Pasado

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— Jack — Alguien me llamó. Me di vuelta para encontrarme con Caro.

— ¿si? — Pregunté.

— Estoy preparando la cena y hace un momento, viste la discusión de Elsa y el señor, se que ella no bajará a comer, ¿puedes llevarle tu la comida?.

— Claro — Dije- Yo se la llevó — Sonreí.

¿Será que por fin podré conocer a la famosa hija del señor?.
Fui con Caro hasta la cocina, ella me entregó un plato de comida, lo tomé y me dirigí hacía las escaleras, hasta que llegué a la puerta de la habitación, toqué dos veces y luego de unos segundos escuche...

— ¿Quién es? — Dijo una voz detrás de la puerta.

— Vengo a traerle la comida señorita — Dije.

— Oh — Pausó — ¿Puedes dejarla ahí?

— Emm claro — Busqué una mesa cerca y la encontré, coloqué el plato de comida ahí — Listo, está en la mesa junto a está puerta..

— Gracias — Dijo y no volvió a escucharse nada más.

Suspire y me di media vuelta regresando hacia las escaleras.

¿Cómo puede ser que en todo el día no pude ver ni una sola parte del rostro de la hija del señor?
Baje las escaleras y volví a la cocina donde Caro seguía cocinando.

— ¿Pudiste ver a la señorita?.

— No — Dije un poco decepcionado- no eh podido verla en todo el día — Suspiré.

— Ella también quiere conocerte — Me sonrió Caro.

— ¿De verdad? — Pregunte.

— Claro, a preguntado todo el día por ti. — Sonreí.

— ¿Cómo es su nombre? — Pregunté.

— Se llama Elsa — Sonrió.

— Bello nombre — Reí — y... ¿cómo es ella?

— Bueno pues — Tomó un plato — Ella es muy hermosa — Sonrió — Tiene un largo cabello, lindos ojos color azules de verdad es hermosa — Sonrió — Es dulce, talentosa..

— Vaya — Sonreí — Quiero conocerla..

— Y tarde o temprano lo harás Jack — Me dijo Caro.

— Eso espero — Susurré.

— Bueno, es tu descanso.

— ¿Ya? — Pregunté.

— Si, por ser tu primer día, además te ves agotado, porque no vas a recostarte en la cama.

Imaginarme el suave colchón que hacía pensar en salir corriendo a mi habitación y tirarme sobre ella, por fin podría dormir en una cama, no podía esperar, pero la realidad era que todavía necesitaba comer, tantas cosas por las cual quiero hacer desde hace meses.. ya eh olvidado la sensación de como se siente dormir en una cama.

— Me encantaría ir corriendo a la cama — Dije — Pero de verdad, tengo hambre...

— Me lo hubieras dicho antes — Exclamó — Ya te doy de comer.

Tomó un plato y allí sirvió un caliente arroz, al verlo la boca se me hizó completamente agua, se veía sumamente delicioso, apenas Caro dejó el plato ahí y comencé a comer.

— Y dime Jack, ¿de donde vienes? — Me preguntó.

— Mmmh — Dije con la boca llena, esperé a tragar y hable — Es una larga historia.

— Tengo todo el tiempo...

— Bien, pero.. necesito que no se lo digas a nadie.

— Mmmh de acuerdo — Dijo.

— Bien como empezar. yo vivía con mi padre, mi madre y mis hermanos y ¿cómo decirlo?, mi padre nunca me dejó hacer nada, siempre me decía que hacer, siempre me daba órdenes, a medida que el tiempo pasaba, yo me iba cansando, hasta que llegó el punto donde tenía 18 años, yo ya estaba cansado de mi padre, y pensé, tengo 18 años, soy mayor de edad, puedo hacer yo lo que quiera - Suspiré — Entonces, un día lo enfrenté - Pause — Recuerdo que yo le dije que estaba cansado de sus órdenes, me quería ir de la casa, entonces el me dijo que lo haga, que no le importaba, entonces me decidí y lo hice, me escapé de mi casa, pero prometí volver por mi mamá, entonces desde los últimos meses, eh vivido en la calle, apenas con un poco de comida, durmiendo en el suelo, me transformé en un vagabundo — Miré el suelo — Hasta hoy, cuando la escuché a usted y al señor hablando sobre que necesitaban un sirviente, era mi oportunidad de poder comer, dormir, tener un trabajo, para poder tener dinero y algún día volver por mi madre — Suspiré.

— Wow — Dijo Caro — Eso fue duro..

— No tienes idea.

— No te preocupes — Me abrazó — Aquí estarás mejor y ya no te faltara nada.

— Gracias, gracias también por el trabajo, no se qué estaría haciendo ahora sin esto.

— Agradece al señor, que el dio el si — Sonrió — Bien, ahora a dormir.

— Si — Reí — Que duermas bien Caro.

— Tu también Jack — Pausó — adiós.

Volteé y me dirigí al pasillo de las habitaciones, hasta que llegue a la mía, entré, saqué mis zapatos y me recosté sobre la cama, que increíble sensación.. Caro era una persona muy buena y muy gentil, en poco tiempo, siento como que si ya fuera mi segunda mamá, de verdad hoy fue un día lleno de sorpresas, pero aun falta algo, se me viene a la mente esa chica, la hija del señor... Elsa.

La dama y el vagabundo (Jelsa) ||Adaptada|| •TERMINADA•Where stories live. Discover now