Paseo

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Luego de ese increíble y mágico beso él me miró sonrojado provocando que internamente muera de ternura.

—¿Lo dices en serio? —me miró con asombro.

—¿No me crees? —reí.

—Es difícil creerlo —se rascó la parte trasera de su cabeza con ambas manos.

—¿Por qué? —pregunté confusa con lo que acababa de decir.  

—Yo vivía en la calle Elsa —suspiró—, era pobre, estaba sucio —pausó y volvió a hablar—, tú tienes dinero, eres hermosa, eres dulce —me miró— eres completamente perfecta.

—Jack —dije completamente roja—. Eres muy tierno —me lancé sobre él y lo abracé con todas mis fuerzas—. Te quiero y estoy completamente enamorada de ti —lo miré seria—. Y es lo ultimo que diré.  

—¿No me dirás que me quieres? —fingió un puchero jodidamente tierno, pero a la vez se veía completamente.. como decirlo.. ¿sexy? Sí. esa es la respuesta, Jack es maravillosamente sexy.

—Te quiero —dije y solté una risa traviesa.

—También te quiero princesa —besó mi frente—, mucho —dijo y besó suavemente mis labios.  

Suspiré como una completa enamorada y tomé su mano, enseguida en la mente se me vino la idea genial.

—Recorramos Londres —solté de repente—. Ya sé que ambos vivimos aquí desde hace bastante.. pero recorrer la ciudad juntos..

—Ya entiendo —me dijo y se acercó lentamente a mi oreja—, es más romántico —susurró y me derretí.  

Me levanté y me desperté, tenía un poco de sueño.

—Iré a cambiarme —le dije y le di un corto beso.

Me mostró una de sus increíbles sonrisas y asintió.
Subí corriendo hasta mi cuarto a buscar que ponerme..

Narra Jack.

—Cristina —le susurré y me acerqué—. Me dijo que también está enamorada de mí —le dije y la abracé.

—¡Dios mío! ¿hablas en serio? —sonrió y me abrazo más fuerte.

—¡Sí!, al principio no le creía —sonreí y metí mis manos en los bolsillos de mí pantalón—, pero luego sí, no lo sé —sonreí como un tonto.

—Créeme Jack —me miró—, ella está muy enamorada de ti —sonrió—, lo sé.

—Ahora iremos a recorrer la ciudad —le conté-  

—Eso suena muy romántico niño —terminó de secar los platos y se giró para verme—. ¿Quién diría que terminarían juntos? Ya de novios..

—Bueno, en realidad —pausé y suspiré—. No le he pedido que sea mi novia... todavía.

—¿Qué es lo que esperas? ¡Oh.. ya lo sé!, no me digas —me miró—. que sea romántico.

—¡Exacto! —me rasqué la nariz—, eso quiero..  

Quería continuar, pero no pude, ya que unos ruidos en la escalera se llevaron toda mi atención.
Allí estaba, tan hermosa como siempre, tan sonriente como todos los días, tan perfecta..

—Siento demorar —dijo ya frente a mí.. pude ver mejor que es lo que llevaba puesto.. un hermoso vestido.

—No demoraste corazón —dijo Cristina—. ¡Oh!, siento meterme —rió y salió de la sala dejándonos solos.  

—¿Te gusta? —me preguntó Elsa refiriéndose al vestido.

—Se vé hermoso en ti —tomé su mano—. ¿Nos vamos?

—Vamos —me sonrió y besó mi mejilla.

Salimos de la casa y rápidamente el increíble sol nos alumbro, era un día hermoso, perfecto para pasear y perfecto para pedirle que sea mi novia.  

Elsa suspiró y cerró sus ojos, disfrutando la cálida brisa que había.

—Qué hermoso día —dijo y me miró—, ¿no crees?

—Claro que lo creo —la abracé por la cintura.

—Al fin podemos estar juntos sin preocuparnos de mi padre —rió.

—Lo mismo pienso —reí—, pero de todas maneras hay que cuidar.

—¿De que hablas? —preguntó.

—No lo sé, quizás alguna persona de la fiesta pueda reconocernos.

—Claro que no Jack, es Londres, nadie va a reconocernos, no te preocupes por eso —me miró—. ¡Disfrutemos!

—Tienes razón —suspiré— nada de qué preocuparse.  

El resto del día seguimos recorriendo, pasamos por miles de lugares observando el lindo paisaje, de tanto caminar nos agarró apetito, así que decidimos en el próximo restaurante que crucemos, entremos y comamos a gusto.

Pero antes de entrar supe que debía hacerlo, tenía que.

—Mira, allí hay un restaurante —me dijo Elsa y apuró el paso. 

—Espera —le dije y se detuvo, me miró y se acercó.

—¿Qué sucede? —me miró confusa.

—Tengo una pregunta que hacerte —tragué en gordo—. Y–yo..

—Tú... –dijo mientras esperaba que yo continuara..

¡Ay mierda! Tendría que haber ensayado esto.

—Y–yo.. —pausé— ¿Yo te prendo?  

¡Joder estúpido Jack! ¿Qué acabas de decir?

—¿Qué? —me miró con los ojos abiertos como platos, y luego sus mejillas se volvieron de un rosa tierno, se había sonrojado.

—Si.. eso.. —dije nervioso.. no sabía qué carajos decir.

—¿Qué te parece si comemos?

—Claro —dije.. era lo menos que podía decir.

La dama y el vagabundo (Jelsa) ||Adaptada|| •TERMINADA•Where stories live. Discover now