Capítulo 61

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Jason PoV:

Hoy por la mañana no podía abrir los ojos, me duele mucho la cabeza, siendo bien sincero, no recuerdo muy bien lo que pasó ayer, sólo recuerdo algo sobre Piper y un sueño que tuve sobre ella donde estaba llorando, si es por mi culpa, no querrá hablarme de nuevo.

Sentí a alguien entrar en mi habitación, no me molesté en mirar, sabía que si era importante hablaría, a menos que sea Annabeth. Cuando tengo resaca ella viene, cuida de mi, me alimenta y logra que se me pase el dolor de cabeza en una hora máximo, y sin decir una palabra, lo cual le agradezco mucho, no sabría responder a nada de lo que me tengan que decir.

Afortunadamente, si era Annie, aún con las cortinas cerradas y luces apagadas, me puso un palo húmedo frío en la cabeza, supongo que para que ya no me duela. También me dió una pastilla.

Como a los 5 minutos de tomármela, se abrió nuevamente la puerta, esta vez si abrí los ojos, y me topé con Annabeth con una bandeja en las manos, Thalia venía detrás de ella, ambas con una sonrisa en la cara. Pero si ellas estaban fuera, ¿quien me ha estado acompañando?

Me levanté de golpe, lo que me provocó un fuerte dolor de cabeza y un gran mareo.

-Recuestate Jason, no es buena idea que te levantes.- Dijo una voz muy conocida a mi espalda, esa voz que creo que pertenece a alguien a quien yo amo desde hace tiempo, y efectivamente, me di la vuelta y Piper estaba con mirándome con cara preocupada.

No lo podía creer, ¿qué diablos hace ella aquí? ¿No estaba enfadada conmigo? Mire a las chicas que acababan de llegar, ellas sólo agrandaron sus sonrisas, dejaron la bandeja y salieron sin decir una sola palabra.

Piper en cambio, tomó la bandeja y se acercó a mi nuevamente.

-Debes comer a- Dijo. -Te hará bien.-

-Perdona que pregunte, pero ¿qué haces aquí?-

-Annabeth me dijo por qué querías que nos fuéramos ayer, y vine a decir que no estoy de acuerdo con que pienses así, te guste o no, jamás te voy a dejar sólo cuando me necesites.-

-¿Por qué?- Pregunté con algo de esperanza.

Ella se sonrojo un poco. -No tienes que saberlo.-

-Piper, sin ofender, pero estás en mi casa y mi habitacion, ¿y no quieres decirme la razón de tu visita? No sé tú, pero yo creo que es descortes.-

-Eso no te lo puedo decir.-

-¿Por?-

-Es mi decreto mejor guardado.- Era obvio que debía usar otros métodos con ella.

-Genial. Puedes decirle a Annabeth o a Thalia que suba, me gusta saber qué quieren las personas con las que estoy alrededor.-

-¡Me gustas Jason!- Al parecer la irrité mucho. -Esa es la razón por la que estoy aquí, pero si no quieres mi compañía me iré ahora.-

Se paró y comenzó a caminar hacia la puerta, me paré rápidamente, la agarré de la cintura y le di la vuelta delicadamente. Al parecer se puso nerviosa, porque comenzó a respirar irregularmente.

Puse mi mano en su barbilla levantándola para obligarla a que me mire a los ojos y le susurre. -Si crees que después de decirme eso te dejaré ir tan fácil estas muy equivocada.-

-¿A qué te refieres?- Preguntó con la voz temblorosa, seguramente por los nervios.

-A esto.- Respondí y la besé muy lentamente.

¡Al fin! Por fin tuve las agallas suficientes para besarla, no sé cómo me había tardado tanto, es la sensación más increíble de la vida, antes había besado a otras chicas, pero nunca comoa a ella, Piper es inalcanzable.

Ella enrollo sus manos en mi cuello, jugando con mi cabello y acercandome más hacia si. Yo con una mano le sostenía la barbilla y con la otra la abrazaba de la cintura.

Era el momento más increíble de mi vida.

Lamentablemente se tuvo que acabar por algo que se llama "aire" y justo en ese momento decidió volverse indispensable.

Cuando abrí los ojos, vi que ella tenía los suyos aún cerrados y una sonrisa alumbraba su rostro. Una sonrisa de verdadera felicidad, y lo más increíble es que yo la había logrado, ese pensamiento puso una en mi rostro también.

-Gracias por cerrarme la boca.- Dijo ella.

-Gracias a ti por darme motivos.- Seguía acariciando su barbilla cuando me arme de valor nuevamente y le pregunté. -¿Quieres ser mi novia Piper?-

Ella levantó su vista sorprendida, creí que había hecho mal en preguntar hasta que sonrió, me tomó de la mano y me llevo de vuelta a la cama.

-Sólo si te cuidas tan bien como lo hice yo.- Reí un poco, lo cual no fue buena idea porque aún dolía algo mi cabeza.

-¿Qué te hace pensar que gritarle a alguien con resaca es un buen cuidado?- Pregunté divertido.

-Suposiciones.-

-¿Y qué me dices?-

-Claro que si, ¿tenías alguna duda?-

-Siendo sincero, muchas.-

-Ya no las tengas, yo soy tuya y tu eres mío, y ya nada lo podrá cambiar.-

-No tienes idea lo mucho que me alegra escuchar eso. ¿Me das el café? A Annie le queda delicioso, ¿quieres un poco?- Le ofrecí cuando me pasó la taza.

-No gracias, me dió un poco cuando llegué.-

Luego de que comiera, ella puso mi cabeza en sus piernas y comenzó a acariciarla.

-Descansa.- Dijo. -Lo necesitas.- 

No tuvo que decirlo dos veces, me acomodé en su regazo y me dormí en menos de 5 minutos.

Annabeth PoV:

-¿Crees que hice mal en llamarla?- Pregunté. 

Estoy con Thalia y Percy hablando, hace más de 10 minutos que fui a dejarle el desayuno a mi amigo, y aún no estoy convencida de que hice bien, estoy tratando de convencerlos para que logren convencerme de que no estoy mal, y de que todo se arreglará.

-Annabeth.- Dijo Percy, sorprendentemente. -Ellos se quieren mucho, y sólo necesitaban el empujón que tú les diste, podría apostar mi mesada a que resolverán sus problemas y vendrán a agradecerte de rodillas.- 

-Más les vale.- Completó Thalia.

-¿Por?- Pregunté. 

-Te tomaste muchas molestias por ellos, y aunque sea mi hermano, más de las que merecía. Sólo él se emborracha por una ducha sin importancia.- Es Thalia, no puedo recriminarle mucho, ella es crítica con todo el mundo, en especial con sus más cercanos, soy la única que se salva de sus críticas, Jason dice que es porque cree que soy la niña perfecta.

-Yo opino que debes despejar tu mente para aceptar todo esto.- Propuso Percy.

-¿Qué tienes en mente?- Preguntó Thals muy interesada en lo que sea que tiene que decir.

-Una vez Annabeth me dijo que los tres practicaron defensa personal de niños, ¿es cierto?- Sinceramente lo había olvidado, no creí que le importara tanto.

-Si.- Respondió ella. -¿Pero eso qué tiene que ver con todo esto?-

-Podría practicarlo un rato, quiero ver si puedo vencerla.- Ahora entiendo por qué no lo olvidó.

-Acepto el reto.- Dije. -Thals sabe que no me podrás vencer.- Sonreí maliciosamente y comencé a caminar al jardín.

¿Será...? (Fanfic Percabeth) (En Edición 54/89)Onde histórias criam vida. Descubra agora