LORD OF THE MYSTERIES PT3

Capítulo 579: Pregunta académica

Mientras hablaba, los ojos de Helene se movieron ligeramente hacia arriba como si estuviera inmersa en sus recuerdos.

"Al principio, transportaba hierro y carbón desde Midseashire a Feynapotter, luego enviaba tabaco, café, cacao y otras especialidades nativas a Intis. Esta es una ruta marítima que bordea la costa, por lo que era bastante segura. La competencia también fue intensa. Para salir rápidamente de mi situación y ahorrar dinero, trabajé duro para aumentar mi Secuencia, con la esperanza de poder comerciar en las colonias."

"Desafortunadamente, justo cuando me familiaricé con la ruta marítima y gané algo de dinero, me topé con Dolencia Maiden Tracy, que no era vicealmirante Ailment en ese momento, en una de sus incursiones durante mi segundo viaje a Oeste de Balam. En aquel entonces sólo tenía un barco, pero era muy poderoso. Mi pareja y yo resistimos con la vida, pero todo eso fue en vano.

"Ella no tiene la costumbre de matar sin pensar. Todo lo que hizo fue arrebatarme los bienes, así como a mí..."

Como se esperaba de una rareza entre las Demonesses... Klein escuchó en silencio y usó sus poderes de Payaso para reprimir sus emociones avergonzadas y preguntar inexpresivamente: "¿Hasta dónde llegó la relación entre ustedes dos?"

"¡No lo hicimos!" Helene lo negó instintivamente. "¡Ella me obligó! No quería morir. Yo sólo podría elegir aceptarlo. ¡Además, ella es una mujer!"

Señora, no hay necesidad de alterarse tanto. Si les hubiera preguntado si ustedes dos tenían una relación que iba más allá de la amistad, ¿habrían saltado? Es solo porque soy lo suficientemente amable y consideré tu vergüenza lo que me impidió ser tan directo... Suspiro. Bajo la fachada del loco Gehrman Sparrow hay un yo caballeroso... Ese es el verdadero yo... Klein pasó a preguntar sin cambiar de expresión: "¿Qué tipo de comida te gusta? ¿Hay algún plato que te guste especialmente? ¿Prefieres comida dulce o salada, o algo intermedio?"

"¿Qué comida no te gusta? ¿A qué alimento eres alérgico?"

"¿Tiene usted algunas restricciones en su dieta? Si es así, ¿cuáles son?"

"..."

Estas preguntas hicieron que Helene se sintiera como si estuviera en un sueño, como si todo fuera surrealista.

Nunca imaginó que el hombre le haría esas preguntas. Era como si un perseguidor le preguntara a la persona que le gusta qué pasatiempos tenía.

¡No! ¡Ningún perseguidor haría esas preguntas! ¡Todos estos se obtienen indirectamente de numerosos chats o se obtienen por otros medios! ¡A ninguna mujer le gustaría que la interrogaran así! E-esto es como una encuesta que creó el emperador Roselle... ¿Q-qué quiere? Él hace estas preguntas sin ninguna expresión. Tengo tanto miedo... Helene guardó silencio durante unos segundos antes de responderlas una tras otra bajo la mirada fría e inmóvil de Klein.

Klein mantuvo su postura sentada de inclinarse hacia adelante y continuó preguntando: "¿Cómo te sientas normalmente? ¿Tiene algún movimiento habitual...?"

Cuanto más respondía Helene, más pánico sentía. Tenía la inexplicable sensación de que responder a esas preguntas la haría desaparecer.

Cuando terminó la desconcertante y aterradora "encuesta", se sentía muy pesada en el fondo, sospechando constantemente que le esperaba un resultado terrible.

¿Por qué no me arriesgo y salto del carruaje mientras él no está prestando atención? Helene consideró seriamente la posibilidad.

Sin embargo, el hombre no parecía tener ningún indicio de atacarla, y esto la dejó indecisa. Consideró que había esperanzas de resolver el asunto de manera amistosa.