¿Será...? (Fanfic Percabeth) (En Edición 54/89)

Capítulo 39

Annabeth PoV:

Luego de despedir a Malcom y volver a casa, me encontré a todos en la cocina, al parecer despertaron hacia poco, porque los Grace estaban con leche y cereal en las manos, cuando los vi ahí, no me pude contener, los enanos estaban más cerca de la puerta que todos, así que ellos serán me presa.

Me acerqué lentamente y grité con todas mis fuerzas, al parecer funcionó, porque todos voltearon a verme con una cara épica, yo no podía parar de reír, y lo más gracioso, es que tres de ellos querían ver una película de terror anoche.

-Ja ja ja, que gracioso.- Jason fue el primero en hablar luego de que mi risa bajara un poco para ir a abrazar a Matt, Bobby no me lo permite. -¿Esas son formas de llegar a casa?-

-Es mi casa.- Respondí aún con una sonrisa, -Y tu sobre todo no puedes protestar.-

-¿Dónde has estado Annabeth?- Preguntaron mis hermanitos.

-Por ahí con Malcom.- No les habría dicho jamás que fuimos al lago, ese es un secreto de mi familia.

-¿Y sin avisar siquiera?- Reclamó Thalia.

-Si les dije, bueno, a Jason al menos.- Dije soltando a Matt y comencé a buscar mi evidencia.

-Yo no recuerdo que lo hayas hecho.- Respondió el rubio.

-Escucha.- Les mostré mi grabación, demostrando lo útil que es tener pruebas, y viendo como la cara de mi amigo se ponía roja como un tomate. -¿Alguna duda?-

-No, ninguna.- Respondió rápidamente Jason.

-Si eso esta bien.- Dijo Bobby. -Pero Thalia quiere que comamos cereales, por favor Annie, no nos mates de hambre.- Solté una carcajada.

-Esta bien.- Comencé a prepararles alguna tostadas. -¿Hace cuánto están despiertos?- Pregunté.

-Hace media hora, creo.- Respondió Percy. Mi novio, sé que ya lo dije antes, pero jamás me cansaré de repetirlo.

-Annabeth, ¿sabías que Percy es un idiota?- Preguntó Bobby, lo fulmine con la mirada, y el susodicho estaba colorado.

-Bob, recuerda lo que hablamos.-

-Pero es qué...- Trató de continuar, al parecer me teme mucho, porque sólo una mirada severa por mi parte y se calló.

-¿Por que no van a poner la mesa?- Pregunté, ellos asintieron. -Y llévense a Thals y Jason.-

Cuando los cuatro salieron de la cocina, me acerqué a Percy que aún estaba incómodo.

-Dímelo.- Me miró confundido. -¿Qué te pasó?-

-Nada, estoy bien.-

-No es cierto, cuéntame, puedes confiar en mí.-

-De verdad Annie, no es nada, ya pasó.-

-Primero, si me dices Annie de nuevo me enfadaré, segundo, si ya pasó, entonces había algo, ¿qué era?-

-Odio que seas así.- Dijo y al ver mi cara de confusión agregó. -Tan lista.-

Solté una carcajada. -Gracias, pero no me desvíes el tema.-

-La verdad es que me siento como un extraño cerca de ti, es decir, sé que tu me quieres y eso es lo que importa, pero tu entorno es...-

-Diferente.- Concluí. -Créeme Percy, es normal que te sientas así, sobre todo si los enanos no se comportan, pero si te ayuda un poco, los voy a sobornar hasta que se den cuenta de que no están siendo amenazados.-

-¿Creen que los amenazo? ¿Es qué sentido?-

-Todos a mi alrededor son en su mayoría hombres, excepto Thalia, entonces se sienten autoritarios y creen que ahora que tengo novio ocuparé todo mi tiempo en ti, y mientras no se den cuenta de que eso no pasará, te van a criticar y a intimidar. Ellos a toda costa querrán que te vayas. No puedes permitirlo.- Dije firme.

-Entendido, pero tienen razón, en parte al menos.-

-Por ejemplo.-

-Cuando dijeron que no entendían como es que tú, la chica más linda e inteligente de la escuela se fijó en mí, un completo idiota.-

¿Que me gustaba de él? ¿Cómo tiene duda de eso? Me gusta todo de él, es guapo, atlético, y muy amable, cariñoso tierno y... creo que me desvíe.

-¿Eso que les importa a ellos? Es mi vida y mis decisiones.-

-A mi me importa Annabeth.-

Eso es un pase libre para desviarme.

-Es bien, de ti me gusta todo. Tu forma de ser, eres muy amable, cariñoso, divertido, guapo. - Al parecer lo estaba logrando, porque comenzó a sonreír. -Percy, estoy segura que a tu lado voy a ser muy feliz. Lo demás no importa, ¿si?- Dicho esto, lo besé, un beso cargado de todo lo que le dije recién, cargado de cariño y de afecto, un beso que me dejara claro que significa para mí.

Percy PoV:

Si antes me sentía feliz, ahora estoy extasiado, me cuesta creer lo que Annabeth acaba de decir, ¿de verdad piensa todo eso de mi? Al parecer tiene una mejor imagen de mi mismo que yo.

Cuando ella terminó de hablar, era mi turno, pero no tenía palabras para expresarme, pero me besó y traté de expresarme mi agradecimiento en aquel beso.

Agradezco a los dioses que haya sacados a los espectadores de la cocina, sobre todo a los niños, Annabeth Chase es mía, y no pensaba compartirla en un largo tiempo al menos.

Se escuchó un tos a un lado, lo que hizo que se alejara de mí, maldigo a quien sea que haya osado interrumpir. ¡Era su padre! ¿Cómo fui tan estúpido? Su padre y madrastra eran los únicos que aún no veía esta mañana, las únicas personas que podían entrar sin tener idea de que ocurría. ¡Idiota!

-Buenos días chicos, ¿cómo están? Veo que bien, pero díganme ustedes.- Vi de reojo como la cara de Annie estaba completamente roja, no me extrañaría que yo esté igual.

-Buenos días, señor Chase. ¿Ha tenido un buen día?- Saludé y extendí mi mano para que la estrechara.

-La verdad es que si, serían mejores si no hubiera entrado a la cocina en ese momento, pero dejemos el pasado en el pasado.-

-¡Papá!- Gritó mi novia, digo Annabeth, en presencia de su padre hasta en mi cabeza debo ser discreto, Jason dice que los padres de las novias leen la mente, al igual que las madres de los novios, es espeluznante.

-Esta bien Annie, deja que me divierta un rato, mira su cara, cuando volveré a tener oportunidad de verla.- Dijo el señor Chase apuntándome.

-¿Podrías? Por favor.- Rogó su hija.

-Tú ganas. Pero yo también quiero comer algo.- Dijo saliendo de la cocina.

-¡Es un hecho!- Gritó Annabeth en respuesta.

-¿Se estaba burlando?- Pregunté.

-Si, pero no te preocupes, lo hace con todos y en cada momento, de todas formas, hay que tener cuidado.-

-Secundo la noción.-

-Percy, es moción, no noción.-

-Es lo mismo, la cosa es que se entienda.- Ella soltó una carcajada y se dispuso a prepararnos algo de comida que se come.