CAPITULO XL

15 2 0
                                    

*Pasado*
Año: 2016
País: EE.UU

Mis padres me dejaron en esa casa nuevamente. Hoy no había instituto, así que pude estar allí al menos la mitad del día. Heth y su padre no estaban en casa, lo cual me tranquilizó un poco. Durante todo el día ayudé a Jess con los quehaceres de la casa.

Llegó la noche y estábamos las dos en la cocina preparando la cena. Sabía que pronto llegarían y no estaba preocupada por Heth, su hijo, sino por Harold. Ya me hacía una idea de lo que pasaría hoy y estaba harta de esta situación. Jess chasquea los dedos frente a mi cara.

- Lis, te estoy hablando.

- Ah, sí, claro. ¿Qué me decías?

- Siempre vives en las nubes - niega con la cabeza - ayúdame a preparar la mesa.

- Enseguida - fingí una dulce sonrisa.

Me dirijo hacia el comedor y comienzo a organizar los platos cuando la puerta se abre. Levanto la mirada y rápidamente veo su presencia. Me miraba de forma penetrante, lo que me provoca un escalofrío en todo el cuerpo.

- Están aquí - habla.

- ¡Llegaron! - exclama Jess emocionada.

- Sí, amor, aquí estamos.

Vuelve a observarme y yo desvío mi mirada hacia otro lado que no sea su rostro. Jess nos indica que nos sentemos y así lo hacemos. Durante toda la comida hablan sin parar mientras yo me pierdo en mis pensamientos. De repente, veo que Harold le hace una señal a Jess y luego se retiran de la sala, al igual que su hijo. Esto ya es una costumbre, sé que ella lo sabe. La sigo hasta la cocina solo para ganar tiempo.

- Tú lo sabes, ¿verdad? - pregunto furiosa.

- No sé de qué me hablas, Lis.

- ¿Cómo que no sabes que él... abusa de mí? Tú lo sabes - estallo en lágrimas.

- Estás diciendo puras tonterías, no sé de qué hablas. Harold nunca haría algo así - habla de forma tajante.

- Mentirosa, ¡TÚ LO SABES! - grito.

- Shhh, deja el escándalo - me advierte.

- ¿Por qué? ¿Qué pasará si no me callo? ¿Vendrá a pegarte y también abusará de ti? ¿De verdad eso es lo que le estás enseñando a tu hijo, Jess?

- Mira, Lis, solo tienes doce años, yo soy mayor que tú, así que ve a tu habitación y haz lo que te pide-  dijo con firmeza.

Me quedé sorprendida mientras confirmaba mis sospechas. Jess me dio la espalda y continuó con lo suyo. Entonces, una idea loca cruzó por mi mente. Sin que se diera cuenta, abrí uno de los cajones y saqué una navaja, la guardé rápidamente debajo de mi ropa y subí las escaleras a toda prisa. Subí cada peldaño con cuidado pero a una velocidad sorprendente. Entré en la habitación y al verlo, mi cuerpo se volvió frío de repente.

- Hola - me indicó que pasara. Me arrastró hasta llegar al pie de la cama.

- La pasaremos increíble - comenzó a besar mi cuello. Solo siento asco.

- Déjame, por favor - dije forcejeando con él.

- No me tientes - me advirtió y continuó lo que había dejado a medias.

Entonces recordé la navaja y empecé a seguir el juego mientras sentía un profundo asco. Lo atraje hacia mí, saqué la navaja y lo apuñalé varias veces en el pecho. Lo hice con odio, desconectada de mi cuerpo. Pero al ver tanta sangre, entré en pánico y me horroricé. Dejé de apuñalarlo y su cuerpo cayó sobre el mío.

Escudos para el CorazónWhere stories live. Discover now