Capítulo 54

130K 5.6K 4.5K
                                    

Lauren's POV

—Mami... —Las manitas de Maia se movían sobre mi pecho. Mierda, me había quedado dormida en la cama de la pequeña.

—Ahora no Mai... —Me di la vuelta en la cama sin importarme, pasándole un brazo por encima para atraerla a mí. La hizo soltar una risa, acomodándose contra mi pecho. Maia comenzó a dar pequeños toquecitos con su dedo en mi mejilla, y abrí los ojos con el ceño fruncido, haciendo que la pequeña bajase la mano algo arrepentida. —¿Quieres que vayamos abajo con mamá? —Maia se apartó el pelo de la cara con las manitas, algo torpe.

Me bajé de la cama y le recogí el pelo mientras Maia se frotaba los ojos con las manitas, y luego, me miraba algo somnolienta. La cogí en brazos y se enganchó directamente a mi cuello, bajando al salón donde mis padres estaban hablando con Camila.

—¡Abuelo! —La dejé en el suelo y corrió hacia mi padre que estaba más cerca, y la cogió en brazos. Iba simplemente con una camiseta con un elefante dibujado delante, y es que en Miami el calor no era muy normal. —Mami se ha quedado dormida en mi cama. —Le dijo a mi padre mientras le apretaba las mejillas.

—Genial, creía que era un secreto Maia. —Ella se escondió entre los brazos de mi padre, abrazándose a su cuello.

—¿Te ibas a quedar dormida en vez de bajar a ayudarme? —Camila me señaló con el ceño fruncido, aunque en realidad no estaba enfadada y lo sabía.

—No, por supuesto que no cariño. Claro que no, qué cosas tienes. —Fruncí el ceño acercándome al carrito de Lucy, cogiéndola en brazos aunque hacía algunos soniditos con la garganta. —Voy a cambiarle el pañal.

—Ya está cambiada. —Camila finalmente soltó una risa, y miré a Lucy contra mi pecho que tenía los ojos abiertos al igual que la boca. Maia también reía con mi padre.

—Bueno, me voy con Lucy ya que es la única que me quiere aquí.

*

Maia había insistido tanto en ir a casa de sus abuelos que al final Camila cedió y la dejó irse a pasar el día allí y a dormir. Mientras, yo estaba en el jardín, tumbada en una hamaca con Lucy en mi pecho. Aunque estaba en unos aquellos bikinis que Calvin Klein me había regalado, Camila decía que era bueno que la tuviese así un poco cada día y a mí me encantaba hacerlo aunque no lo dijera.

—¿Te gusta tomar el sol, huh? —Con una mano sostenía a Lucy en mi pecho, que con aquél mes y medio de vida ya comenzaba a moverse algo más. Pero aunque ver a Lucy en mi pecho apretando sus puños y manchándome de baba era genial, a eso se le sumaba Camila caminando por el borde de la piscina.

Me puse las gafas de sol porque la luz me daba directamente en la cara y no veía nada, probablemente Lucy heredaría esa sensibilidad en los ojos. Camila andaba alrededor de la piscina con un bikini blanco que contrastaba con su piel tostada, morena, con las piernas largas y torneadas, brillantes por las cremas y... Solté un suspiro. Su culo. Parecía que no había tenido un bebé hacía un mes y medio, estaba justo como antes del embarazo. Aunque a mí me parecía increíble, a Camila no tanto. Hacía ejercicio, o eso me decía. No era como yo, pero lo suficiente para volver a estar así. De esa manera en la que la línea de su vientre bajaba hasta su ombligo, y sus pechos casi no cabían en aquél bikini.

Camila dio un salto en la piscina, zambulléndose de cabeza. Vi su sombra bajo el agua, apareciendo en el medio con los ojos cerrados para peinar su pelo hacia atrás. Era una auténtica modelo y ella ni siquiera lo sabía.

Salió de la piscina estrujándose el pelo para que cayese el agua sobre el césped, y vino caminando hacia mí.

—¿Está fría? —Pregunté yo, y ella frunció el ceño negando, agachándose a mi lado para mirar a Lucy.

a coat in the winter; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora