Enemy [Y.M]

8

Dedicado a AlineRugerio feliz cumpleaños corazón (⁠ ⁠◜⁠‿⁠◝⁠ ⁠)⁠♡

Jimin estaba con Yoongi escuchando los detalles de la boda, pero él no se sentía cómodo debido a que el aroma y el calor del enigma lo estaban poniendo ansioso por lo cual se levantó llamando la atención de los presentes.

—Yo me siento algo mal. —hablo Jimin.

—¿Qué tienes? —preguntó preocupada una de sus cuñadas.

Jimin se sonrojó al no saber qué decir por lo que busco ayuda en el enigma el cual se levantó y vio a sus parientes los cuales esperaban respuesta.

—Es incómodo decir esto. —hablo Yoongi. —pero Jimin está en celo.

—De haber dicho eso antes desde un principio no hubiéramos venido para pasarles privacidad. —dijo su madre.

—Madre no. —la vio el enigma. —Jimin y yo somos más tradicionales y decidimos que hasta el matrimonio tendremos nuestra primera vez.

Jimin se sonrojó por lo abierta que era la familia del enigma, por lo cual estos tomaron sus cosas y se despidieron para dejar a la pareja sola. Yoongi vio como el omega se quedaba ahí parado sonrojado mientras apretaba las piernas con fuerza.

—Te llevaré a tu habitación. —le dijo el alfa.

Jimin asintió y Yoongi lo cargo para llevarlo a la habitación, Jimin cerró los ojos mientras aspiraba el fuerte aroma del enigma este era gasolina, alcohol y tal vez ¿Sangre? No sabía distinguir muy bien el aroma por lo cual solo se limitó a cerrar los ojos y dormirse en el lecho de Yoongi.

Al amanecer Jimin abrió los ojos y se dio cuenta de que estaba en su habitación, pero se asustó al verse con una camisa que no era suya además que esa era la única prenda que tenía. Él se levantó y miró el lugar y se dio cuenta de que no era su habitación, sino la del enigma, él se giró y vio al enigma el cual salía con una bata del baño y vio a Jimin.

—Buen día. —le dijo.

—¿Qué pasó anoche? —preguntó mientras trabajaba de bajar un poco la camisa que tenía puesta.

—Te dejé en tu habitación, pero a media noche te colaste a la mía e intentaste abusar de mí. —se rio el enigma. —tuve que someterte.

—¿Someterme? —se sonrojó.

—Te drogué con mi aroma. —aclaró el enigma. —te quedaste dormí con eso, pero lubricaste mucho y manchaste tu ropa así que te cambia la ropa, esa camisa es mía te la puse para que durmieras mejor.