Capítulo 6

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¿¿¿¿¿?????

-¿Papá? -pregunto ante el silencio en la línea.

-Te escucho.

-Ella vendrá -susurro a mi celular.

-¿Estás seguro?

-Completamente, lo acabo de confirmar. Escuché una conversación y estoy seguro de que asistirá a esta fiesta también.

-Más te vale que si sea quien dices que es, no dejaré pasar errores con esto si me haces perder el tiempo. Confirma que sea ella y empieza lo que te encargué.

-Confía en mí, la encontré en las dos reuniones anteriores. Desde lejos la reconocí y hoy podré acercarme.

-Espero noticias -dice sin emoción y corta la llamada.

Hanna

Cero nervios, respira tranquila y no levantarás sospechas. Todo saldrá perfecto.

-Me puso tan feliz que nos tuvieras a ambos en cuenta para acompañarte, amiga -dice Jade animada posando su mano sobre la mía -. Oh ¿te sientes bien, Hanna? -la retira preocupada.

El movimiento del auto no me ayuda con esta ansiedad.

-Por supuesto -sonrío lo más natural posible- ¿Por qué la pregunta?

-Estás algo fría y temblorosa...

-No comí bien antes de salir. -aliso la falda del vestido largo que mis padres aprobaron.

-Ella está bien, bombón. Concéntrate en lo importante, en mi -dice mi hermano bastante sonriente estrechándola aún más contra él en el asiento robándole unas risitas por esa arrogancia que no entiendo como encuentra atractivo.

-Puedo dividir mi atención entre mis dos primos, corazón.

-¡Joder, Jade! Ya te pedí varias veces lo mismo, no nos llames así -exclamo con asco-. Mucho menos frente a los demás.

-Pero si somos casi familia.

-¿Sabes lo sucio y turbio que suena eso justo después de escuchar "corazón" y "bombón" de su parte? -señalo a su novio- Tengan piedad y no abran la boca respecto a lazos sanguíneos por lo menos esta noche.

-Está bien, está bien... lo intentaré. -levanta los brazos en rendición.

-Ignórala, bebé y dame calor. -pide como niño mimado y me cambio de asiento cuando empiezan a besarse para no tenerlos en primer plano.

Cerca de la ventana saco mi teléfono para revisar los mensajes.

¿En cuánto llegas?

Ya empezó a apurar.

No me apresures, es lejos. Agradece que el camino está despejado.

Los sonidos de besuqueos me desesperan y procuro obligarme a dormir cerrando los ojos con la cabeza contra la ventana. Al dichoso viaje le faltan todavía unos cuarenta minutos y no pienso tolerar a los dos empalagosos enamorados que no parecen tener intenciones de mantener quietos sus labios y manos por un rato.

El frenar brusco del vehículo me despierta con un rebote de mi cabeza contra el vidrio de la ventana.

-¡Auch!

El hombre de negro que conduce se disculpa y veo de inmediato el porqué de ese frenado cuando capto que unos tres chicos están impidiendo el paso en frente. El chofer baja la ventana para enfrentar a uno de los que se acerca.

-Nombre -pregunta sin tapujos el chico.

-Hanna H -respondo desde atrás recordando las instrucciones de Adam.

A través del abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora