Cap. 51

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Varios alumnos me miran y cuchichean mientras avanzo por la biblioteca

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Varios alumnos me miran y cuchichean mientras avanzo por la biblioteca. Todo, culpa del altercado de ayer. Los espectadores se encargaron de correr la voz de lo sucedido, contando con pelos y señales cada palabra y cada golpe.

Me siento en una mesa apartada, lejos de todas esas miradas y saco el portátil dispuesta a hacer mi tarea. Por suerte, esta vez el director no llamó a mi tía pero ella tiene un día de perros y en casa era imposible concentrarme. Cuando la escuché hablar por teléfono por tercera vez, decidí que lo mejor que podía hacer era largarme. Solo pillé frases inconexas pero no me costó llegar a la conclusión de que no han conseguido una declaración satisfactoria de Josu y tampoco han encontrado evidencias dentro de la casa. "Demasiado cuidadoso tratándose de un borracho" pienso. Sacudo la cabeza, intentando dejar de lado mis suposiciones, pues el trabajo de Literatura no se va a hacer solo.

—¿Te escondes?

Me sobresalto al escuchar la voz de Andoni tan cerca, sin embargo, hago como si nada y sigo escribiendo en mi portátil.

—Aquí al menos la gente no está pendiente de mis movimientos.

Toma asiento a mi lado sin que yo le haya invitado, pero es lo que tienen las bibliotecas, que cada uno puede ocupar el sitio que le dé la gana.

—¡Qué dura es la fama! —suelta con cierta sorna.

Tengo tan pocas ganas de aguantar su sarcasmo, que me planteo recoger mis cosas y cambiar de mesa.

—Estoy intentando trabajar ¿qué quieres?

Sé que he sonado demasiado brusca pero de verdad que hoy no estoy de humor para nada.

—¡Vaya humos! Cualquiera diría que estás enfadada...

Me giro y le planto cara.

—¿No tengo motivos para estarlo? Ayer te limitaste a mirar cuando tú eras quien más fácil lo tenía para detener a Julen. Sabes que te obedece como un perrito —protesto, demostrando que tiene razón, que estoy cabreada.

—¿Por qué iba a intervenir? Demostraste una vez más que no necesitabas ayuda —dice con una sonrisa sibilina.

—Ya, claro. Resulta más divertido verlo todo desde la distancia.

Acerca su rostro y mira mis labios con interés.

—Si fueras mía no me hubiera quedado mirando.

Trago saliva con dificultad. ¿Suya? ¿Qué se cree, que estamos en el medievo? ¿Que puede considerarme una posesión?

—No lo digo solo por mí —aclaro, haciendo caso omiso a sus palabras—. Tampoco ayudaste a Miren.

Algo en su expresión cambia, sin embargo, apenas dura un segundo y recupera la compostura.

—No tengo ningún motivo para ayudarla. Ya te dije que no somos amigos.

Puede que no lo sean, pero sigo pensando que hay algo entre ellos. Si no, ¿cómo acabó el segundo diario en manos de ella?

—Tú y yo sabemos que eso no es cierto —aventuro.

Su gesto se endurece, solo ha fruncido ligeramente el ceño, sin embargo, con eso es suficiente para infundir miedo.

—Maite... no tienes ni idea de lo que estás hablando.

—¿Seguro?

Andoni es aún más listo de lo que ya se ve, pues sonríe con suficiencia y cambia la dirección de la conversación.

—¿No será que estás celosa de ella? ¿Por lo que creíste ver aquel día?

Abro la boca de puro asombro. ¿Va en serio?

—¿Yo? ¿Celosa? No sé por qué dices eso.

Se mueve tan rápido que no soy capaz de reaccionar. Me arrincona contra la pared, sus piernas a ambos lados de las mías, sus manos recorriendo mis muslos hasta llegar a mi cintura. Miro hacia el pasillo nerviosa, pero no hay nadie cerca que pueda vernos.

—Aunque el que debería estar celoso soy yo ¿no crees? Quiero que me mires a mí como miras a Samir...

No sé si está hablando en serio o no. ¿Realmente le importo o todo forma parte de su juego? Me remuevo en la silla, sin embargo, él no suelta su agarre. Le miro sorprendida por su insistencia y eso hace que se aparte ligeramente. Levanta las manos en señal de rendición y me regala una sonrisa. Un carraspeo y ambos levantamos la mirada. Samir está al otro lado de la mesa y al instante pienso en lo que puede parecer. Su expresión sin embargo permanece inalterable.

—¿Todo bien?

—Estaba intentado que cambiara de bando —le vacila Andoni—. Creo que debería dejar de relacionarse con niñatos como tú.

Samir deja los libros sobre la mesa de mala gana y le espeta:

—Claro, estaría mucho mejor contigo, ¿verdad?

Andoni no se inmuta. Se levanta y le hace un gesto, ofreciéndole el lugar que hasta ahora mismo ocupaba.

—En el fondo no es algo que decidamos ni tú ni yo. Todo está en sus manos. —Me lanza una última mirada—. Ya seguiremos hablando. Seguro que surge la ocasión. Por cierto, gracias por devolverme el diario.

Se levanta, le da una palmada en el hombro a Samir y este se revuelve. Algo me dice que si estuviéramos en la calle, el final de esto hubiera sido muy diferente. Miro a Samir con cierto malestar pues no quiero que piense algo que no es.

—¿Me lo explicas?

—Estábamos hablando.

Arquea las cejas para enfatizar que esa aclaración no le es suficiente.

—Hablando. Para hablar no hace falta que haya contacto físico, ¿no crees?

Entonces caigo en que ha visto más de lo que yo pensaba.

—¿Qué querías que hiciera? Estaba intentando sonsacarle algo sobre Miren. Después de lo que pasó ayer...

—Ya, claro y para eso tienes que seguirle el rollo. Pues ten cuidado, no vaya a ser que para averiguar algo más, tengas que acabar acostándote con él.

—¡No estás siendo justo! —protesto.

—Tú no lo estás siendo, Maite.

Se va, dejándome con la réplica en la boca, aunque visto lo visto casi mejor. Aún podría meter más la pata. Siento unas enormes ganas de llorar y me cubro la cara con las manos. ¿Qué estoy haciendo? ¿Quiero arriesgarme a perder a Samir solo por intentar averiguar algo? 

 ¿Qué estoy haciendo? ¿Quiero arriesgarme a perder a Samir solo por intentar averiguar algo? 

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¡Hola, hola! ¿Qué tal estáis? No os quejaréis. Llevo un ritmo de actualizaciones infernal, jajajaja. Todo para llegar a los Wattys de este año. 

Bueno, ¿cómo os quedáis con el capítulo? ¿Alguien tenía dudas de que por culpa de Andoni Samir y Maite tendrían problemas? De verdad que Samir tiene más paciencia que un santo, porque en mi opinión Maite debería haber  cortado todo trato con Andoni hace tiempo, pero ¡ay! siempre le puede esa posibilidad de averiguar algo... ¡

Viene otro capi seguidito! Y en él se descubre uno de los mayores misterios de esta historia. Así que ¡a leer! Dejadme votos y comentarios...

El diablo se comerá tu almaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon