Capítulo 33: Mis últimas lágrimas

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"Mueve a tu peón sin consideración, mueve tus torres en son defensa, que tu caballo sea tu informante y el alfil sea quien te abra la ruta; pero a la reina protégela y duda de ella, que su libertad de movimiento te puede llevar a tu victoria tanto como a tu derrota"


Xanxus salió junto con Dino de la mansión a donde Enma se llevó a todos con su Gravita della Terra, al parecer ningún enemigo o aliado se podría levantar de donde estaban mientras que el peli rojo caminaba de un lado para otro con su mano que despeinaba sus cabellos y con la otra jugaba con una pistola plateada que se había quedado sin balas, parecía ansioso y preocupado. Cuando los vio se aproximó rápidamente ante ellos.

-¿Mataron a Ángelo? ¿Anastasia? ¿Cómo está ella?- su rostro mostraba total preocupación –esperen ¿Y Tsuna?

Dino iba a abrir su boca para poder decir algo que explicara la acción del castaño, pero sintieron como unas bombas a lo lejos se acercaban a ellos. Enma ejerció más fuerza en los enemigos logrando que algunos gritos desgarradores se escucharan.

-Será mejor que hagamos algo respecto a esto antes de que... -un tiro le pasó rosando la mejilla, levantó su mano y se vio la sangre que de su cara caía -... mejor comencemos.

Enma eliminó su prisión de gravedad y permitió el libre movimiento de las famiglias. Varia tomó instantáneamente una barrera para que ni aliados ni enemigos pasasen a ayudar y la pelea se tornó cada vez más dura. Al estar en las afueras de la mansión rodeada de un bosque existían varias formas de que por parte y parte sepan esconderse de la mejor manera.

Los diferentes ataques eran constantes y seguidos, Gokudera intentó cruzar la línea de fuego y sintió como una bala se incrustaba en su pierna, se había descuidado. No perdió el equilibrio fue gracias a que Yamamoto le atrajo a él para que se arrimara en su espalda. No gritó, pero ya había sido un largo tiempo en el que no sentía que algo cortara su piel. El de cabellos café lo llevó a uno de los árboles más alejados donde se reunieron con Nana que abrazaba a los niños e Iemetsu que junto con Basil vigilaban que nadie se acercara a hacerles daño.

-¿Los demás?- preguntó Gokudera modulado su voz por el dolor que sentía.

-Están acercándose, parece que los Varia están ayudando- dijo Yamamoto dejándolo sentado arrimado a un tronco –Squalo me salvó de una, me dijo que son más de lo que parecen y que es mejor que protejamos a los que están indefensos. Ryohei, Mukuro y Chrome ya deben estar viniendo con ellos.

-¿Y Hibari?- Gokudera se sostenía la pierna, no le habían dado en ninguna parte importante, pero dolía como mil horrores.

-Preocúpate en concentrarte en vez de divagar, herbívoro.

Dichas estas palabras llegaron los antes mencionados junto con los guardianes de la familia Shimon y Yuri con Lal y las chicas, se sentaron y las ex arcobaleno atendieron a los heridos, que eran casi todos. Los disparos no cesaban y ya se comenzaron a preocupar por su cielo que seguía dentro de aquella mansión, el de cabellos plateados solo tuvo que ver sobre su hombro para ver como varias personas con terno y símbolo de Vongola ayudaba en esa pelea, era una escena para nada agradable, peor aún después de años de una supuesta paz.

-Mi pequeño – la voz de Nana les recordó que el castaño estaba solo por lo que parecía.

Xanxus, Dino y Enma se pusieron espalda contra espalda, miraban y no recordaban que ese bastardo tuviera tanta gente a su lado, luego recordaron en la mansión a ese capo muerto y la supuesta amenaza.

No todo es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora