36. No es un adiós, es un hasta luego.

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Taylor.

La mañana del 6 de febrero está siendo algo fría, tiro de la chaqueta del uniforme hacia adelante tratando de taparme un poco más del aire que se me cuela por todos lados.

No he visto a Brad en todo el día, aunque Vector comentó que había hablado con él esta mañana y había dicho que tenía algo que hacer en la empresa de sus padres, por lo que ni ha venido hoy.

Otro que tampoco ha venido hoy, ha sido Kyle, algo extraño, porque desde que empezó en este instituto no ha faltado ni un día, se le nota muy interesado. Tampoco ha contestado los 10 mensajes que le he dejado.

Salgo de la escuela y me aproximo al largo auto que está aparcado un poco más allá de la entrada del instituto.

—Buenas tardes, señorita Mcglair —el chófer me saluda en cuanto entro al auto—, hoy no iremos directo a su casa, sus padres me han ordenado llevarla a casa de los Frod. ¿Alguna objeción?

Niego con el ceño fruncido. No tengo ni idea de por qué mis padres me han mandado allá, pero algún motivo deben tener ¿cierto?

Aun así, también es una ventaja, podré preguntarle a Kyle el por qué de su ausencia en clase. El auto recorre las calles a lenta velocidad, tardamos un poco en llegar a la casa de Kyle pero en cuanto el chófer se detiene frente a las puertas de la mansión abro la puerta para bajarme.

Toco el timbre de la casa, un hombre trajeado me abre la puerta y me invita a pasar, me guía hasta el salón. He estado una sola vez aquí, y fue por un par de minutos en los que vine a buscar a Kyle.

Me extraño cuando veo a las personas que hay en el salón. Aquí están mis padres sentados en uno de los sillones pero eso no es lo raro, sino que aquí también está Brad, y sus padres. Paulo, el nuevo padre de Kyle, está charlando con Joana, pero no hay rastro de Kyle ni de su madre por ningún lado.

Me acerco a mis padres y tomo asiento al lado de Jessica. Mi vista se cruza con la de Brad, sus ojos se mantienen fijos en los míos y le doy una sonrisa de boca cerrada antes de apartar mi mirada.

~¿Sucede algo?

Jessica es la que me está prestando atención.

~¿Por qué estamos todos aquí?

—Venimos a despedir a nuestros amigos —responde alejando unos mechones de mi rostro —. Se mudan a Alemania. Pensé que querías despedirte de Kyle.

Me tenso. ¿Qué? ¿Se muda? ¿Por qué no me dijo nada antes?

Como si el destino quisiera responderme Kyle aparece bajando por las escaleras junto a Cristina. Trae una maleta en su mano, maleta que le es arrebatada en cuanto pisa en primer escalón, uno de los empleados se la lleva, supongo que para guardarla en el coche.

Sus ojos se percatan de mi presencia y aprieta los labios sabiendo que es culpable de no haber dicho nada antes.

Me levanto y camino hacia el.

~¿Por qué no lo dijiste antes?

—Me enteré hace dos días —murmura en respuesta y baja su tono de voz—. Quise decírtelo, pero te veías muy afectada por lo de Brad, no quería preocuparte más por una tontería .

~¿Tontería? . Nada de lo que tenga que ver con mi mejor amigo es una tontería.

—Lo sé. Es mi culpa no haberlo dicho antes, lo siento.

~No pasa nada. ¿Por qué se mudan a Alemania?

—Les ha salido un negocio muy importante en ese país —comenta —. Al menos el viaje me servirá para conocer nuevos lugares —sonríe con tristeza —. Aunque te extrañaré mucho.

Tus palabras de cristalWhere stories live. Discover now