Capítulo 34.

4.2K 182 3
                                    

Narra Carmen.

Estaba completamente agotada. Había perdido ya la cuenta de la cantidad de cubos de agua que había llenado en las últimas dos horas.

A pesar de que el día anterior nos habíamos asegurado de que la casa estaba en perfectas condiciones y preparada para soportar fuertes tormentas, se ve que no fue suficiente. El sótano de la EpicHouse estaba completamente inundado y tras unas horas de intentar vaciar todo, el agua aun nos llegaba por los tobillos.

Mi hermano, Archie y yo nos estuvimos encargando de esa zona de la casa mientras los demás hacían lo mismo en las plantas de arriba.

-Es un caos- dijo Adrian resoplando- no se acaba el agua- se quejó y yo asentí. Llevaba toda la razón.
-Y espera que no vuelva a llover esta noche- añadí yo con un tono desanimado- que es lo más probable- concluí y pude ver como dejaba caer sus brazos en señal de rendición.
-¿Os importa seguir mientras voy a ver como van arriba?- nos preguntó el británico y ambos asentimos y seguimos vaciando agua.

Al cabo de unos diez minutos, Archie volvía con más cubos que nos fueran de ayuda y noticias sobre los demás miembros de la casa.

Daniel por lo que se veía, llevaba todo el día al teléfono. Contactó con diversa cantidad de empresas de mantenimiento para poder arreglar todo lo que se estaba echando a perder debido al agua. Por lo que sé, también tuvo que hacer un par de llamadas a los seguros de algunas de sus pertenencias; como el set-up del sótano, el cual estaba prácticamente destrozado.

No me gustaba verle desanimado, pero esta vez no podía hacer nada más que apoyarle e intentar eliminar el problema lo más antes posible.

-Deberíamos hacer algo para animarles- propuso mi hermano, refiriéndose no solo a Plex, si no también a los demás integrantes afectados por la inundación, como por ejemplo, Jopa y Ruby con sus habitaciones.

-Ya pero, ¿el qué?- le miré con una expresión dudosa- no podemos ni salir de casa por la alerta- expliqué y él suspiro.
-No había caído en eso- reconoció- El ambiente aquí esta decaído por completo, tenemos que arreglarlo.
-Primero resolvamos una cosa y luego otra- interrumpió Archie- venga vamos a vaciar esto lo antes posible.

Teddy puso algo de música en su teléfono y lo colocó en un lugar alto, no solo para mejorar la calidad del sonido, sino también para evitar que se pudiera estropear. Con ayuda de las canciones y nuestras ganas de terminar, pudimos lograrlo en aproximadamente una hora más.

En cuanto guardamos todos los cubos, subimos a la planta del salón celebrando que ya habíamos terminado. Sin embargo, nuestra sonrisa se esfumó al llegar a aquella zona común. Kruffy y Ruby portaban una expresión de enfado y pena respectivamente.

-No conseguimos arreglar nada- rompió el silencio Marc con un tono de voz alterado, segundos después de haber colgado el teléfono. Había notado nuestras miradas intrigadas por saber que ocurría.
-Alguna solución tiene que haber- traté de calmarle.
-Pues como no puedas hacer magia dudo que me devuelvan muchas cosas- se levantó del sofá y se fue a su habitación. Claramente mis intentos no habían conseguido nada.

Traté de ignorar lo borde que había sido, justificándole por la situación que todos estábamos viviendo. Subí en dirección a mi habitación y vi a Daniel apoyado en la barandilla que daba a la planta de abajo. En cuanto escuchó mis pisadas se dio la vuelta y me indicó con la mano que me acercase a él.

-¿Hablamos?- sugirió en un tono algo calmado, por lo que supe que no debía de preocuparme, ya que no se le veía tan agobiado.

O eso pensaba yo.

Los dos entramos a su dormitorio para tener un poco de privacidad. Cerré la puerta una vez que ambos estábamos dentro y me acerqué al borde de su cama, donde él ya de había sentado segundos antes.

-No le hagas caso a Kruffy, esta bastante disgustado con todo esto- colocó una de sus manos en mi pierna mas próxima a él.
-No le culpo, es normal que estéis así. Todo ha sido de sopetón, ninguno puede hacer nada más que intentar salvar lo que aun se pueda- afirmé con una pequeña sonrisa, intentando ocultar que a mí también me afectaba todo aquello.

