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Jimin sólo podía sostenerse de la larga cabellera negra del enigma mientras este lo penetraba con fuerza. El omega solo disfrutaba de estar en uno de los sofás recibiendo de una manera deliciosa la polla de su esposo.

Yoongi sonrió al igual que Jimin mientras tomaban otra posición en la cual el enigma quedó sentado en el sofá y el omega sobre. Este le acaricio el pecho mientras se seguía moviendo, Yoongi le apretó la cintura y Jimin tomo una de las botellas de whisky y bebió directamente de esta mientras se seguía moviendo.

—Te ves muy sexy así. —dijo Yoongi mientras le apretaba la cintura. —pero yo también quiero del whisky.

Jimin le iba a pasar la botella, pero prefirió vaciarla en su cuerpo, lo que hizo reír al enigma, Yoongi se acercó al cuerpo de Jimin y pasó su lengua obteniendo un poco del líquido. Ambos siguieron así, Yoongi se levantó con Jimin y lo llevó a la pared para penetrarlo con más fuerza.

—Ah~ —gimió Jimin. —Yoongi más.

—¿Seguro cariño? —le susurro en el oído. —no quiero que seas un venadito recién nacido.

—Si yo soy un venadito tú puedes ser mi tigre. —le dijiste Jimin con una sonrisa.

Yoongi río y siguió con los movimientos aún más fuertes, cuando llegaron a sus orgasmos, el enigma sintió que iba a formar un nudo con su omega, por lo cual se dirigió al sofá y se sentó con Jimin. El omega al sentir el nudo se ocultó en el cuello del pálido donde desprendía su aroma, eso provocó que estornudara captando la atención de su esposo.

—Salud, precioso. —le dijo.

—El lugar está frío. —se alejó un poco. —Además, tu aroma está un poco fuerte.

—¿Quieres que vayamos a la habitación? —le pregunto. —no quiero que te enfermes.

—Eso me gustaría. —asintió. —pero el nudo debe de bajar.

—Podría llevarte así. —le acarició la cintura. —pero eso significaría que todos vean tu hermoso cuerpo y es algo que no apruebo.

—Entonces quedémonos aquí hasta que baje. —se recostó en su pecho. —Yoongi.

—Si cariño. —le beso la frente.

—¿En verdad mataste a WooSung? —pregunto.

—Sí. —respondió. —Pero para que no sea sospechoso, el hotel al que lo lleve es tuyo.

—¿Me das el hotel donde lo asesinaste? —se río. —Qué romántico.

—Técnicamente ahí no murió. —lo vio. —de ahí se lo llevó la mafia francesa.

—¿Y cómo estás seguro de que lo asesinaron? —le preguntó mientras hacía dibujos imaginarios en el hombro del enigma.

—Yo estuve presente a la hora en la que su cuerpo era hecho en pequeñas porciones. —le acarició la espalda.

Enemy [Y.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora