¿Será...? (Fanfic Percabeth) (En Edición 54/89)

Capítulo 33

Annabeth PoV:

-¿Me permite esta pieza?- Preguntó cortés y ofreciéndome su mano.

-Con mucho placer.- Sonreí y la acepté. Cuando estuve más cerca de él le dije. -Ten cuidado, creo que me voy a caer.-

-Eso jamás lo permitiré.-

Me dirigió con mucho cuidado hacia el círculo en la pista de baile que habían dejado para nosotros, puso sus dos manos en la cintura y yo rodee su cuello con las mías, creo que no es algo para ignorar las mariposas en mi estómago, que comenzaron cuando tomó mi cintura.

Comenzamos a bailar, poco a poco los demás se nos unían, creo que vi a Jason bailar con Piper ahí atrás.

-¿Cómo te sientes?- Preguntó Percy adueñándose de mi atención.

-Feliz, ¿Y tú?-

-Extasiado, ¿es normal sentirme así?-

-Supongo, pero sólo con ciertas personas.-

-¿Entonces puedo suponer que tú estás igual?- Asentí. -¿Cómo es eso posible?-

-¿Qué cosa?- Pregunté extrañada.

-Que estés feliz conmigo, digo, por el chico que vino contigo.-

-¿Quién Malcom?-

-No se su nombre, pero el chico que fue por ti ayer a mi casa.-

-Se llama Malcom, y no debes preocuparte por él.-

-Yo creo que si, pasas mucho tiempo con él y te vi abrazándolo.-

-¿Detecto celos señor Jackson?- Pregunté divertida.

-Tal vez.- Dijo mirando al piso. -Es decir, quién no se pondría celoso si ve a la chica que le gusta con otro hombre.- Me sonroje.

-¿Qué acabas de decir?-

-He dicho, que me gustas Annabeth, desde hace mucho tiempo.- Sonreí.

-Pues no debes preocuparte por él, Percy, Malcom es mi hermano.-

-¿De verdad?- Asentí. -Entonces lo lamento.-

-¿Por qué?-

-Por parecer un tonto celoso, listilla.- Solté una pequeña risa.

-No importará si eres mi tonto celoso, sesos de alga.-

Me miró a los ojos, con ese color verde mar, estaban brillando, me imagino que los míos estarán igual, o al menos eso espero. Luego desvió su vista hasta mis labios, lo que me hizo ver los suyos, sé que este es un lugar repleto de personas, pero no me importó ninguna de ellas, lo único que me importaba era Percy. Sólo él existía para mí en estos momentos.

Comenzó a acercarse a mí con su vista aún en mis labios, cuando estábamos sólo a centímetros de besarnos, volvió a mirarme a los ojos como pidiendo permiso, asentí lentamente, para que sólo el se de cuenta, al parecer sirvió, porque me besó.

Por fin me besó y era un sentimiento indescriptible el que sentí en ese momento. Nuestros labios se movían en perfecta sincronía, como si estuvieran hechos el uno para el otro.

Me sentía en las nubes, de no ser porque todos a nuestro alrededor comenzaron a aplaudir, me separé de él y escondí mi cabeza en su pecho, pude oír como gritó.

- Oh vamos, ¿qué no hay privacidad?-

-Percy, estamos en un baile, y muchos nos miraban, somos los Reyes.- Susurré.

-¿Saben qué?, olvídenlo.- Escuché cómo muchos rieron ante su comentario.

-Annabeth, ya puedes salir, todos están bailando otra vez.- Negué.

-No lo haré aún.-

-¿Por qué no? ¿Te quedarás ahí atrayendo las miradas de todos?-

-No digas eso, pero aún no quiero salir.-

-¿Por qué?- Volví a negar, sentí como una de sus manos salió de mi espalda y subió a mi mentón levantando mi cabeza.

-¿Me dirás que te pasa?- Dijo mirándome a los ojos.

-Mira mi cara, está roja.- Soltó una carcajada.

-¿Es una broma verdad?-

-Para nada, mi cara esta roja.-

-No me importa.- Dijo juntando nuestras frentes. -Adoro que tu cara se torne roja.-

-Pues yo lo odio.-

-Ya terminó la canción que debíamos bailar, ¿quieres ir a respirar aire fresco?-

-De acuerdo.- Dije.

Me tomó de la cintura con una mano y me guió con mucha delicadeza hasta la puerta del gimnasio donde soltó mi cintura y tomó mi mano.

-¿A dónde vamos?- Pregunté.

-Es una sorpresa.-

-Pero...- No me dejó terminar porque puso uno de sus dedos sobre mi boca, contuve el impulso de besar su dedo.

-¿Qué te parece si cierras los ojos?- Dijo y los cerré. -Sólo confía en mí.-

Me guió por los pasillo a quien sabe dónde, yo sólo me concentraba en mantener los ojos cerrados, en más de una ocasión me dió algo parecido al un ataque de pánico y casi abro los ojos, pero los tape con mi mano antes de abrirlos.

Sentí que salimos de la escuela porque sentí frío en todas partes de mi cuerpo, pero no duró mucho porque en menos de dos minutos ya entramos a otro lugar, que dudo que sean los pasillos de la escuela.

-Abre los ojos.- Dijo. Cuando los abrí pude ver la piscina.

-Es hermoso Percy, ¿pero por qué me trajiste aquí?-

-¿Recuerdas que hace dos días vinimos aquí y casi te beso de no ser por ese estúpido pájaro?- Asentí.

-El mismo día que caí a la piscina por el estúpido pájaro.-

-Exacto, ese día dijiste que te agradaba estar aquí porque te traía paz. Entonces cuando dijiste en el gimnasio que querías alejarte de todo el mundo se me ocurrió venir acá.- Comenzó a acercarse a mí y dijo con voz más despacio. -Y terminar lo que comenzamos ese día, claro si estás de acuerdo.- Asentí.

Sólo eso fue suficiente para que volviera a besarme, esta vez el beso esta cargado de cariño, como si no necesitáramos palabras para expresar lo que sentimos el uno por el otro, abrí mi boca, dejando que su lengua comenzara a explorar y comenzar una batalla que dejé que ganara sólo para disfrutar este momento al máximo. Nos separamos por falta de aire y juntamos nuestras frentes.

-¿Will te besó tan bien como yo?- Preguntó y yo solté una carcajada enorme.

-Eres muy bueno para arruinar momentos.-

-Tal vez, pero aún no respondes a mi pregunta.-

-Eres el mejor del mundo, nadie lograría superarte. Pero no por eso debes mostrarle a todo el mundo.- Fue su turno de reír.

-No te preocupes Annie, yo tengo sólo una dueña, tú.- Sonreí.

-Lograste devolver el ambiente.-

-Si, y tú lo arruinaste.- Ambos reímos. -Annabeth Chase, ¿Me harías el honor de ser mi única y consentida novia?-

-Por supuesto sesos de alga.- Sonreí y lo besé para sellar nuestra promesa.