Cap. 47

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Aún no puedo creerme que lleve todo el día en casa con mi tía y no me haya dicho ni una palabra sobre el caso

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Aún no puedo creerme que lleve todo el día en casa con mi tía y no me haya dicho ni una palabra sobre el caso. Sandra... por eso hoy andaba tan relajada... como si se hubiera quitado un peso de encima. Eso sí, a mí ni una palabra como parte de su castigo por darle un disgusto detrás de otro.

Abro la puerta y me planto frente a ella que está sentada en el sofá leyendo tranquilamente un libro.

—¿Se puede saber por qué no me has dicho que habéis detenido al padre de Miren?

Si no hubiera recibido un mensaje de Ane ¿cuánto hubiera tardado en enterarme?

—¿Te lo tenía que contar?

La mato.

—Sabes que sí.

Sandra deja el libro a un lado.

—Ahí es donde te equivocas. No tengo por qué informarte de nada relacionado con mi trabajo y esto lo es.

Me cruzo de brazos, molesta.

—¿Así va a ir esto ahora? ¿Me vas a dejar al margen?

—Siempre deberías haber estado al margen, Maite. Fue un error por mi parte contarte detalles y sobre todo no ver que tu interés iba más allá de la curiosidad. Samir y tú no teníais que encontrar al culpable, para eso ya está la Ertzaintza. Para eso, ya estoy yo.

—Sé que he hecho cosas mal —reconozco, intentando así ganármela de nuevo— y que esto es parte de mi castigo, sin embargo, no creo que la solución sea esta. Me voy a enterar igual y preferiría no tener la sensación de que mi tía está pasando de mí.

Ahora la que se enfada es ella.

—¿Pasando? Lo que estoy haciendo es protegerte. ¡Ese es mi deber!

—Y yo te lo agradezco, pero dejarme al margen no ha hecho que lo ocurrido no llegue a mí, solo has conseguido que lo haga a través de otras personas. Y así es más probable que parte de lo que me llegue sea mentira. Solo te pido que vuelvas a confiar en mí. No pienso fallarte de nuevo.

Sandra se frota el ceño, como si así intentara que su enfado desapareciera.

—Y vamos a ver, ¿qué quieres saber? Porque tampoco hay mucho que contar.

Aprovecho la oportunidad y me siento junto a ella.

—El padre de Miren. ¿De verdad?

—Hay pruebas —responde de forma escueta.

Me va a hacer rogar...

—¿Qué pruebas?

—Cuando apareció Arkaitz se encontraron marcas de neumático cerca del cuerpo. Eran del mismo tipo que otras descubiertas en la carretera cercana al camino en el que apareció Amira. Ese tipo de neumáticos se usan en todoterrenos. Fuimos cotejando las ruedas de todos los vehículos de esas características de la zona hasta que encontramos una coincidencia en un Nissan Patrol GR Y60. Adivina quién es el dueño de ese vehículo.

El diablo se comerá tu almaWhere stories live. Discover now