6. Estás invitada, no faltes.

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Taylor.

Han pasado ya tres semanas desde que salí al cine con los amigos de Brad, y con el paso de los días me he empezado a llevar bastante bien con ellos.

La clase de química está a punto de empezar, solo que la profesora aún no ha llegado. Si la señorita Carter se demora dos minutos más tendremos este turno libre.

Mis compañeros miran el reloj de la pared sobre el pizarrón con impaciencia, justo como esa escena de High School Musical en dónde están a punto de salir de vacaciones, solo que esta vez no saldremos corriendo por los pasillos pues la profesora acaba de entrar justo en este momento .

Se escuchan muchos bufidos de todas partes del salón pero yo solo me limito a abrir mi libreta.

La profesora cierra la puerta del salón pues tiene la estricta regla de que ningún alumno puede entrar a su clase después de que ella esté dentro.

Comienza a impartir la clase del día anunciando que al final dirá los equipos para el trabajo que debemos entregar pronto y que nos dará la mitad de los puntos de la materia.

Estupendo, solo dos semanas aquí y ya debo entregar un trabajo . Por suerte para mi en el orfanato tenía un buen profesor, y daba muy buenas clases de química.

La puerta del salón es tocada de forma rítmica, la profesora se acerca para abrirla y sale del salón. Unos segundos después ella vuelve a entrar seguida de Brad, mi querido primo.

—Puede sentarse al lado de la señorita Ibarra— menciona—, y que esto no se vuelva a repetir Mcglair.

Mi "primo" le da la espalda para acercarse a mi asiento con una sonrisa burlona por lo que quitó mis cosas del lado que él va a ocupar con pesadez.

Se sienta haciendo que la profesora y nuestros compañeros sigan con lo suyo mientras que yo ahora no puedo concentrarme en la clase pues el perfume repugnante de Brad me dan ganas de vomitar ya que al sentarse a mi lado ha quedado muy cerca.

"¿Puedes apartarte un poco? ,detesto tu perfume, es demasiado dulce para mi gusto"

Echo mi libreta hacia su lado y toco su hombro con mi mano antes de apuntar hacia allí. Él lo lee y una sonrisa ladina aparece en su rostro.

—¿Si no me alejo qué pasará?— pregunta poniendo su mano izquierda bajo su barbilla quedando apoyado en esta.

"No seas tan insoportable, enserio vomitaré sobre ti si no te alejas"

Le muestro la hoja por segunda vez y este no dice nada, solo se queda mirándome. Puede que parezca ridículo pero nunca he soportado ese tipo de olores tan fuertes y dulces , siempre suelen darme mareos y ganas de vomitar.

—Me gusta molestarte— suelta sin más—. Así que no, no me voy a alejar, al contrario.

Tras decir eso se acerca más a mi haciendo que mi nariz quede en la curvatura de su cuello justo donde el perfume se huele de una manera más intensa.

Pongo mi mano sobre su brazo para alejarme de él y darle un buen golpe pero él pone su otra mano en mi cabeza para que no pueda salir.

¿Por qué carajos la profesora no se da la vuelta? ¿Cómo es que no se da cuenta de lo que sucede aquí?

Respiró con fuerza en su cuello. Siento los vellos de sus brazos erizarse  y también cómo se remueve bruscamente bajo mi tacto, como si hubiera tenido un escalofrío. En ese momento es entonces cuando me suelta y se levanta de su asiento tomando sus cosas para salir de clase sin decir nada.

Todos se sorprenden, incluyéndome .

¿Este tonto de que va?

La profesora se queda mirando extrañada la puerta por la que salió para acto seguido negar con la cabeza y seguir con su clase.

Tus palabras de cristalWo Geschichten leben. Entdecke jetzt