La dama y el vagabundo (Jelsa) ||Adaptada|| •TERMINADA•

Despedido

Santa mierda ¿Qué era lo que hacía aquí?

—¡Papá! —grité lo más fuerte que había gritado alguna vez.

—¡Elsa! —mi padre gritó de la misma manera—. ¿Interrumpo algo acaso? —rió irónico.

—¿De qué hablas?

—No te hagas la tonta Elsa Arrendelle Wells –gritó rojo de furia

Creo que estábamos en problemas.

—¿Dónde quedó tú educación niña? —dijo disgustado.

—¿Disculpa? —pregunté mirándolo atenta.

—Tú educación —repitió—, ¿Qué clase de niña educada se anda besuqueando con uno de los sirvientes.

—Cariño, yo creo que... —comenzó Melanie.

—¡Tú cállate —le gritó.

Grité interiormente... esto no puede estar pasando, no a mí ¿Por qué mierda?

—Ahora hija mía —se volvió hacia mí sonriendo—, ¿Me explicarás qué es toda ésta mierda? —gritó de sorpresa.

—Señor, déjeme explicarle —intentó hablar Jack, pero rápidamente lo cayé.

—No Jack, es mejor que no digas nada —lo miré suplicante.

—Déjenme con mi hija, a solas... —miró a Jack como si quisiera asesinarlo—. Y luego hablaré contigo —dijo escupiendo fuego de su boca.

Melanie y Jack se fueron con la mirada baja, Melanie subió las escaleras y Jack a su habitación... ahora con mi padre; estábamos completamente solos.

—Papá, deja que te explique... —no pude terminar cuando de mi boca salió un fuerte grito... Él me había pegado una bofetada—. ¿¡Qué mierda te pasa!? —le grité.. y volvió a pegarme.

—¡A mí no me hablas así mocosa! —me gritó—. ¿Qué mierda hacías besándote con un sirviente? —comenzó a caminar de derecha a izquierda—, sabes... en mi luna de miel... un amigo mío me llamo —pausó—. Me dijo que había visto a mi hija y a uno de mis sirvientes, juntos —dejó de caminar y se paró frente a mí—. ¿Sabes qué vergüenza es eso? ¿Quieres hacerme quedar mal, acaso?
—¿Sólo te importa tú imagen, acaso? —dije y volvió a pegarme un bofetón.

—¡Yo estoy hablando aquí! —gritó.

Suspiré agitádamente, estaba en problemas, él había descubierto todo ¿Qué pasara con nosotros ahora? ¿Qué pasara con Jack?

—Papá —sollocé... pero me cayé al ver que levantaba su mano.

—Cállate —dijo rojo de furia—. Yo no soy tú padre y tú no eres mi hija.. así es lo que parece ¿verdad?

Al principio abrí mi boca, sorprendida de lo que había dicho, pero luego se transformó en una sonrisa triunfante— Tienes razón —le dije—, tú no eres mi padre —reí.

Pero al instante me arrepentí, me había vuelto a pegar, pero ésta vez más fuerte.

—No voy a permitir que usted siga pegándole a su hija —una voz hizo que me sorprendiera.

—Jack —lo vi... Él me miraba preocupado, pero a la vez se transformaba en enojo y furia cuando miraba hacia mi padre—. Vete Jack, por favor —le supliqué.

—No —se acercó más—. No voy a permitir que siga pegándote.

—No te metas en esto niño —gruñó mi padre—. Te dije que hablaría contigo luego.

—Escuche señor, no le parece que está siendo demasiado agresivo ¿así le pegará a su esposa? ¿Como siempre le pegó a su hija? —dijo... oh no.

—¿Perdón? —dijo mi padre—. Si le pego a mi hija es porque se merece un castigo, por todo lo que ha hecho.

—Hasta hace segundos no era tú hija —dije yendo junto a Jack, lo abracé y él a mí, de manera protectora contra mi padre.

—Está bien —suspiró mi padre—. Haré esto rápido —gruño.

Abracé más fuerte a Jack, ocultando mi cara en su pecho, temiendo por lo que pueda llegar a pasar.

—Desde hace bastante te deje muy claro que no te podías acercar a mi hija, sin embargo todo este tiempo estuviste con ella, veo que no te quedo claro niño —rio—. Por lo tanto, estas despedido, así de sencillo, te lo advertí hace mucho tiempo.

Note a Jack tensarse, cerré mis ojos fuertemente, mi padre lo había despedido... ¿Qué hará conmigo entonces?

—Quiero que ahora mismo te vayas de esta casa, y te alejes de mi hija —lo miró desafiante—. No quiero volver a verte nunca más... porque juro que si no lo haces, te llevare a un juicio niño.