▪Agente 201▪

Cap.O8

Cuando el reloj marco el medio día, salí de casa para poder caminar un rato y despejar mi mente. Encendi mi teléfono para marcarle a Harry, pero en ese momento no tenía señal, caminaba en busca de señal entre los pastizales, pero era en vano.

—Deberías dejar ese teléfono un momento.—escuché aquella voz gruesa, me gire y vi a Austin cabalgando a caballo.

—Solo intentaba llamar a un amigo.—reí un poco, Austin bajo del caballo y se acercó a mi.

— ¿Un amigo o tu novio?—su rostro se tornó un poco serio.

—Yo no tengo novio, soy pésima teniendo una relación.—me senté sobre el césped verde.

—Yo no creo que seas mala.—Austin se sentó aun lado mio—Solo te falta práctica.

— ¿Práctica?—reí incredula ante lo que había dicho él.

—Sí, nunca sabes cuando el amor puede llegar a tu vida.—se giro para verme y me miro directo a los ojos, unos ojos verdes en los cuales te podías perder en un instante.

—El amor no esta en mi vida.—desvie la mirada hacía el paisaje de los pastizales.

—Eres la primer chica que no busca a su príncipe azul.

—No necesitó un príncipe para proteger me, yo soy una chica independiente.—ambos reimos por las cosas que decíamos.

—Siendo sincero eres una chica muy graciosa.—me dedico una de sus encantadoras sonrisas.

—Normalmente no me gusta bromear con la gente que no conozco, pero hay algo en ti que provoca un alivió en mi cuerpo.—tomé mis rodillas con mis manos y mirando hacia mis zapatos.

—Debe ser difícil para tu padres que tú no convivas con la gente.—recordé cuando mi madre me sacaba al jardín para que pudiera convivir con las personas, pero solo me escondía detrás de ella, puesto que siempre me ponía nerviosa delante de todos, eso fue antes de que ella falleciera.

—Mis padres murieron cuando era una niña.—note como su rostro se tensaba ante mi respuesta, rasco su nuca y me dedicó una sonrisa de lado.

—Yo... Lo siento.

—No importa, aun así tengo al mejor padre adoptivo del mundo.—recordé los momentos en los que solía pasar con Richard desde que llegue a su vida.

— ¿Cómo puedes ser tan dulce?—me dedico una sonrisa encantadora mientras me miraba a los ojos, sentí un cosquilleo en mi interior.

—Yo no soy una persona dulce, tu haces que sea dulce.—sentí como mis mejillas ardían, al decir algo que ni siquiera había pensado, solo lo había dicho. Él me miro de una manera dulce y tierna, mientras que en su rostro se dibujaba una sonrisa. Se acercó lentamente hasta mi rostro y sentí como mi pulso se aceleraba de una manera drástica.

—Nos vemos en casa.—susurró cerca de mi oído para depositar un beso sobre mi mejilla, se levantó de su lugar y volvió a cabalgar a su caballo e irse.

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Nuevo capítulo espero que les gusté. :3
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