La dama y el vagabundo (Jelsa) ||Adaptada|| •TERMINADA•

Películas

Narra Elsa

—Eres tan hermosa —besó mi mejilla—, novia —susurró en mi oído.

Íbamos de camino regreso a casa, no podía quitar la sonrisa de mi rostro, él es mi novio y yo soy su novia, aún no puedo creerlo, estoy feliz, más que feliz.

Luego de caminar unas calles más llegamos a mi casa, entramos y nos sentamos en el sofá.

—¿Quieres ver una película? —le pregunté.

—Me parece una idea genial —dijo y besó mis labios dulcemente.

—Ahora vuelvo —le sonreí y me levanté para caminar hacia el baño—. Busca tú la película —le grité antes de entrar al baño.

Entré al baño y me paré frente al espejo, así es como quería estar, con una sonrisa, no sentirme sola, estar junto a él, que siempre en los malos momentos me saca una sincera sonrisa.
Pero en unos segundos un pensamiento hizo que viniera la preocupación ¿Qué sucederá con mi padre? Si él se enterara probablemente despediría Jack, sólo por mí culpa.
Suspiré y comencé a pensar, acaba de casarse ¿Qué tal si ella lo hace cambiar? Me refiero a que él se vuelva más bueno y compasivo, si es así, yo podría decirle lo mio con Jack y él no se enfadaría... Pero creo que de eso no hay posibilidad.

Negué con la cabeza
Tienes dos semanas para pensar, pero sobre todo para disfrutar con tu nuevo novio, no lo desperdicies preocupándote por tu padre, el ahora esta muy lejos –sentí la voz de mi conciencia.
Tiene razón, claro, bueno, la conciencia siempre tiene razón.
Abrí la canilla y mojé mis manos con la fría agua, luego las llevé a mi cara, refrescándome así.
Luego tomé una toalla y sequé mis manos y mi cara.

Salí del baño volviendo a la sala con Jack, el cual estaba muy atento viendo unas películas.
Me acerqué y lo abrasé por atrás.

—¿Cuál dices que veamos? —le pregunté. Él me miró y sonrió.

—Pensé que podríamos ver alguna de estas —me mostró las tres películas—. ¿Cuál quieres ver?

—Ésta —señalé una de acción.

El asintió y se dirigió al DVD para colocarla, luego se dio la vuelta y se sentó a mi lado, pasando uno de sus brazos por mis hombros, atrayéndome hacia él.

(...)

—¿Interrumpo algo? –una voz detrás de nosotros interrumpió nuestro apasional beso.

Habíamos puesto pausa a la película, sólo para una sesión de besos.
Me alejé de sus labios y miré a la persona detrás de nosotros.

—Nana —dije al verla.

—Hola niños —nos dijo—. Acabo de llegar, y veo que... uh... todo bien —rió nerviosamente.

—Tenemos algo que contarle —le dijo Jack.

Ella asintió y se sentó en el sofá de a lado de nosotros.

—Cuenten —dijo.

—Somos novios —dijo Jack rápidamente. Cristina abrió sus ojos con sorpresa y luego sonrió alegremente.

—¿En serio? —preguntó acercándose.

—Así es —dije un poco roja.

—¡Ay niños! —dijo abrazándome fuertemente—. Felicidades.

—Nana, me estás matando —dije y me soltó mientras lanzaba una carcajada.

—Lo siento —nos miró—. Niños debo decirles algo.

—Dinos —dijimos al unísono.

—Hoy tendré una cena con mi familia —nos dijo—, y quería saber ¿ustedes quisieran ir o quedarse aquí?

Miré a Jack para ver qué respondía, sinceramente me encantaría ir a cenar en casa de la familia de Cristina, su familia es muy agradable y las pocas veces que fui pase un gran rato.

—¿Jack tú qué quieres hacer? —le pregunté.

—Lo que tú quieras princesa —me sonrió.

—¡Ay! —se escuchó a Cristina.

—Bueno ¿Qué te parece si vamos a cenar a la casa de mi Nana? —le dije.

—Me parece perfecto —me sonrió y luego le sonrió a mi nana.

—Perfecto niños, estén listos a las 7 pm, nos iremos a esa hora, antes debo pasar por la oficina de mi hermana —dijo en cuanto se levanto del sofá—. ¿Ok?

—Okey —dije y luego volví mi atención a mi novio—. ¿De verdad quieres ir? —le pregunté.

—Claro —dijo—. Parece buena idea ¿tu has ido antes?

—Sí, la familia es muy alegre —suspiré—. Ojalá así fuera la mía —bajé la mirada.

—Ey —colocó una mano en mi barbilla y levantó mi rostro para encontrarlo con el suyo—, no digas eso.

—Es la verdad —suspiré y luego me acerqué a sus labios—, pero gracias al cielo te tengo a ti —di un pequeño beso y luego lo abrasé—. Te quiero Jack —suspiré en su pecho.

—También te quiero princesa —dijo besando la parte superior de mi cabeza—. Ahora vuelvo —dijo y se levantó rápidamente del sillón.

Asentí y me recosté un poco, quizás debía tomar una pequeña siesta, estaba un poco cansada, bostecé y me acomodé, cerrando mis ojos lentamente.