¿Será...? (Fanfic Percabeth) (En Edición 54/89)

Capítulo 84

*De vuelta a la mañana*

Annabeth PoV:

Hoy es la condenada fiesta de Neptuno, y aún sigo sin deseos de asistir. Mi hermano llegó hace dos días, y él se veía animado ante la idea de hacer las pases con Neptuno, tanto que me trajo un vestido de Miami, muy lindo a decir verdad, y como me lo trajo Malcom, no me podía negar.

Bajé a desayunar después de levantarme, más bien, después de despertar, porque no me molesté en cambiarme de ropa para quitarme el pijama. Al parecer no tenía una cara muy buena porque llamé la atención de todos ahí.

-Vaya hermanita, parece que te levantaste con el pie izquierdo.-

-Cállate.- Le respondí, él soltó una carcajada así que lo fulminé con la mirada.

-Si las miradas matasen, yo ya estaría bajo tierra.- Dijo entre risas.

-Déjala Malcom.- Dijo mi papá. -No es un día que haya esperado con impaciencia.- 

-¿Por qué?- Preguntó él.

-La verdad es que no lo sé.-

-Tú si lo sabes hermanito, ya te lo dije y eres el único que sabe.- Dije en griego para que no hagan más preguntas. -¿Puedo desayunar en mi habitación?-

-Claro hija, pero no pienses que podrás escapar de la fiesta.-

-Ya no me quedan esperanzas.-

Tomé mi desayuno y caminé a mi refugio y cueva, en donde comí mi desayuno por incercia, no tenía apetito. Malcom entró a los minutos después de terminar, y no traía buena cara.

-Habla.- Dijo serio.

-¿Qué quieres que diga?- Pregunté. -Ya te dije todo lo que podía decir.-

-Ya lo sé, pero esto no se trata de ti, piensa en tus padres y lo que significa para ello esta fiesta, y para que decir a la familia Grace, si a mi me duele estar tanto tiempo separado de ti, no me imagino lo que significa vivir alejado de tu familia desde hace casi 20 años. No seas egoísta.-

Maldito Malcom que siempre tienes razón, no puedo pensar sólo en mi, Neptuno está alejado de su familia, mamá podría terminar sus problemas con él y lo único que me importa es mi estúpido orgullo herido.

-Tienes razón.-

-Suelo tenerla.-

-Bájale un poco al ego.- Dije con una sonrisa apagada. -Ya convivo con dos de esos.-

-¿Dos? Yo pensaba que era sólo uno.-

-Tres en realidad: Jason, Leo y Percy.-

-Hablando de cierta persona.- Dijo con una sonrisa pícara. -¿Cómo está mi querido cuñado?- Genial Malcom, otro problema que tengo que resolver.

-¿Quieres la verdad?-

-¿Qué pasó?-

-No tengo idea, pero estamos cada vez peor, cada vez que nos vemos terminamos enfadados, incluso si ambos nos esforzamos porque eso no pase.-

-Se les acabó la luna de miel.- Asentí. -¿Y qué harás?-

-No sé.-

-Como yo lo veo te está haciendo mal, ¿me equivoco?- Negué con la cabeza. -¿Por qué no se dan un tiempo? Puede que sea lo mejor.-

-No Malcom, yo lo amo.- Dije ya al borde de las lágrimas, sobre todo porque yo también lo consideré en un momento.

-Ya lo sé, pero si tú lo amas y él te ama, como sé que pasa, no deberían hacerse daño.-