Capítulo 19: Allá donde brillan las estrellas

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"Dime te quiero esta noche y abrázame antes que el sueño se acabe."

Dentro de la fiesta, la música estaba a todo volumen y los cuerpos seguían bailando, todo mientras ciertos chicos se aseguraban de buscar en cada rincón algo que podría provocarles un mal sabor de boca. Dino se acercaba despacio entre tanta gente para ver si podía hablar con su hermano sobre su medicación y una llamada urgente de Jasid con la mala noticia de un retraso de más de una hora en el vuelo de Shamal. Se acercó a donde estaba Enma, pero paró al ver que este daba órdenes a sus guardianes, cuando se fueron sus guardianes aprovechó para acercase a él.

-¿Sabes dónde está Tsuna?

Su vista se posó directamente a sus ojos, la sed de sangre volvía a ese cuerpo del chico amable.

-Se fue a dejar a Nicole en la puerta para que se retirase a su casa- le miró fijo y frunció el ceño -¿Para qué lo buscas?

-Para notificarle que el viaje de Shamal se retrasó desde Italia por fallos del avión- se sentó a lado del peli rojo -¿Por qué fue a dejar a Nicole? Aún no vamos ni por la mitad de la fiesta- preguntó mientras comenzaba a tomar un trago de la mesa.

-Me encontré con un chico idéntico a Ángelo- miró para una ventana mientras Dino escupía lo recién tomado –Es mejor prevenir que lamentar.

-Sí, en eso coincido y por eso mismo ahora tengo que hacer la última pregunta –se acercó al borde de la silla y sus manos arrimadas en los antebrazos -¿Cuánto tiempo es desde que se fue a dejar a la chica?

Los ojos de Enma se movían de un lado a otro mientras pensaba, como queriendo recordar o hacer cálculos y sin resultado alguno, solo hasta que su cerebro prendió un foco él no encontraba la respuesta.

-Ya han pasado más de treinta minutos- Su rostro se alarmó.

Se miraron fijos y asintieron. Rápidamente se movilizaron a cerciorarse de que todas las puertas estuviesen seguras, después, irían a buscar a Tsuna.




Un disparo le llegó, maldijo con todo su vocabulario mientras se resguardaba detrás de un muro para protegerse de su contrincante. La bala le había cruzado la pierna. ¡Genial! Ahora tenía una cicatriz más en el cuerpo. Se asomó y lo vio sin resguardase y como si no tuviera miedo de ser herido.

-Maldito hijo de puta- murmuró mientras intentaba recargar su pistola.

Ahora que había vuelto a lanzar esa bomba retenedora de llamas no le afectaba, ya que desde el incidente portaba con él armas de muchos calibres.

-Te escuché, ratoncito- le daba asco ese tono meloso con el que le llamaba.

Rompió un poco de su terno y se realizó un torniquete para detener la sangre, se limpió la herida e intentó arrimarse. Bien, aún podía caminar. Volvió su vista, solo la cabeza y su pistola lista para disparar a su enemigo, no estaba ahí.

-Pequeño, se supone que tienes que ver también en otros ángulos ¿O es que no te lo enseñó Reborn?

Volteó con una rapidez y le disparó, el muy desgraciado sabía moverse bien. Su rostro estaba sudando y con algunas raspaduras, la pelea comenzó después de intentar "rajarle" el vientre a su enemigo. Iba a llamar a Dino para asegurarse de la seguridad de todos, solo que tenía que deshacerse de ese intento bobo de ángel.

-¡Lo que me haya enseñado Reborn no es de tu incumbencia!- le gritó, esta vez le lanzó unos cuchillos que fueron detenidos a mano limpia cortando su palma.

No todo es lo que pareceTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang