Capítulo 20: Chocante Verdad

1.9K 151 38
                                    


"Querido destino, párale los pies al reloj, borra lo ya escrito en la piedra y déjame ver su rostro por última vez"

Estaban planeando lo primero que se les venía a la mente para encontrar al menor cuando escucharon el grito del cielo, no dudaron en correr en esa dirección. El grito de seguro le lastimó sus cuerdas vocales ya que había provenido desde el otro extremo de la ciudad. Reborn, a pesar de no estar acostumbrado a su nuevo cuerpo fue el primero en llegar, la escena fue dolorosa, fue desgarradora. Los demás que llegaban de la cerrera para llegar a ese lugar se quedaban de igual manera que el azabache; no podían creer lo que sus ojos les mostraban.

-No es cierto- susurró el tutor.

Su alumno estaba tirado en el suelo, sosteniendo el cuerpo sin vida del anterior jefe Vongola, de su amigo. El torso desnudo del castaño dejaba a la vista sus tatuajes y sus cicatrices; la cruz, las alas, el nombre del hombre que le arruinó su vida. El cuerpo del anciano era sostenido en los brazos del joven que le nombraba con la esperanza de que su cuerpo reaccionara.

Las chicas llegaron junto a los capos que, por su debilidad corporal, no pudieron llegar a la misma velocidad del resto. Apenas vieron esto pararon sus piernas de inmediato. Las chicas se taparon sus bocas para evitar sus gritos y el vómito por ser la primera vez que veían a alguien muerto. Era la primera vez que ellas veían el tonificado cuerpo del castaño de tal manera, tan destrozado, sangrando por todos lados. Era la primera vez que veían al tan mencionado "abuelo" italiano.

Los capos se abrieron paso entre los presentes, Xanxus fue quien abrió sus ojos dolorosamente y sintió como su corazón se rompía. Frente a él estaba el cuerpo de su padre, aquel que le había aceptado y perdonado. Sus pies caminaron inconscientemente donde el cuerpo inerte, sus rodillas rosaron el suelo al lado contrario donde estaba el castaño diciendo su nombre.

-¿Viejo?- susurró con su mirada bajo su pelo –Viejo, deja de jugar, ya estoy aquí- sus palabras calaban dentro de los corazones de todos los presentes –Ya estamos todos, levántate y muestra tu estúpida sonrisa.

Squalo se acercó a donde estaba él, pero no hizo más que quedarse atrás de la espalada de su jefe, él necesitaba analizar bien la situación, pero aun así, el dolor en su pecho era doble.

-Xanxus- susurró su amigo.

-¡VAMOS, LEVÁNTATE COMO SIEMPRE LO HACES!- le arrebató el cuerpo al menor que se quedó con un hueco en su corazón, ahora él lo tenía de sus hombros, zarandeándole –MUESTRA ESA SONRISA A ESTA ESCORIA....-silencio-...muéstrame una vez más tu sonrisa- arrimó su cabeza al pecho lleno de sangre de su padre –vuelve a abrazarme como cuando tenía pesadillas- y con la voz mucho más baja, rompió el corazón de todos –despierta, papá- fue la primera vez que su rostro rebeló amargas lágrimas –al menos despídete.

Xanxus, el siempre fuerte de actitud déspota estaba ahora arrodillado, derrumbado frente a la imagen de quien lo crió y cuido. Reborn miró para otro lado, eso dolía demasiado. Gokudera sentía que todo se derrumbaba frente a sus ojos, ese señor que le abrió las puertas de su familia cuando había escapado de la suya estaba frío, tumbado en el piso.

Fue Nana junto a Iemetsu que se acercaron dónde estaban ahora los dos últimos líderes de Vongola. Despacio, su padre se sacó su leva y la puso sobre el desnudo torso se su hijo mientras Nana intentaba levantarle del suelo, Tsuna regresó su mirada a ellos y los abrazó de inmediato, su llanto fue el de un niño pequeño, era el mismo que había sido antes. Eso fue lo último que vieron del menor por esa jornada ya que el castaño cerró sus ojos y se desplomó cual última hoja de otoño en los brazos de sus progenitores.

No todo es lo que pareceWhere stories live. Discover now