24. ¡Feliz cumpleaños!

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Taylor.

—Terminaré cayendo por tu culpa —refunfuña Brad mientras intento no caerme

Reprimo una risita cuando choca contra el elevador.

—Taylor.

Aparto mis manos de su rostro para que pueda ver con normalidad. Definitivamente taparle los ojos no va a funcionar, además, es ridículo ya que Blue me dijo que había apagado todas las luces para darle una sorpresa .

Brad me hace pasar primero y luego entra tras de mi ocasionando que las puertas se cierren. El elevador comienza a subir logrando que me de algo de mareo, jamás me han gustado estas cosas.

Las puertas se abren dejándonos ver la oscuridad que hay dentro del pent-house de Brad. Él da un paso adelante y busca el interruptor de la luz para encenderla. 

—¡Sopresa! —todos los chicos salen de sus lugares, con globos y serpentinas.

Brad se hace el sorprendido, a pesar de que ya sabía a la perfección lo que iba a suceder.

Blue comienza a cantar el feliz cumpleaños mientras se acerca a su novio con un pastel en la mano, los demás le siguen y cuando terminan la canción se centran en el cumpleañero que está a punto de apagar las velas.

—Pide un deseo — Vector palmea su hombro .

—¿Qué podría pedir? Si lo tengo todo.

—Algo debes querer, no puedes tenerlo TODO — asiento ante las palabras de Fayla.

—En realidad si hay algo que me falta — sus ojos se pasean por todo el salón hasta que los fija en mí, me guiña un ojo disimuladamente y se gira hacia adelante antes de soplar las velas.

Mi corazón comienza a latir deprisa , me siento nerviosa al estar cerca de Brad. Últimamente siempre estoy nerviosa cuando Brad está cerca .

—Abramos los regalos— Blue tira de su novio hacia los sillones haciendo que se siente.

—Creo que ella está más emocionada que el cumpleañero —murmura Lety a mi lado y se adelanta a sentarse en uno de los sillones individuales .

Repito la acción de los demás y me acomodo al lado de Dylan el nuevo ligue de Fayla.

—El mío primero —Blue le extiende una caja muy bien adornada la cual él recibe gustoso.

El chico abre la caja despacio bajo la intensa mirada de todos los presentes , saca de su interior una camiseta de béisbol con el número 11.

—Es el número de mi jugador favorito —se emociona y se levanta de su asiento para darle un beso en la coronilla —. Te amo linda.

Sus labios se tocan por un leve segundo, justo como lo hicieron los nuestros la noche del festival. Una sensación extraña me recorre y tengo que tragar grueso para dispersar la amargura que se ha instalado en mi garganta.

—Tengo muchos más— menciona ella y de eso no tengo duda pues compró montones de cosas ayer en la mañana —. Luego te daré los otros.

—Aquí está el mío —Vector le lanza un pequeño paquete a su amigo que lo logra atrapar en el aire.

—Gracias —lo abre deprisa dejando ver una cadenita de oro con sus iniciales grabadas en estas: B.M —. Me encanta, hace tiempo quería una de estas.

—Al final terminara siendo mía —todos ríen al chiste de Blue—. Será el sinónimo de que le pertenezco.

—Tanto amor me hará tener diabetes —se queja Lety apartándose el cabello del rostro— . Te compre estos zapatos —le pasa una caja de zapatos, parecen ser bastante caros—. Seguro ya tienes montones de esos pero no tenía ni idea de que regalarte.

Tus palabras de cristalWhere stories live. Discover now