Tus palabras de cristal

17. Una caja de sorpresas.

Brad.

—¿En serio mamá?— protestó caminando hacia el salón con mi madre detrás de mí.

—Por supuesto que sí Brad. Tenemos que ir, no podemos fallar de esa forma.

—¿No pueden ir solamente tú y papá?— preguntó dejándome caer en un sillón.

—No te lanzes así —me reprende mi madre y giró los ojos —. Y no, tu padre y yo solo no podemos ir. ¿Qué pensará tu prima Fabiola sobre ti si no vas a su boda?

—Que no me gusta eso— repito.

—Irás y punto. No hay más discusión.

—¿Al menos puedo llevar a Blue?

—Sabes que Blue me cae muy bien cielo pero la entrada es solo para tres así que no.

Bufo y dejo que mi cabeza se dé un golpe con mi rodilla. Hoy será un día ultra aburrido. Detesto las bodas.

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Mi madre arregla mi traje por quinta vez. Le doy una mirada de reproche y ella me sonríe con ingenuidad antes de entrar a la iglesia. Nos sentamos en una de las filas delanteras junto a la familia.

Me siento, esperando a que sea la hora en que aparece la novia.

—Brad, levántate —murmura mamá haciendo que abra los ojos, casi me quedo dormido.

Me levanto como un resorte dirigiendo mi vista a la entrada donde viene entrando las damas de la novia esparciendo pétalos de rosas.

Me sorprendo cuando veo a Taylor entre ellas, con un vestido lila claro largo, se ve muy bien. Me extraña verla allí, no sabía que conocía a esa parte de la familia aunque bueno desde aquel día en mi departamento no nos hemos cruzado ni en el instituto,la he estado evitando durante estas tres semanas enteras pero supongo que ser familia no ayuda mucho en la causa.

Ella da una sonrisa tímida, es obvio que no está adaptada a ser centro de atención. Cuando las damas de honor terminan de pasar entra la novia agarrada del brazo de su padre. Mi prima Fabiola se ve hermosa en su vestido de novia y Andy, su novio, se deslumbra al verla. Yo también estoy deslumbrado pero no precisamente por ella. No he podido apartar la vista de Taylor, por más que trato.

Joder, no de nuevo.

La ceremonia comienza y en verdad es un evento muy emotivo , las palabras que se dicen los novios parecen llegarle a todos y cuando el sacerdote dice que pueden besarse todos en la iglesia estallan en aplausos.

Los recién casados salen del lugar con todos los invitados detrás e inmediatamente todos se montan en sus vehículos para dirigirse a donde se realizará el banquete por lo que mis padres no son la excepción arrastrándome con ellos.

El banquete es en casa de nuestra prima, como habitualmente han hecho con sus hermanas , en verdad no tienen la necesidad de alquilar otro lugar para la celebración, tienen una casa gigante.

Lo primero que hago al entrar a la casa es ir hacia los recién casados para felicitarlos y entregarles mi regalo. El salón de eventos de la casa está atestado con decoraciones preciosas, incluso la pista de baile está demasiado bien organizada.