¿Será...? (Fanfic Percabeth) (En Edición 54/89)

Capítulo 29

Annabeth PoV:

Frente a mí, está mi hermano Malcom.

Cuando lo vi, corrí hacia el, quien abrió sus brazos para recibirme y comenzó a darme vueltas, lo extrañaba tanto, no lo veía desde hace como un mes, que es cuando volví de Miami, dónde el vive y de vez en cuando va a revisar la casa a la que vamos los Grace y yo.

Por fin me bajó, con cuidado de que no perdiera el equilibrio. Ha pasado antes.

-Te extrañé.- Dijo abrazandome.

-También yo Malcom, ¿Cómo supiste que estaba acá?-

-Tu padre me dijo. Queríamos darte una sorpresa.-

-¿Por qué viniste?-

-Tengo una misión mañana en la tarde.- Susurró a mi oído lo que me hizo reír.

-Será nuestro secreto.- Me separé de él y comencé a acercarme a Percy. -Percy te presento a Malcom. Malcom él es Percy.-

- Hola Percy, un gusto conocerte.- Dijo mi hermno con una sonrisa.

-Igualmente.- Dijo el peligro algo molesto.

-¿Estás bien?- Pregunté.

-Por supuesto, por que no lo estaría.- Dijo con el mismo tono.

-Iré por mis cosas, vuelvo en seguida.-

Entré a la casa, subí las escaleras a buscar mis cosas, pero Percy me siguió.

-¿De dónde lo conoces?-

-¿A quién? ¿A Malcom?- Asintió. Creo que está celoso. -Desde hace muchos años. Desde antes de conocer a Jason.-

-¿Así? Bueno creo que es mejor que te apures, debe estar esperándote.-

-Lo sé.-

Volví a bajar las escaleras, me despedí y les agradecí a todos por su hospitalidad y salí donde estaba mi hermano.

-¿Te sorprendería si te dijera que ese chico está celoso?- Me preguntó.

-No me sorprendería en lo absoluto, me siguió cuando fui por mis cosas, y me hizo una escenita. O eso creo yo.-

-¿Crees que amenazará tus planes? ¿Debo preocuparme?-

-Para nada, todo está saliendo tal cómo yo quiero. Percy es mi objetivo.-

-Suenas tan calculadora.-

-De seguro extrañabas eso.-

-Pero claro, ¿Qué es la vida sin una estratega a mi lado?-

-Creo que tu novia debe ser una estratega.-

-Así parece, ¿Será por eso que nos llevamos tan bien?-

-Espero que no. Me gusta pensar que quiero a mi hermano y nos llevamos bien por eso.-

-A mi también. Annie, cuando lleguemos me debes mostrar tu vestido.-

-¿Por qué? ¿Debes aprobarlo?-

-Debe ser algo digno de una reina.-

-¿Y qué si no? Quedan pocos o ningún vestido en las tiendas, muchas escuelas tienen su baile de bienvenida por estos días.-

-Ya verás que haré.-

-Genial, ahora te las das de misterioso. Cuando será el día en que te vea sin que estés en tus faces extrañas.-

-Algún día hermanita.- Le saqué la lengua, si soy muy infantil, sobre todo con mi familia cercana, no me atrevería a sacarle la lengua a nadie si esta mi madre presente.

Llegamos a casa, dónde saludé a todo el mundo, incluyendo a Helen, ver a mi hermano me había puesto de muy buen humor.

Luego fuimos a mi cuarto, más específicamente, a mi armario, para mostrarle el vestido que compré hace unos días, el día que fui con Piper y Hazel al centro comercial. El mismo que le mostré a mi padre, el de color crema con tirantes y escote en V, con un lazo a la altura de la cintura.

-Me gusta, pero no creo que sea digno de una reina.-

-¿Tu puedes conseguir algo mejor? Recuerda que el baile es mañana.-

-Afortunadamente existen tiendas de vestidos de fiesta en Miami, y tal vez, sólo tal vez, se me ocurrió entrar a alguna a ver si encuentro algo que me atraiga bastante. ¿Este concurso es por votación?-

-Lo es, pero ¿eso quiere decir que compraste un vestido?-

-Pero claro, recuerda que debe ser algo que llame la atención, de todo el mundo, no sólo de ti o de tu padre. Debes causar impacto. Espera aquí, ya vuelvo.-

Salió de mi habitación, mientras que yo colgaba nuevamente el vestido, deseando ver el que me trajo mi hermano. Estoy muy emocionada de que llegué mañana.

-¡Buenas tardes ricitos!- Gritó mi vecino. -¿Dónde estás?-

-Aquí, en el armario.- Dije.

-Lo lamento querida, juré que jamás entraría al armario de una mujer.-

-¿Por qué?- Dije saliendo.

-Tengo cerebro.-

-Mi hermano si entra.-

-¿Quiénes los enanos o Malcom?-

-Malcom, aunque pensándolo bien, estamos hablando acerca de mi vestido de mañana.-

-¿Sabes qué? Volveré luego. Saluda a Malcom de mi parte.- Y comenzó a caminar hacia la puerta.

-¿A qué venías?-

-Estaba aburrido en casa.-

-Si es por eso, ve al cuarto de los enanos, deben estar jugando videojuegos.-

-¿Y Helen lo permite?-

-Ella no lo sabe.- Rió.

-Claro. Suerte.- Dijo antes de desaparecer por la puerta.

Salió y yo volví a mi armario, tratando de imaginarme que diablos consiguió mi hermano para mí. Diría que cómo es hombre no debería saber mucho, pero formó parte de las "clases de moda" que contrató mamá hace unos años, aprendió bastante y me ha regalado mucha ropa hermosa.

-¿Qué te parece?- Preguntó Malcom detrás de mi. Me di la vuelta y quedé completamente enamorada de ese vestido.

-Malcom es... perfecto.-

-Sabía que te gustaría. No tengo mal gusto, ¿no crees?-

-Tienes un excelente gusto. Dame, lo voy a guardar. Ahora si no ganó con esto, mis compañeros están ciegos.-

-Ciegos y sin gusto.- Ambos reímos.

-Bueno querido, mañana es el baile y tengo clases en la mañana, quiero tener un sueño de belleza.- Dije conteniendo la risa.

-Desde cuando tú tienes sueños de belleza, no lo necesitas. Eres hermosa sólo así.- Sonreí y lo abracé.

-Gracias Malcom, por estar aquí cuando te necesito.-

-Por nada, para mi es un gusto, disfruto mucho estando a tu lado.- Se separó de mí y fue a la salida. -Buenas noches.-

-Buenas noches.- Respondí, y salió.

Me quedé otro rato más admirando mi vestido, es muy hermoso, estoy deseando que llegue mañana luego, para poder usarlo, lograr ser la reina, desterrar a las tres brujas y demostrar que no se requiere dinero para ser popular.

No importa de donde vengamos, importa quienes somos y qué es lo que somos.

Me preparé para dormir, dar por terminado este día y comenzar el próximo lo antes posible.