Me sentía egoísta. Si el clima mejoraba, me marcharía al día siguiente, dejándoles ahí con todo por hacer. En mi cabeza lo interpretaba como si estuviera huyendo del problema, pero era lo acordado, ya no podía cambiar de idea.
Me prometí a mi misma ayudarles en todo lo que pudiera, ya fuera fregar, achicar agua, reparar cosas o levantarles la moral si era necesario.

Mientras hablaba con Dani, pude ir notando la desesperación en sus palabras, aunque he de reconocer que se le daba bastante bien controlar ese tipo de situaciones.

-Y encima el técnico no me devuelve las llamadas- comenzó a andar en círculos mientras enumeraba todos los problemas presentes en ese momento- hay moho en la pared de Jopa y Ruby, el sótano volverá a inundarse esta noche y estoy seguro de que tarde o temprano el ascensor dejará de funcionar- movía las manos de forma nerviosa por su pelo.

Enseguida me levanté y me acerqué a él, sujetándole de los hombros para que se detuviera. Tanto de andar como de hablar.

-Dani- le miré a los ojos- respira- cogió aire de forma profunda y segundos después lo soltó- no tienes que encargarte tu de todo ¿vale?
-Es mi casa, debo de hacerlo- negó con la cabeza ignorando mis consejos.
-Daniel- al decir por completo su nombre volví a conseguir su atención- no puedes exigirte tanto. Descansa y dime que es lo que queda por hacer, yo me encargo- su rostro manifestaba por si solo el cansancio mental que tenía.

Al decirle todo aquello, Plex se dejó caer en la cama, aun siendo sujetado por mis brazos. En mi caso, en un acto reflejo me puse de rodillas a su lado y pasé mis manos de sus hombros a las suyas.

-Todo esta siendo demasiado- se podía notar que le costaba hablar.
-Se que puedes manejar esto perfectamente, pero a veces hay que ser un poco egoístas y pensar en lo que uno necesita- él me miraba algo sorprendido.

Era consciente de lo mucho que le gustaba tener las cosas bajo control, pero se le estaba yendo de las manos. Esa misma noche a penas había conseguido dormir. Le había escuchado a altas horas de la madrugada hablando consigo mismo sobre como compaginar lo ocurrido con su carrera en youtube. Le preocupaba dejar de subir cosas al estar tan ocupado con otras.

-Ven aquí anda- me acerqué a abrazarle e inmediatamente se hundió en mi pecho- quiero que descanses la mente aun que sea unas horas ¿vale?- él solo asentía o murmuraba de forma corta y rápida.
-No te separes, por favor- alcancé a oír cuando aun seguía entre mis brazos.
-No me voy a ir a ninguna parte- me senté a su lado, reclinándome en el cabecero de la cama y poniendo su cuerpo entre mis piernas.

Acaricié su pelo un par de veces y deposité un beso sobre su cabeza, tratando de calmar todo su estrés.

-Gracias Carmen, lo necesitaba- su voz era dulce y sus palabras sinceras- no se que voy a hacer cuando te vayas- se acurrucó.
-Sabes que nada va a cambiar aun que me vaya- traté de hacerle entender aquello una vez más, pero al igual que todas las veces anteriores, el seguía insistiendo en que no sería igual- voy a estar siempre que me necesites.

Movió su cabeza en señal de aprobación y volví a darle un beso de consuelo.

-Hay una lista sobre la mesita con todos los números de teléfono y cosas que faltan por revisar- hizo caso a la sugerencia que había hecho momentos atrás sobre encargarme yo de lo restante.
-Perfecto- me levanté de forma delicada después de estar un rato más con él y le deje tumbado en la cama.

Me aproximé a las cortinas y las cerré un poco para rebajar la intensidad de la luz. Agarre la lista y antes de salir bese sus labios de forma suave.

-Carmem, yo- susurró Dani con los ojos cerrados.

Aun no había llegado el momento en el que nos hubiéramos dicho "te quiero" ya que apenas llevábamos un par de semanas juntos. Sin embargo, todo lo que sentíamos no podía explicarse con otras palabras. No necesitaba que me lo dijese oficialmente, pero entendía a la perfección lo que quería que significase.

-Yo también Dani- respondí, sin decir tampoco aquella frase tan especial. Plex lo entendió a pesar de todo.

Salí de su habitación con el corazón acelerado. Daba igual lo mucho que pasase, me seguía haciendo sentir mariposas.

La habitación de enfrente|| YoSoyPlexWhere stories live. Discover now