Capítulo 33.

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Narra Carmen.

Mi vida no podía estar yendo mejor aquellas últimas semanas. Me divertía con mis amigos, pasaba tiempo con mi hermano y mi relación con Dani cada vez mejoraba más. Con el tiempo se nos fue viendo más en redes y el recibimiento que habíamos conseguido había sido maravilloso.

Aquel soleado domingo estaba siendo perfecto. Había decidido tomarme ese día de descanso. Dejé el móvil en modo "no molestar", me preparé una buena merienda y salí al jardín a tomar un rato el sol. Todo era genial, ya que aún podía considerarse que seguíamos en verano, a pesar de que ya le habíamos dado comienzo a Septiembre.

Adrian y yo habíamos acordado llevar todo mi equipaje a casa al día siguiente. Prácticamente todas mis pertenencias volvían a estar guardadas en cajas. Había sido duro tener esa conversación con todos ya que en el fondo sabía que mi corazón estaba en esa casa. Lo último que quería en ese momento era marcharme, pero mi cabeza me repetía que era lo indicado.

En las dos tumbonas que tenía a mi costado, Ruby y mi hermano habían decidido copiar mi acción de relajarse aquella tarde. A pesar de estar en compañía, ninguno de nosotros hablaba, cada uno estaba en su mundo. El calor caía en mis mejillas de forma agradable y mi mente repasaba todo lo ocurrido en este verano una y otra vez.

Pero aquel maravilloso día daría un brusco giro que ninguno de nosotros esperaba.

-Aparta me estás tapando el sol- dije aún con los ojos cerrados cuando pude notar como la intensidad de la luz había disminuido.
-Los tres estamos tumbados Carmen- aclaró Ruby vagamente y enseguida los abrí.

Aquel cielo despejado había desaparecido en cuestión de segundos, tiñéndose de un color gris apagado. Mire al cielo con una expresión dudosa y después observe a Adri y a Ruby, quienes también contemplaban la capa de nubes que se había hecho presente de forma repentina.

-Por la cara- se quejaba mi hermano- yo que quería seguir poniéndome moreno- dejó caer sus manos en señal de fastidio. Yo me reí por su reacción.
-Si la verdad que eso nos ha pillado de sorpresa- añadí yo señalando al cielo y sin entender en que momento el clima había cambiado tanto.
-Bueno eso no quita que sigamos relajándonos- afirmó Ruby.

Este último se echó hacia atrás para tumbarse de nuevo y cruzo los brazos tras su cabezazo.

-Llevas razón- asentí y volví a tumbarme.

De pronto, como si hubiera estado planeado, cuando todos volvíamos a intentar descansar, nuestros móviles comenzaron a sonar de una forma bastante desagradable.

-¿Qué?- lo agarré rápidamente y comprobé que estaba puesta la opción de silencio y la de "no molestar"-pero si se supone que no tendría que sonarme el móvil. ¿Qué ocurre?

Sin embargo, eso no era lo más extraño de todo, sino que los tres recibimos el mismo mensaje, en el mismo momento exacto y recibiendo como aviso un sonido que ninguno habían escuchado antes.

-Que coño- desbloqueé el teléfono y pude ver una alerta, así que comencé a leerla en voz alta- ¿Alerta de Protección Civil? ¿Qué es esto?- los demás no supieron responderme.
-...riesgo extremo de tormentas en ¿la comunidad de Madrid?- siguió leyendo Ruby y todos compartimos una expresión de confusión bastante exagerada.
-Mierda- habló mi hermano y por su tono de voz supe que se trataba de algo grave- no podemos irnos mañana Carmen- esas palabras me dejaron atónita.

¿Cómo una tormenta iba a frenarme a volver a casa? ¿Para tanto iba a ser?

-¿Enserio?- él asintió y continuó leyéndome el aviso.
-No utilice su vehículo si no es estrictamente necesario y permanezca en su domicilio...- antes de que pudiera terminar le interrumpí.
-Lo nuestro no cuenta como "estrictamente necesario" ¿no?-aquellas palabras las acompañe con un gesto de mis dedos. En cuanto lo dije me respondí a mi misma, claramente no era algo indispensable.

En cierto modo, no queriar irme de la EpicHouse y aquello me beneficiaba, pero tampoco quería alargar mucho más la despedida. Al fin y al cabo, eso solo provocaría que me costase mucho mas irme.

-Lo dudo, supongo que se referirá a una emergencia- explicó Ruby aunque ya me esperase esa respuesta. Yo solo lo asumí en silencio.

La cristalera de la casa se abrió de forma rápida segundos después. Mis malos pensamientos se disiparon en el instante en el que vi a Daniel, con una sonrisa de oreja a oreja y corriendo hacia mí.

-¿Habéis visto la alerta?- preguntó entusiasmado.
-¿Acaso te alegras?- respondió mi hermano, dando a entender que, efectivamente, la habíamos visto.
-Pues claro, así podré estar más tiempo con ella- me agarró de la cintura y me elevó un poco del suelo.

Plex empezó a girar sobre sí mismo mientras me abrazaba, ocasionándome así, la risa. Segundos después me volvió a dejar en el suelo.

-Si bueno podríamos sacar ese lado bueno- le besé el pecho ya que aún estaba abrazada a él y me acurruqué un poco.
-Anda ayudadme a guardar todo- ordenó Daniel y todos accedimos a ello.

Guardamos las tumbonas, algunos adornos de jardín y cosas varías para que la lluvia no las estropease. Sinceramente no pensaba que la tormenta fuese a ser tan fuerte, pero era mejor prevenir cualquier daño posible.

Entramos todos juntos a la Epic y pudimos escuchar de nuevo aquella notificación, solo que provenía de los teléfonos de los restantes miembros. Supuse que las alertas irían llegándole a los habitantes conforme el día avanzaba.

-¿Y qué hacemos hoy si no podemos salir de casa?- Archie cerró la puerta de su habitación y  se sentó junto a todos nosotros en el sofa del salón.
-Podemos ver pelis o jugar a algo- sugerí yo- la cosa es mantenernos entretenidos- tendríamos que cancelar todos los planes que supusieran coche o salir a fuera y prefería centrar mi cabeza en otra cosa para no aburrirme.
-Es una buena idea- Kruffy me apoyó y los demás asintieron- por suerte nos quedan bastantes bolsas de palomitas de microondas.
-Vamos a preparar el cine- añadió Daniel poniéndose en pie y acercándose a algunos de sus amigos.

Les extendió el brazo para que se pusieran en pie y le ayudasen con la habitación del sótano.

-Adri, ayúdanos tu a preparar algo para comer- llamé la atención de mi hermano.
-No se si es muy buena idea- hizo una mueca- a lo mejor no llegan a abajo los aperitivos- levantó las manos y después se rió.
-Como se te ocurra comerte algo Adrian Iglesias- le regañé diciendo su nombre de la misma forma que mi madre lo hacía- te vas a enterar- amenace entre bromas.
-No por favor- su expresión fue de susto, claramente fingido, pero entendió que debía tener cuidado.

Los tres nos acercamos a los armarios de la cocina y comenzamos a buscar todo lo que se nos antojase.

-Manos a la obra- dijo Marc dando una palmada.

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Me paso por aquí para deciros que ya hemos llegado a las 20K de vistas!! Sigo sin creérmelo y lo vi está mañana :))
GRACIAS GRACIAS GRACIAS
-silkycrmn💓

La habitación de enfrente|| YoSoyPlexWhere stories live. Discover now