Cap. 62

1.1K 101 15
                                    


El caserío de mi amama se ha convertido en mi refugio

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El caserío de mi amama se ha convertido en mi refugio. Me vine con la intención de alejarme de todo y de todos durante unos días, sin embargo, llevo aquí más de un mes. Las vacaciones de navidad terminaron pero fui incapaz de volver a clase. No podía pensar en enfrentarme a miradas y cuchicheos y a estas alturas aún no sé si estoy preparada. "Sabrás cuándo es el momento de regresar a tu vida. De momento, descansa" me dijo mi abuela.

Dejar de vivir con mi tía nos hizo bien a ambas, necesitábamos espacio y vernos solo cuando se pasa por aquí, ha ayudado a recuperar la relación que teníamos al principio. Sé que tardaré en ganarme su confianza, pero no lo veo imposible.

Suena el timbre, algo poco habitual pues apenas recibimos visitas. Recuerdo que mi abuela no está, así que no me queda más remedio que bajar a ver quién es. Cuando abro y veo a Samir, pestañeo varias veces para asegurarme que no me lo estoy imaginando.

Uno de los motivos por los que me escondí en el caserío, era para no coincidir con él. Y aquí está.

—Sí que me lo has puesto difícil —saluda.

—¿Cómo has venido?

—Me han traído en coche —me aclara.

Lleva una muleta y entonces me doy cuenta de lo incómodo que ha de ser para él estar ahí plantado en el umbral de la puerta.

—Pasa, seguro que necesitas sentarte.

Le guío hasta la sala y veo cómo llega hasta el sofá con dificultad. Cuando toma asiento, una mueca se dibuja en su rostro y dirige la mano de forma instintiva al abdomen.

—No me mires así. Estoy mejor que hace una semana —suelta, intentando quitarle importancia.

Sin embargo, a mí me recuerda por qué hasta ahora no nos habíamos visto. Quise ir a verle al hospital, pero según pasaron las horas el miedo y la culpabilidad se apoderó de mí. Era incapaz de plantarme delante de él y preguntarle "¿Cómo estás?" cuando yo era la responsable de lo ocurrido. Soy la responsable de lo ocurrido.

—Lo siento mucho —digo con un hilo de voz—. Siento todo lo que ha pasado, fue culpa mía. Me empeñé en darle sentido a todo y no pensé en el riesgo que corríamos. Fui una estúpida.

Samir me mira con el ceño fruncido y sé que no me va a perdonar nunca. Me lo merezco.

—Deja de decir tonterías —protesta—. Tú no tienes culpa de lo que me hicieron esos dos locos. Al contrario, sé que si estoy aquí es gracias a las decisiones que tomaste. Fue muy inteligente por tu parte usar a Ane como plan b.

—Te dije que tuve un sueño extraño. Ni tan siquiera recuerdo lo que pasaba en él pero mi subconsciente me estaba avisando de que tuviéramos cuidado. Ane era un seguro por si las cosas se torcían y ya ves. Si no llegan a aparecer, tú y yo no estaríamos hablando.

—¿Por eso me has estado evitando? ¿Te sentías culpable?

Esboza una sonrisa y me frustra esa tranquilidad suya.

—¡Tú dirás! Cuando Andoni te apuñaló... —Reprimo un sollozo—. Pensé que era el final. Y no pude soportarlo. Ya perdí a mi madre, no te quería perder a ti también.

Samir estira la mano y la posa sobre mi mejilla. Cierro los ojos al contacto y ojalá pudiera tenerle siempre tan cerca.

—Tienes que dejar de pensar así. ¿Cómo crees que me puedo sentir yo entonces? No fui de ninguna ayuda. Al contrario, Andoni me usó para ponerte en una situación aún más al límite. Él sabía que tú intentarías salvarme a toda costa.

He de reconocer que, en eso tiene razón.

—Lo sé. Hasta en el último momento lo consideró un juego —respondo con rabia —. Al final estabas en lo cierto, él era el culpable de todo.

—Cierto, sin embargo quien elegía a las víctimas era Miren. Ella decidió detenerse junto a mi hermana e invitarla a subir a su coche. Y a ella no la teníamos calada.

—Consiguió engañar a todo el mundo con su actitud inocente. Yo fui la primera que se ofreció a ayudarla y mira, se estaba riendo de cada uno de nosotros.

—¿Van a investigar la historia del diablo? —pregunta de repente, como si ahora se hubiera acordado de esa parte de la historia.

—Los casos han prescrito y él está muerto así que no creo que remuevan lo ocurrido en aquellos años.

Decido no hablar de mi conversación con Amelia Arteaga. Sé que lo que me contó lo hizo como una confidencia y prefiero guardar su secreto. Al fin y al cabo, ya sabemos que Alejandro era un monstruo, no hace falta entrar en detalles.

—¿Y ahora?

—¿Ahora? —repito sin entender a qué se refiere.

—¿Qué vas a hacer con tu vida? Creo que te has acostumbrado a estar metida en líos y quizás vivir sin sobresaltos te resulte aburrido.

Me encojo de hombros pero no puedo evitar sonreír.

—Disfrutaré de una vida tranquila. Aunque no sé —aventuro—, igual se te ocurre a ti alguna forma de hacerla más entretenida.

Tira de mí con cuidado, para acercarme a él y así por las buenas me besa. Siento un enorme alivio y sin poder evitarlo se me escapa un suspiro. Durante estas semanas me convencí a mí misma de que había echado a perder lo que teníamos y que no querría volver a verme. Sin embargo, aquí estamos, saboreandonos el uno al otro como si fuera la primera vez que nos besamos.

—¿Te parece esto bien? Se me ocurren otras cosas que podemos hacer pero aún estoy convaleciente y creo que tendremos que esperar.

Atrapa mi labio inferior y me río contra su boca. Estoy deseando que se recupere del todo...

—Gracias.

Le miro extrañada.

—¿Por el beso?

Samir niega.

—No. Gracias por insistir, por no darte por vencida. Por pelear hasta descubrir la verdad. Si hoy sabemos lo que ocurrió con mi hermana, es gracias a ti. Cuando te pedí ayuda, no era más que una excusa para tenerte a mi lado pero en realidad has cumplido con creces. Te debo mucho, Maite.

Observo su rostro, su sonrisa sincera y esos rizos rebeldes que caen sobre su frente. Siento que le quiero, pero es muy pronto para soltarlo en voz alta. Sonrío al darme cuenta y le beso de vuelta. Ya habrá tiempo de decirlo. Nos quedan muchos días por delante.

Digo yo, que ahora que no estarán metidos en líos, su relación irá de maravilla, ¿no? Jajjaja, yo al menos lo espero porque adoro a Samir y quiero que sean felices

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Digo yo, que ahora que no estarán metidos en líos, su relación irá de maravilla, ¿no? Jajjaja, yo al menos lo espero porque adoro a Samir y quiero que sean felices... Queda el epílogo que es cortito y daremos la historia por terminada. ¿Os animáis a leer el final?

El diablo se comerá tu almaWhere stories live. Discover now