Llegamos

954 101 3
                                    

Esperé y esperé ¿por qué no contestará su teléfono? Directamente me llevaba a la contestadora, así que le dejé un mensaje: —Anna, soy Elsa, quiero que sepas que te quiero muchísimo amiga, ya vas a enterarte de por qué te digo esto, te voy a extrañar...

Aunque quisiera escribirle millones de palabras y hacerle una gigantesca carta... no podía.

—¿Y? —me preguntó mi novio.

—Le dejé un mensaje en la contestadora —le sonreí—. No me contestaba.

Jack tomó mi mano y me dijo:

—Estamos por llegar a mi casa, no queda mucho.

—¿Estás seguro de que quieres ir a tu casa? —le pregunté preocupada—, ¿y tu padre?

—Yo creo que debo enfrentarlo... además yo ya soy mayor, no tiene nada para hacer contra mí.

Suspiré... él tenía razón, él ya es mayor, por lo tanto no depende de sus padres, él ya depende de sí mismo.

—¿Y dónde nos quedaremos? —le pregunté.

No me respondió por unos segundos, como si estuviera pensando qué decir.

—Eso ya lo veré, no te preocupes cariño —suspiró mientras me besaba la frente.

Pasó una hora más, donde hablamos, nos besamos y nos divertimos juntos, me di cuenta de que amaba a Jack, él es una persona tan increíble.

—Jack —lo llamé.

—¿Si? —se volteó a verme.

—Te amo —le susurré.

Bajé mi mirada cuando sentí dos manos levantar mi rostro.

—También te amo princesa —me sonrió.

—¡Oh Dios!, pensé que no me dirías nada —reí nerviosa.

—De hecho había pensado en decírtelo, pero pensaba que era muy rápido —sacudió su cabello.

—¿Lo fue? —le pregunté.

—No, porque los dos sentimos lo mismo, entonces es tiempo de decirlo —se acercó hacia mis labios—, y expresarlo.

Pero segundos antes de darme un beso, el autobús pego una fuerte frenada, dándonos un sacudón a todos.
Miramos hacia la ventana para ver si había sucedido algo, si se había ponchado un neumático, pero no... habíamos llegado.

—Llegamos —dije sonriendo.

—Así es —pronunció suave.

Noté que estaba nervioso... Tomé su mano y la entrelacé con la mía.

—Tranquilo, yo estoy aquí —besé su mejilla—, contigo.

Eso pareció a verlo tranquilizado, porque me regaló una sonrisa un poco más relajada.
Tomamos nuestras cosas y bajamos del autobús.

—¿Hacia dónde hay que ir?

—Mi cas... La casa de mis padres está a pocas cuadras de aquí —colocó una de sus manos en mi cintura—. Vamos, me muero de hambre.

Caminamos varias calles, yo observaba los bellos negocios y el bello paisaje de Bradford, había muchísima gente, caminando de aquí para allá.
Doblamos hacia la derecha, encontrándonos con una cuadra llena de bellísimas casas, caminamos un poco más, hasta que nos detuvimos en una preciosa casa de dos pisos, era completamente hermosa.

—Aquí es —susurró, mientras caminábamos por el pintoresco camino que llevaba a la gran puerta de entrada.

Cuando llegamos allí, el tocó el timbre, despacio, parecía asustado y muy nervioso.

—Jack, cálmate —tomé su rostro entre mis manos y le di un pequeño beso, cuando nos separamos, noté una persona en la puerta, miramos y allí estaba una hermosa señora, con un bello cabello castaño y ojos claros.

—Mamá —susurró Jack y me di cuenta de que ella era su madre... era hermosa y completamente adorable.

—Jack —susurró con lágrimas en sus ojos, como si no pudiera creerlo, Él se acercó y le dio un fuerte abrazo.

Di una sonrisa mientras ellos se abrazaban, se veían tan contentos y felices, me sentía muy emocionada por mi novio.

—Yo no puedo creerlo —dijo mientras lloraba, y sonreía.

—Te extrañe muchísimo

Incluso a Jack se le notaban vidriosos los ojos.
Luego del emotivo momento de ellos, ambos posaron su mirada en mí.

—Mamá, ella es Elsa —murmuró—, mi novia

Y sentí un cosquilleo en el estómago cuando él dijo eso.

—Mucho gusto linda —me sonrió acercándose—, eres hermosa... Soy Maura.

—Mucho gusto Maura, Jack me ha hablado mucho de usted —le devolví la sonrisa.

La dama y el vagabundo (Jelsa) ||Adaptada|| •TERMINADA•Where stories live. Discover now