro. Y mi linda Lis, cada vez nos estamos acercando al gran día y será perfecto, te lo aseguro. Por ahora, contactaré a alguien que alguna vez fue muy cercano a ella para que sustituya a aquel imbecil. No veo la hora en la que te tenga en mis manos, ay Lis, Lis. ¡Qué maravilla de vida! No sé cuándo mi venganza se convirtió en mi aliento y su alma en mi sed.

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