Enemy [Y.M]

40

Los presentes se asombraron al ver un hermoso omega de cabellos rosas entrar a la sala, este llevaba una tiara de oro. Este se mostró tímido ante los presentes los cuales no dejaban de fotografiarlo, Rose se acercó molesta al ver a su hermano del brazo del hombre con el que debía de casarse.

—Esto es mentira. —habló la omega. —¿Verdad Yoongi?

—¿Por qué habría de ser mentira? —la vio.

—Porque nos íbamos a casar. —sonrió. —¿Lo recuerdas?

—Yo no recuerdo nada. —tomó de la mano a Jimin y sonrió. —debes de haber estado confundido.

—Pero no negaste los rumores de nuestro compromiso. —lo vio.

—Pero nunca confirme nada. —miró a los padres de Jimin. —además, quería tomar este momento para que conozcan al amor de mi vida.

—¡No es justo! —grito la omega.

Todos vieron como esta se acercaba y empujaba con fuerza al omega provocando que este se cayera en la mesa donde estaba la comida; las hermanas del enigma y este se apresuraron a auxiliar a Jimin el cual se había cortado con el vidrio de las copas de vino.

—Cariño. —habló Yoongi mientras cargaba al omega.

—Yoongi está perdiendo mucha sangre por su cortada. —mencionó una de las alfas.

Yoongi salió con Jimin sin decir nada y la omega fue detrás de ellos, Yoongi llevó a Jimin a una parte alejada y se puso a curarle la herida. Rose llegó poco después y detuvo al enigma, el cual la vio sin decir nada.

—Dijiste que serías mi esposo. —lo vio. —pero presentas a ese ridículo como tu pareja aún cuando dijiste que no estaba a tu nivel.

—Muévete. —le dijo Yoongi.

—Jimin no es de nuestra clase. —lo vio. —no pertenece a ninguna familia poderosa y si es relevante es porque sé a de haber acostado con el dueño de la marca para ser embajador.

Yoongi apretó la gasa para no tirársela en la cara a la omega, no iba a permitir que hablaran mal de su esposo. La omega al ver que Yoongi no se movía se acercó a él y comenzó a soltar su aroma para llamar la atención de este.

—Quítate. —le dijo con su voz de mando.

La omega, al escuchar la fuerte voz del enigma, no sólo retrocedió de miedo, sino que, también, cayó al suelo; pues esa voz era mucho más gruesa y tenebrosa. Yoongi solo la vio en el suelo y se acercó a ella y la tomó del mentón para soltar una risa burlesca.

—Querías tener relevancia con mi nombre. —le dijo. —ya lo tuviste, ahora no me molestes que yo puedo hacer pedazos a tu familia.