Dulce Problema [KOOKMIN]

70

Con un embarazo a término Jimin espera con impaciencia el momento de tener a sus pequeños entre sus brazos, Jimin recibe muchos cuidados de parte de su alfa; estando tan cerca el alumbramiento él se ha puesto muy nervioso y ahora se encuentra dando órdenes a su socio Jin para su periodo de ausencia.

Jungkook se había ausentado un par de horas aprovechando que Jimin dormía con sus cachorros; Jimin ahora se la pasa en su nido junto a sus hijos, las pequeñas ráfagas de feromonas mantienen a los cachorros en su vientre tranquilos.

Al despertar su estómago se contrajo, el intenso dolor en su vientre le indica que es el momento.

_ Minji cariño, ve por tu padre, por favor. - jadeó por el dolor.

_ ¿son mis hermanitos?

_ si cariño, ve rápido. - dijo aferrándose a las sábanas.

Minji y sus hermanos salieron corriendo de la habitación hasta el ascensor, él podía oler la sangre en su padre.

_ no alcanzo el botón. - dijo dando brincos.

_ espera, yo lo haré Minji, subiré a tu espalda.

_ bien. - dijo poniéndose de rodillas para soportar su peso.

Yuna presionó el botón y los tres celebraron su logro, poco después los tres cachorros salieron rápidamente del ascensor hacia la oficina de su padre.

_ ¡papá! ¡papá!

_ ¿cómo bajaron por el ascensor?, es peligroso que...

_ papi no está bien son los bebés. - dijo Yeomin preocupado.

_ Nam, cuida de ellos. - dijo saliendo rápidamente de su oficina hacia el ascensor.

Sus manos temblaban al oler la sangre que provenía de la habitación.

_ ¡ahhh!

los gritos de su omega se podían escuchar fuertemente por el pasillo, Jimin estaba soportando todo ese dolor y cuando vio a Jungkook en el umbral de la habitación, se sintió aliviado.

_estoy sangrando, creo que rompí fuente hace horas.

_tranquilo, Hoseok va a ayudarte.

_ los bebés, no dejes que mueran, ellos no se mueven.

Jungkook corrió todo el camino al quirófano, Hoseok no lo dejó entrar con Jimin; aun no sabía a qué se enfrentaría al ver el sangrado.

Horas después el llanto de los cachorros se escuchó por todo el lugar, una de las enfermeras salió y le hizo ponerse ropa estéril a Jungkook para entrar.

Sin saber que esperar entró al quirófano, Jimin estaba sonriendo con sus tres cachorros en su pecho.

_ niños, papá está aquí. - dijo sonriendo tratando de contener sus lágrimas, el alfa estaba llorando imaginando que algo podría haber salido mal.

Las enfermeras tomaron a los cachorros y se los dieron a Jungkook.

_ felicidades, los tres cachorros están bien y Jimin también lo estará, el sangrado se pudo contener, un desgarre porque tardamos en atenderlo.

Jungkook rompió en llanto, había imaginado tantos escenarios en los que Jimin no estaba y solo de recordarlos sentía que se moría de pena.

_ amor, estamos bien, eso es lo que importa, alégrate ahora tienes una gran familia.

_ será fascinante ver a Jeon Jungkook batallar con los pretendientes de sus tres hijos omega y estos dos se parecen mucho a su padre omega, estoy seguro de que será divertido Jimin.

_ porque me haces esto ahora Jung.

_ ya basta, acaban de nacer, mis hijos serán muy inteligentes, de eso puedo estar seguro, no se irán con el primer alfa que encuentren.

_ lamento interrumpir la charla, pero tu debes descansar. - dijo una de las enfermeras llevándose a Jimin a otra sala.

Mientras tanto Jungkook acunaba sobre su pecho a los recién nacidos, ese momento que había esperado tanto finalmente había llegado; el alfa daba gracias a la diosa por ayudar a su familia en ese momento.

Un mes después...

_ por favor solo un poco.

_ no, es de tus hijos...

_ pero tienes mucha, solo quiero una probadita. - dijo acariciando su pezón hinchado.

_ ¿acaso eres un cachorro?, no lo creo, esto es exclusivo de Yeon Seok, Jaehyun y Jooha.

_ eres malo. - dijo suspirando con tristeza.

_ está bien, pero solo un poco. - dijo siendo atacado rápidamente por el alfa.

Jimin jadeó al sentirlo, sus feromonas eran fuertes y poco después se mareo, al abrir sus ojos estaba siendo tomado por su alfa, no recordaba en qué momento él lo había desnudado, ahora él lo embestía, el celo del alfa había llegado; el omega se aferró a él en su orgasmo, afortunadamente para Jimin, Jungkook lo estaba cuidando.

_ lo siento... Esto no debió suceder, debo salir de aquí. - dijo quitándose el condón y lanzándolo a la basura.

La leche del omega adelantó el celo del alfa; Jungkook se encerró el resto de su celo en otra habitación.

A la mañana siguiente, Jimin fue a buscarlo, sabía que no era su culpa, pero su alfa se sentía mal por como lo trató.

_ ábreme, amor no es tu culpa...

El abrió la puerta y se arrodilló frente a su omega abrazando su cintura.

_ perdóname fui un estúpido, Hoseok me lo advirtió, pero decidí ignorarlo.

_bueno no es solo tu culpa, él me lo advirtió también y al igual que tú lo ignoré.

el llanto de los cachorros anunciaba que era hora de comer.

_debo regresar, despertaron y seguro estarán hambrientos. - dijo dejando un beso en sus labios.

ambos entraron a la habitación y tomaron a los cachorros para alimentarlos, Jungkook le daba a uno de ellos su biberón, Jimin estaba aún muy sensible de sus pezones después de lo ocurrido el día anterior.

poco después ambos contemplaban a sus seis cachorros, mientras tres de ellos dormían satisfechos por la deliciosa leche, sus otros tres pequeños les daban su cariño a ambos; la sonrisa de Jungkook era de felicidad, Jimin le veía jugar con sus tres cachorros mayores.

ese momento que estaba viviendo era lo que siempre deseo en su vida, una manada y un alfa amoroso.

_ven amor, los niños quieren jugar contigo también. - dijo vistiendo su pantalón corto para jugar en la piscina, ahora sus cachorros eran hábiles nadadores.

_ve, cuidaré a los bebés. - dijo la señora Choi.

poco después los cinco jugaban en la piscina, una agradable mañana de juegos, un domingo como cualquier otro, un momento en familia que Jimin atesoraría por siempre y disfrutaría de esa paz mientras durara; Jimin miraba con amor a ese alfa que trajo un hermoso caos a su vida, dándole los momentos más hermosos de su vida.

Jungkook se acercó a él y lo besó, la dulzura de su mirada lo atraía como si fuera un potente imán, él lo ama con todo su corazón y sabe muy bien que ese amor es correspondido con la misma intensidad, sintiéndose bendecido acaricia los labios de su regalo de la diosa, ese hermoso omega de aroma tan dulce como la miel.

 FIN