27.- Luna llena

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27.- Luna llena

|Bakugo POV|

  
 

Respiré hondo, tratando de calmar mis frenéticos latidos mientas caminaba por el bosque hacia el lugar que había fijado Dabi para vernos. La verdad, me había afectado la discusión que tuve con Tamaki en la tarde, ¡y haber usado mi voz Alfa con él era lo que más me jodía! Pero no tuve opción, necesitaba alejar a las personas que me importan para que no salgan heridas.

En cuanto llego al lago, me quedó mirando el reflejo de la luna sobre el agua. Se ve tan hermosa… Es una pena que, quizás, sea la última vez que pueda apreciarla.

-Vaya, veo que ya te recuperaste de nuestro último encuentro.–

Ni me molesto en girarme para saber quién es. Esa voz tan irritante no la olvidaría.

-¿Te quedaste sin niñera esta noche, Dabi?– me burlo, dándome la vuelta.

Dabi solo sonríe, divertido, mientras que la rubia psicópata me amenaza desde la distancia con un cuchillo.

-Tranquilo, ella no estorbara.– aseguró el azabache, dedicándole una mirada de advertencia a su compañera. –Supongo que ya decidiste que quieres hacer ¿no es así, Alfa?–

-Así es. Quiero unirme a tu manada.– dije aparentando seguridad. Dabi soltó un silbido de asombro ante mi petición.

-¡Lamento informarte, cariño, pero la manada es MÍA!– gruñó la rubia, haciendo aspavientos.

-¿Cómo sé que no es una trampa?– me preguntó Dabi, serio.

-¿Acaso no confías en mí?– pregunté.

-Ni en ti ni en los tuyos.– escupió él con desprecio. Claro, porque tú eres de total confianza ¿no?

-Entonces supongo que hemos acabado.– me di media vuelta, comenzando a caminar de vuelta hacia mi grupo, cuando la voz de Dabi me detuvo.

-Si quieres que confíe en ti, entonces déjame marcarte.– dijo.

¡Pánico! Si él me marcaba significaría que yo no podría traicionarlo y, mucho menos matarlo. Por no mencionar que yo ya tenía un vínculo con Kirishima, tener otro implicaría romper el anterior.

-¡Ni muerto!– grité.

-¡Te lo dije, Dabi!¡Es una trampa!– gritó la rubia, en guardia.

Pero Dabi no había cambiado su pose, seguía con las manos metidas en los bolsillos de su gabardina negra, mirándome como si pudiera leer mi alma y preveer mis movimientos. En cuanto las nubes eclipsaron la luna, sus ojos parecieron brillar como fuego líquido en medio de la oscuridad y, sus colmillos se asomaron en una fina sonrisa.

-Y si yo te marco a la fuerza… ¿qué harías?–

Todas mis alertas se dispararon con aquello y comencé a correr, huyendo de aquel lugar. Escuché un aullido a mi espalda, acompañado con la ruidosa risotada de la rubia loca. ¡Carajo, carajo, carajo! Me sentía como una maldita presa ante dos depredadores, ¡joder!

El sonido de nuestros pesados pasos contra las hojas era lo único que se escuchaba en el bosque, además de mi agitada respiración. ¡Vamos, Bakugo, solo debes llegar donde Aizawa pueda ayudar!

Siento algo punzante atravesarme el costado, haciéndome chillar de dolor y reducir el ritmo de mis pasos. ¡Maldición, siento que me quema la piel! Me obligo a continuar pese al dolor, sintiendo mi vista nublarse por las lágrimas que se acumulan en mis ojos.

Se me ilumina el rostro al ver a un lobo negro corriendo hacia mí y no logro reaccionar a tiempo cuando, de un salto, me tumba en el suelo, haciéndome gruñir y retorcerme bajo su cuerpo. No es Aizawa

-J-Joder– jadeo sin fuerzas, mirando de reojo el cuchillo enterrado en mi costado. Está hecho de plata.

-Se acabaron las carreras, Bakugo.– se burla Dabi, llegando hasta mí en su forma de lobo. –Creo…– pega su hocico a mi rostro, sonriendo. –… que yo gano.– dice.

Veo a la psicópata acercarse a mí e inyectarme algo que, poco a poco, me va adormeciendo. Trato de resistirme, pero mientras más lucho, más débil estoy. Y, antes de que todo se torne negro solo puedo pensar en la luna llena…

… y en la última vez que la vi tan radiante, justo antes de que todo se fuese a la mierda, como ahora.

Good BoyWhere stories live. Discover now