Huída

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Suspiré y cerré mis ojos, estaba completamente nerviosa ¿y si mi papá a los segundos entraba a mi cuarto? ¿Ya estará buscándome?
Relájate Elsa seguramente mañana entrará en tu habitación, pero para eso yo ya voy a estar muy lejos...
Una mano se posó sobre la mía y abrí mis ojos encontrándome con la sonrisa que más amo.

—¿Estás bien? —me miro preocupado—. Estás nerviosa yo te estoy presionando, quizás debamos volver.

—De ninguna manera —tomé su cara entre mis manos—, estoy completamente feliz y relajada de estar muy lejos de allí.

—¿Estás segura? —me preguntó besando mis manos.

—Completamente Jack —besé sus labios—. ¿Por qué no duermes? —le pregunté—, también tienes derecho de hacerlo.

—De acuerdo —acarició mi cabello—, pero cualquier cosa que necesites me despiertas cariño.

—Si —sonreí enormemente al escuchar cómo me había llamado.

Sus ojos se cerraron y se escuchó su respiración tranquila... tome su mano al instante que coloqué mis auriculares, perdiéndome en el paisaje, mientras escuchaba canciones tranquilas.
Mientras miraba el paisaje, imaginaba cómo sería mi vida en adelante... me imaginaba casándome con Jack, teniendo preciosos hijos... y al instante sonreí, estaba emocionada de conocer a su madre, miré a Jack y sonreí con orgullo, él era increíble ¿Qué joven se marchaba de su hogar queriendo hacer lo que quisiera, pero prometiendo volver por su mamá? Se me revuelve el estómago al pensar que estuvo viviendo en las calles... acaricié su mejilla suavemente mientras dormía... éste precioso chico... ¿era mío?
El chico que siempre me consolaba mientras lloraba, el que me abrazaba, me besaba con todo el cariño, aquél con el cual choqué aquella noche... pero, sobre todo el que me salvó de cometer una locura ¿ese fue el destino? ¿Fue el destino el que lo mandó para que me salvara?
¿Qué pasaría si no hubiera llegado? Si no hubiera nadie quién salvarme... yo no estaría aquí.
Él era mi ángel, mi ángel guardián... yo creo que sin él; mi vida sería aún peor... Ahora tenía por quién luchar, tenía alguien por cuál mantenerme fuerte, él es mi futuro, lo quiero a él en mi futuro.

Tomé mi mochila y busqué entre mis cosas, estaba hambrienta, la última vez que lo hice fue esta mañana, cuando vino mi padre.
Maldito sea su amigo el que le llamó y le dijo de nosotros... me gustaría tomar una venganza, pero que va eso suena muy infantil.
Ojalá mi padre todavía estuviera en el caribe, muy lejos de aquí.

—¿Qué buscas? —una voz adormilada me sorprendió. Era Jack, lo había despertado.

—Oh nada amor, sólo sigue durmiendo, no quería despertarte.

—No es nada, además ya estoy bien, no quiero dormir más —rió y apoyé mi cabeza en su hombro—. Déjame adivinar... ¿Tienes hambre?

—Si —respondí apenada—. Por cierto, el desayuno que me habías hecho hoy estaba demasiado rico.

—Me lo hacía mi madre siempre de pequeño, te aseguro que cuando vayamos le pediré que te prepare y te encantará.

—¿Y dónde vive tu madre? —le pregunté emocionada.

—En Bradford —respondió mientras entrelazaba nuestras manos.

—Genial siempre quise ir ahí —le dije y rió.

—¿Nunca has ido?

—Eh bueno, mi padre no era de dejarme salir mucho.. a veces salía con Anna y... ¡ANNA! —grité y todos en el autobús se dieron vuelta a mirarme.

Al ver que absolutamente todos me miraban, bajé mi cabeza totalmente sonrojada de la vergüenza.

—Lo siento, ella no quería gritarlo —dijo Jack riendo nervioso.

Al parecer entendieron y volvieron a lo suyo.

—Dios mío —comencé a reír y me oculté en su pecho.

—Eres un caso perdido —carcajeó, pero no tan fuerte... no queríamos que todos nos miraran de nuevo.

—Oye —golpeé su hombro—. Te quiero —susurré en sus labios.

—No más que yo —me dio un pequeño besito.

—En serio, acabo de recordar a mi mejor amiga Jack ¿Cómo carajos le diré ahora?

—No le tienes que decir nada Elsa, nadie debe saberlo.

—Lo sé —bajé la mirada—, pero es mi mejor amiga Jack, es como mi hermana.

—Sólo dile que estás bien, pero no puedes decirle dónde y con quién estás —me pasó su teléfono.

—Está bien... pero ¿éste teléfono no te lo dio mi padre? —le pregunté asustada de que podrían rastrearnos.

—Le cambié el chip amor —rió—, ahora llama a Allie, pero no demasiado tiempo.

—Está bien —tomé el teléfono y comencé a marcar su número de celular, que lo sabía perfectamente de memoria...

La dama y el vagabundo (Jelsa) ||Adaptada|| •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora