La dama y el vagabundo (Jelsa) ||Adaptada|| •TERMINADA•

Desayuno

Nos encontrábamos en casa de la familia de Cristina, habíamos terminado de comer, Jack estaba sentado junto a mí, y los dos teníamos las manos entrelazadas, riendo de la divertida anécdota que contaba el hermano de Cristina.
Era raro estar de esta manera con Jack de las manos, mirándonos a cada segundo, estábamos tranquilos, gracias a que mi padre estaba muy lejos pero... ¿Qué pasará cuando vuelva? Esa pregunta no puede salir de mi mente.

Luego de la linda cena, volvimos a casa, me despedí de Jack con un dulce beso y subí hasta mi habitación, me quité mi vestido y me coloqué un pijama.
Fui directo al baño a lavarme la cara y quitar los pequeños fragmentos del poco maquillaje que tenía. Por último lavé mis dientes.
Rápidamente entré en mi cama largando un suspiro, bellos recuerdos me vinieron a la mente sobre hoy y un par de días atrás...;

"—Nunca creí... —susurró—, que me enamoraría de ti —me miró y sus ojos brillaron.

—Yo también estoy enamorada de ti —dije.

—¿Qué? —me miró.

—También estoy enamorada de ti.

Y al decir eso me sonrió, acercándose a mí, para juntar nuestros labios en un dulce beso.

—Te quiero —dije y solté una risa traviesa.

—También te quiero princesa —besó mi frente—. Mucho —dijo y besó suavemente mis labios—. Yo.. yo.. —hizo una pausa y volvió a hablar—. ¿Yo te prendo?

—¿Qué? —abrí mis ojos como platos cuando me dijo eso ¿A qué diablos se refería? Mis mejillas ardían, podía sentirlo."

Largué una fuerte carcajada al recordar eso, y luego vino el recuerdo más hermoso, que nunca podré olvidar...;

"—Elsa Arrendelle —dijo.

Parecía muy serio ¿Qué le pasaba?

—¿Serías mi novia? —preguntó de repente y sentí como por un segundo dejaba de respirar.

—Si —dije emocionada sin pensarlo dos veces y me lancé a sus brazos."

Sonreí ante esos recuerdos hermosos, cerré los ojos y rápidamente caí en un profundo sueño...

Me levanté temprano, tenía hambre y bastante, bajé hasta la sala y luego me dirigí hacia la cocina, abrí la heladera y nada ¡maldición! Había comida, pero sólo para preparar, y digamos yo no era muy buena en eso.

—Te prepararé el desayuno —una voz me asustó.

—Jack —reí al verlo—. Me asustaste.

—Lo siento —me sonrió—. Nos prepararé el desayuno —se acercó y me besó en la frente—. Buenos días princesa.

Tosí falsamente y él me miró.

—Te falto aquí —señale mis labios, el sonrió, se acercó y me dio un suave beso.

—Mmh, si, buenos días —dije y reímos juntos.

Lo observé mientras preparaba el delicioso desayuno, se veía tan hermoso cocinando, parecía todo un profesional.

—Y.., creo que está listo —suspiró y luego de unos movimientos, mi desayuno y el suyo estaba en el plato—. Espero que te guste.

—Yo creo que si —toqué su nariz—. Ven, comamos en la sala.

Caminamos hacia allí y dejé los platos sobre la mesa de café, encendí el televisor y me senté, tomando mi plato, ansiosa por probar el desayuno que me había preparado mi novio.
Justo cuando estaba por llevarlo a mi boca, lo observo con los dedos cruzados y con cara de desear que estuviera rico, reí y llevé un trozo a mi boca.
¡Oh dios! Estaba completamente delicioso, suave y calientito.

—Mmh Jack —ronroneé—, está delicioso.

—¡Uff! —suspiró—, menos mal.

Largué una carcajada y me acerqué a sus labios, pero antes de darle un beso, la puerta principal se abrió de golpe, rápidamente me separé de él para ver quién estaba en la puerta... era mi padre.