Capítulo 11: Dudas (Lunes)

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"Sí te da miedo mirar hacia atrás o te da pánico mirar para adelante, mira a tu alrededor y encuentra la seguridad que debes tener" 

Era lunes por la mañana, y en el ambiente se podía oler las tostadas recién hechas por Nana,  se escuchaban los gritos de los niños, una que otra palabra de cariño de Iemetsu y el olor a café expreso de Reborn. Parecía un día común y corriente si no hubiese sido por el sonido de muchas cosas cayendo desde el cuarto de Tsuna de manera estruendosa. Todos pararon de hacer sus cosas y fueron a ver lo más rápido que podían subir. No se podía negar que Iemetsu y Reborn estaban enojados con el castaño pero se seguían preocupando por él. Nana fue la que primero logró entrar ganando la carrera a todos y lo que encontró no le gustó para nada.

-¡Mamá has que no entren!- gritó un castaño que sangraba por las cicatrices de los sellos que tanto se había esforzado en ocultar y tumbado en el piso sin poderse levantar con su escritorio dado la vuelta y un montón de papeles regados -¡POR TODO LO QUE QUIERAS QUE NO ENTREN!- Nana no dijo nada más y salió del cuarto; cuando alzó su mirada pudo ver que todos le exigían respuesta. Reborn ocultaba su mirada bajo la fedora y Iemetsu le miraba como nunca le veía, con ojos serios y molestos. Bianqui se le acercó y le preguntó delicadamente.

-¿Es eso?-recalcando la última palabra.

Nana asintió con la mirada y cuando miró para otro lado vio a un asustado Fuuta, pero no podía moverse, si se movía ellos entrarían viendo el actual estado de su pequeño.

-Nana, por favor, nos explicas que es "eso"- Iemetsu sonaba serio, un  escalofrío le recorrió la espalda de la castaña.

-¿Por qué te preocupas por entrar querido? Él está bien, solo se cayó, como siempre- una sonrisa apareció en su rostro, pero esto no logró calmar a Iemetsu.

-No te incumbe Nana, además tenemos que hablar muy seriamente con él- Iemetsu iba a pedirle que se moviera de la puerta pero Bianqui y Fuuta se pusieron también delante de ella.

-No entiendo por qué Iemetsu, se supone que ayer estabas enojado con el Dame-Tsuna, y bien sabes que él siempre es torpe y se cae mucho- Bianqui sabía que algo tenía que hacer para darle tiempo a Tsuna.

-Bianqui será mejor que te apartes de esa puerta si no quieres salir mal- esta vez hablaba Reborn con un tono muy enojado.

-Reborn no...- Fuuta fue interrumpido.

-¿Qué es este escándalo frente a mi cuarto?- Tsuna salía con el uniforme del colegio, solo que algo no pasó desapercibido y es que Tsuna tenía guardado algo debajo del saco ya que un bulto mal disimulado se podía observar.

-Dame-Tsuna, dime ¿Qué ocultas bajo ese saco?-dijo Reborn apuntándole con una pistola de calibre de 9mm y no con León; estaba molesto. Nana iba a hablar pero fue Tsuna quien le respondió

-Reborn, no es de tu incumbencia, y si me dan paso necesito ir a comer, hoy comienzo exámenes finales.

Se abrió paso, pero algo tomó a todos por sorpresa, Iemetsu había alzado su mano para darle un puñete a Tsuna, cosa que casi lo logró si no fuera por la rápida reacción de Tsuna, haciendo que la coleta que siempre llevaba oculta se mostrara junto con el tatuaje de las alas negras en su cuello y dejara también la mano del castaño deteniendo el puño de su padre. Todos quedaron estupefactos al ver esta rápida acción.

-¿Cómo...?

Iemetsu recordaba que su pequeño nunca había podido con sus golpes ni por más leves que fueran, y ahora que le iba a pegar con todas sus fuerzas él simplemente le detenía. El sonido de unas balas sonaron en el aire, y cuando todos reaccionaron en la pared había tres orificios y en el piso tres balas aplastadas.

No todo es lo que pareceWhere stories live. Discover now