Epílogo

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¿Quién iba a decir que ya soy completamente feliz?
Incluso estaba orgullosa de mí misma y de todo lo que había logrado.
Pero todavía no hablemos de mí. Quiero contarles; cómo fué la vida de cada uno de mis amigos desde que todo cambió.

Cristina dejó de trabajar para mi padre, pero prometió ir todos los domingos a prepararle su sopa favorita.
Ahora se dedica a pasar tiempo en su hogar, con su familia.

Mi padre y Melanie seguían viviendo en lo que era mi casa, pero habían decidido hacer unas remodelaciones.

Meses después de que todo se calmó, habíamos recibido la noticia de que Melanie estaba embarazada.
Al principio no sabía qué pensar de eso, pero después dije que estaba bien, a mi padre le haría bien y más feliz. Al fin y al cabo nadie lo abandonaría, además nunca me gustó ser hija única.

Punzie y Eugene terminaron juntos. Eugene le declaró su amor. Fueron a vivir a la casa de los sueños de Eugene.
Fué triste verlos partir, donde íbamos a separarnos, pero me puse feliz al instante, de que al fin ellos iban a seguir su camino juntos y siempre iban a estar sonriendo.
Me prometieron visitarme y espero que cumplan con su promesa.

Mérida se fue al norte de Francia, ya que su hermano la había llamado y le había propuesto irse a vivir con él. Mer aceptó con gusto, siempre amó Francia y ésta era su oportunidad.
Allí consiguió un buen trabajo, y por lo que sé, también encontró al amor de su vida.

Anna, bueno, ella se fué a Estados Unidos. Consiguió la beca de sus sueños, de estudiar en una universidad de allí, todos los días usualmente me llama, también fué duro separarnos, pero a pesar de todo, ella siempre será mi mejor amiga.

Y bueno... Nosotros; nos fuimos a vivir cerca de la mamá de Jack, mi papá y la madre de Jack nos ayudaron a pagar un departamento allí, sin embargo, nos fuimos allá después de que yo terminé la escuela. Y así lo hice, me gradué y estaba lista para comenzar la universidad.

Ahora, en donde vivíamos, yo asistía en la universidad mientras que Jack estaba cursando su último año, para graduarse y poder comenzar la universidad.
A veces me reía de él, porque yo ya iba en la universidad y él seguía en secundaria, luego él me correteaba por todo el departamento y me hacía cosquillas.

Maura, la mamá de Jack, cada domingo nos visitaba y cenábamos juntos, ella conoció a un hombre del cuál se enamoró. Al principio Jack no lo aprobaba, pero luego de conversar un rato, se dio cuenta que tendrían una buena relación.

Y así fué como todo se solucionó, yo me sentía feliz, pero de todos modos en algunas ocasiones me sentía un poco triste, porque estaba un poco alejada de mi familia.
Yo llamaba mi familia a Eugene, Punzie y Mérida, aún que ellos estén ya comenzando a vivir su vida y tomen caminos diferentes, nunca voy a olvidarlos.
Pero sobretodo la persona que más me hacia falta, era mi Nana, la que siempre me consolaba y estaba siempre para mí.
Ella siempre va a estar en mi corazón, y aunque no era una despedida para siempre, para mí algo así lo era. Ya no la vería todos los días como antes, pero eso era lo que me tocaba ahora.
Lo bueno es que podía contar con el apoyo de mi novio, Jack.

¿Qué haría yo sin él?

Jack gracias... porque yo sin tí no hubiera encontrado mi camino. Gracias por ser mi salida. Gracias por ser mi amor.

Al fin y al cabo yo encontré mi final feliz..: Mi paraíso.

Después de todo lo que sufrí, los problemas, las circunstancias, aprendí que todo tiene solución, y siempre habrá una salida.

Les agradezco a todas aquellas personas que siempre estuvieron para mí y que en toda mi vida siempre voy a recordar.

Creo que mi historia termina aquí, pero antes...

—Jack —lo llamé.

—¿Qué pasa? —levantó la mirada de su libreta.

Ahora mismo estaba estudiando para un examen, mientras que yo hacía un relato para la universidad, y así es, iba a usar mi historia.

—Ven un momento —le sonreí.

Se levantó de su asiento y caminó hacia mí.

—¿Qué pasa, amor? —me preguntó mientras tomaba mis manos.

—Yo... yo estoy escribiendo sobre mí; sobre toda mi historia —le sonreí y noté un brillo en sus ojos—. Estoy tan feliz de llegar hasta donde he llegado.

—Por supuesto —asintió—. Eres una persona muy fuerte, cariño —me dio una sonrisa—. Eso es lo que me encanta de tí. Superaste millones de problemas, y a pesar de eso, sigues con tu bellísima sonrisa —acarició mi mejilla.

—Tú también eres fuerte, Jack —lo miré—. Sobreviviste en la calle, escapaste de tu casa, y sin embargo, volviste a encontrarte con tu familia —le sonreí.

—Creo que los dos lo somos. Eso es lo que nos conecta —susurró en mis labios—. A pesar de que tú eras una dama; una chica rica. Eras dulce y gentil...

—A pesar de haber vivido en la calle. De haber sido un vagabundo... Tienes un corazón de oro...

—A pesar de que al principio pensábamos que eramos muy diferentes, hicimos conexión.

—Los dos sufríamos.

—Por lo mismo...

—Los dos queríamos lo mismo.

Libertad —dijimos al unísono.

—Pero yo encontré algo más bello que la libertad —susurró en mi oreja—. ¿Sabes qué es?

—¿Qué cosa?

—Te encontré a ti.

Me besó suave y lento. Nunca me cansaría de besar sus labios. Se sentía justo como la primera vez.

—Gracias por consolarme —lo besé.

—Gracias por sonreírme —también me besó.

—Gracias por salvarme de mis problemas —lo volví a besar.

—Gracias por quererme sin importar lo que yo era —dijo entre beso

—Gracias por salvarme aquél día.

—Gracias por chocar conmigo aquél día.

—Gracias por todo.

—Gracias por ser mi dama —me sonrió.

—Gracias por ser mi vagabundo —reí.

—Pero sobre todo, ¿sabes por qué gracias? —me preguntó levantando una ceja.

—Mmh... creo que lo sé.

—Gracias por existir —dijimos los dos al mismo tiempo. Luego nuestros labios se juntaron, hundiéndonos en un mágico y profundo beso.

«A pesar de las dificultades, uno puede ser feliz, encontrar su salida y su paraíso»
•La Dama y El Vagabundo•

La dama y el vagabundo (Jelsa) ||Adaptada|| •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora