Christopher Wells nunca pensó que April Jones quien es su mejor amiga, se volvería algo más para él. Luego de su "incidente" su amistad ya no volverá ser igual ¿o sí?
Melanie Wells nunca pensó que aquel chico quien ha sido su compañero de clases po...
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Este capítulo esta unido con el capítulo 33 , en el siguiente capítulo explicaré el por qué de este cambio.
¡Gracias!
Melanie.
Mi despertaron sonó hace más de quince minutos y yo aún estaba acosta en mi cama, acurrucada chateando con mi novio. Parecía una loca enamorada mirando la pantalla, hoy cumplimos tres meses de estar juntos y debo admitir que no esperaba que duráramos hasta este punto, nos la hemos pasado muy bien juntos, ambos hemos estado de acuerdo en mantener nuestra relación en secreto más que nada por el bien de James porque mi hermano mayor se podría como un loco y no quiero imaginar que es lo que pueda hacerle a mi novio.
<<Repítetelo hasta que te lo creas. >>
Melanie:
¿Le preguntaste a tu abuela si es que puedo ir hoy a tu casa?
James:
No tengo porque preguntarle, eres mi novia no una desconocida.
No puedo evitar sonreír, me fascina oírlo y leerle llamarme de esa manera.
Melanie:
¡James!
James:
Ok, ok, anoche le avise que vendrías.
Melanie:
¡Perfecto! Por cierto hoy cumplimos tres meses estando juntos, ¿puedes creerlo?
James:
No.
Ruedo los ojos y bloqueo el móvil dejándolo sobre la mesita de noche. Se dará cuenta que le dije en visto y se estará torturando que es lo que hizo mal.
<<¡Que viva el amor!>>
Decido levantarme y tomo un par de toallas para ir a ducharme, entro al baño y me deshago de pijama dejándolo caer al suelo. Dejo el agua caer de la ducha y me meto para bañarme olvidándome de lo cortarte que fue James con su último mensaje.
Minutos después salgo de la ducha envolviendo mi cuerpo mojado en una toalla, me seco el cabello y luego vuelvo a mi habitación secando bien mi cuerpo antes de ponerme mi ropa interior.
Opte por ponerme unos vaqueros ajustados, rasgados en las rodillas con un bordado azul marino y un top verde con un bordado de sol en medio.
―¿Melanie?―Preguntó mi madre desde el otro lado de la puerta.
―¡Pasa mamá!―Grité, mientras me colocaba mis zapatillas.
Mi madre abre la puerta y se apoya contra el umbral de esta, parece feliz.―Tu padre y yo ya desayunamos, no quisimos despertarte.
