Tus palabras de cristal

23. Un favor

Taylor.

Cierro la laptop cuando escuchó varios toques en mi puerta. Me levanto y la abro dejando ver a Blue frente a mi. Arrugó el entrecejo, son muy pocas las veces que los chicos han venido aquí y ella jamás ha venido por si sola.

—Hola. ¿Te desperté? 

Me admiro, aun traigo el pijama puesta aunque es normal, son aún las 9 de la mañana del sábado. Niego con la cabeza indicandole que estoy despierta desde hace un rato. Decidí levantarme temprano pues tengo que finalizar un trabajo que debo entregar el lunes.

—Una de las empleadas me conoció como una de tus amigas, y me dejo subir sin anunciarme antes.

La invito a pasar y cierro la puerta a mis espaldas. Me siento a la esquina del colchón de la cama ,Blue toma la silla de mi escritorio y tira de ella hasta ponerla frente a mi.

—Normalmente no voy a casa de mis amigos así sin avisar pero necesito un urgente favor tuyo. 

Alzo mis cejas con confusión y agito mi mano en señal de que continúe hablando.

—Como seguro ya sabes mañana es el cumpleaños de Brad— no, no tenía ni idea—. Los chicos quisimos planificar una pequeña fiesta sorpresa en su departamento pues su madre me dijo que no quería un cumpleaños como a los que está acostumbrado.

Ladeo la cabeza, no entiendo nada en que me incluye a mi su plan.

—El lío es que él quería pasar el día de mañana conmigo, allí, en su departamento . Yo le dije que estaba ocupada en la mañana pero él insistió en que me esperaría allí— relata —.Ahi es donde entras tú, he alquilado un terreno entero para que le lleves a jugar pelota, es su deporte favorito. Solo debes mantenerlo en ese lugar hasta que te envie un mensaje de aviso para que vayan al departamento.

Me gustaría negarme pero se que Blue no se dará por vencida al primer intento, además, tampoco me gustaría defraudar a mis amigos en algo que parece causarles emoción como prepararle una sorpresa a Brad. 

Después de todo solo serán algunas horas, él se mantendrá entretenido y yo solo tendré que esperar el mensaje de su novia, nada malo podría pasar ¿verdad?

—Brad no puede saber que yo he alquilado el lugar, será como un regalo tuyo para él, si sabe que fui yo comenzara a sospechar .

Él no se creería que yo le prepare algo así ni en broma aunque Blue no sepa eso.

—¿Aceptas?—asiento poco convencida—. A tu primo le encantará todo esto.

Chilla y se abalanza sobre mí dándome un fuerte abrazo que casi me deja sin aire.

—Perdón— expresa cuando se separa y pasa las manos por mi pijama en un intento de quitar las arrugas inexistentes de mi ropa—. Ahora vístete, necesito que me acompañes a comprarle un regalo.

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Me duelen los pies de haber recorrido la mayoría de las tiendas del centro comercial. Blue trae un montón de bolsas en sus manos, aun así parece no estar ni un poco cansada.

Ha comprado muchísimas cosas, tanto para la pequeña fiesta sorpresa como para regalos, yo, por otro lado, aun no encuentro algo que me llame la atención como para regalarselo al chico.

—Esta será la última tienda. Lo prometo —asiento mientras pongo los ojos en blanco. 

Eso mismo ha dicho tres tiendas atrás aunque el timbre de voz que uso ahora me hace creer que esta vez sí será verdad.

Muevo mis pies siguiendo sus pasos entrando al pequeño espacio. Esta tienda no es tan grande como todas las otras pues en esta no venden ni ropa, ni accesorios, ni nada a lo que normalmente venden en todas estas tiendas.