Capítulo 17

154K 6.3K 7K
                                    

Lauren's POV

Desde la toalla, veía cómo Maia sacaba de la bolsa su nuevo juego de cubos y palas de tarta de fresa. Lo había elegido sin siquiera dudar en la tienda, y me había hecho demasiada gracia porque salió de la tienda con él sin esperar a que pagase. Cogió un poco de arena con la pala, y echaba ésta en el cubo, parándose a coger las conchas que habían caído y las mojaba en el agua para poder verlas bien. Luego, les daba un besito y las volvía a meter en el mar.

-Tu hija le da besos a los animales, Camila... -Susurré en sintiendo sus besos en el cuello, porque la pequeña no estaba mirando, sino que estaba demasiado entretenida en echar arena a su cubo. Ella soltó una risa, y me giré para mirarla sonriendo. -¿Qué pasa?

-¿Te estoy besando el cuello y me dices eso? –Sus manos se pusieron en mis mejillas. –Tienes que relajarte, no se va a ir corriendo al agua ni nada de eso.

-No la miro por eso... ¿Y si nos ve besándonos de esa forma? –Camila me miró con una sonrisa, sacudiendo la cabeza.

-Oye... Relájate. Está jugando con la arena, y nosotras ya tendremos nuestro momento de besarnos de esa manera. –Asentí apretando un poco los labios, y Camila puso la barbilla en mi hombro con un pequeño puchero. –Lo siento.

-No, no lo sientas. –Sonreí, girándome para darle un beso en la frente con una gran sonrisa.

-Sí lo siento, porque a nuestra edad no debería haber niños y tú... Estás con una chica que tiene una hija de cuatro años. –Camila suspiró y nos quedamos mirando a Maia que hacía figuras en la arena como tortugas, y aplaudía cuando conseguía hacerlas.

-No, es... Es genial. Valoro más cuando estoy contigo asolas al fin y al cabo, pero... Poder abrazarla y estar con ella merece la pena, ¿no crees? –Volví a mirarla, y estaba con la barbilla apoyada en mi hombro observándome con una sonrisa.

-Piensas como una madre. –Negué mordiéndome la cara interior del labio, intentando no sonreír.

-Sí... Es decir, no, no. –Negué otra vez para dar mi negativa con el ceño fruncido.

-Deja de hacerte la dura. –Me dio con el dedo en el brazo, que me hizo reír y sacudí la cabeza, porque la verdad era que Camila llevaba razón.

-¡Mila! –Sofi apareció por la orilla saludando a su hermana y Camila saltó de la toalla para abrazarla. Y fui tras ella de una manera más calmada. Maia se giró con la pala en la mano, sonriendo a Sofi. –Hola peque. –La pequeña saludó con la mano a Sofi, y se levantó apoyando las manos en el suelo.

-Hola tía Sofi. –La pequeña se acercó poniéndose a mi lado, y puse la mano en su mejilla mientras Camila hablaba con su hermana.

-¿Qué haces aquí? –Puso las manos en las mejillas de su hermana, sonriendo al verla.

-Vacaciones de Navidad. –Camila se puso las manos en la cintura con una sonrisa cerrando los ojos.

-Olvidaba que estás en el instituto y vas a cumplir quince años.

-Y tú veinticuatro.

-Y yo veinticinco. –Dije con el ceño algo fruncido, ladeando la cabeza.

-Yo cinco. –Miré a Maia que alzaba la mano con los dedos estirados, no pude evitar cogerla en brazos y darle un beso en la mejilla.

-Eres la niña más bonita del mundo. –Maia se encogió con las manitas en la boca, apoyando la cabeza en mi hombro.

-Lauren, ¿qué te ha pasado? –Sofi me señaló el labio, e instantáneamente me pasé la lengua por este, carraspeando.

a coat in the winter; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora