Enemy [Y.M]

21

—Tu hermana merece ser feliz. —lo vio. —tú no.

—¿Feliz? —se rio Jimin. —si yo no soy feliz, ella tampoco lo será.

—No me amenaces. —lo señaló.

—No es una amenaza padre. —hablo Jimin. —Rose se encargó de quitarme todo lo que quería, ya es hora de que yo le quite algo a ella.

—Cuando sepa quién es tu prometido, haré que te deje. —lo vio.

—No me importa. —sonrió. —ya tengo la atención de quién me interesa realmente.

—Así que este era tu plan. —lo vio. —solo eres un muerto de hambre.

—A diferencia de mi hermana, padre. —se acomodó su traje. —yo sí sé jugar bien mis cartas y eso lo dejé en claro al tener la absoluta atención del enigma.

El hombre se fue de ahí molesto y Jimin abrió la puerta de la habitación y la cerró para llevar su mano a su pecho, estaba muy asustado, jamás le había hablado de esa manera a su padre, pero debía de admitir que se sintió bien. Él sacó su celular al ver un mensaje de Yoongi el cual hizo que sonriera y se dirigiera a la cama para acostarse y hablar por mensaje con el enigma.

Al amanecer los Park iban al campo de golf para jugar con el enigma, al llegar lo vieron ahí, pero vieron que estaba con Jimin el cual se reía con el pálido. Jimin apegaba su cuerpo al de Yoongi el cual le ayudaba con el palo de golf, pero al ver a los Park se alejaron.

—Me alegra mucho que hayan venido. —les dijo con una sonrisa Yoongi. —espero y no les moleste que haya invitado a Jimin a jugar.

—Para nada. —habló el hombre.

El juego dio inicio y Yoongi jugaba con la mujer y con Rose la cual sabía algo de golf, Jimin por su parte miraba el juego tranquilo, su padre estaba al lado suyo viendo el partido.

—Te advertí que te alejaras del enigma. —le susurro.

—¿Por qué habría de hacerlo? —hablo. —a Yoongi le fascina mi presencia y no por nada me fue a ver a mi habitación luego de que te fueras.

—Aléjate, él será el esposo de Rose, ella se lo merece al ser tan buena niña. —dijo.

—No debo obedecerte. —hablo Jimin. —no eres mi padre.

Cuando hubo una pausa en el juego, los tres se acercaron y Jimin se acercó con una toalla a limpiar el sudor del enigma, el cual le sonrió, algo que a los tres Park no les gustó.