Christopher Wells nunca pensó que April Jones quien es su mejor amiga, se volvería algo más para él. Luego de su "incidente" su amistad ya no volverá ser igual ¿o sí?
Melanie Wells nunca pensó que aquel chico quien ha sido su compañero de clases po...
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April Jones.
21 de Diciembre del presente año.
― ¡Eres la novia más guapa que he visto!― Exclamó mi mejor amiga.
Me miro por el espejo de cuerpo completo y sonrío al ver como que he quedado. El vestido sin duda quedaba perfecto en mí y a pesar que di a luz hace menos de un mes, lucia perfecta y los pocos kilos que subí durante el embarazo ni siquiera eran notorios.
― Sin duda mi hermano va emocionarse al verte vestida de novia.― Dijo Melanie, mi suegra estaba cargando a mi hija en sus brazos meciéndola mientras duerme.― Nosotras ya nos vamos, nos vemos en la iglesia.― Yo asiento y le doy un beso en la frente a mi hija a penas Melanie la acostó en su coche, luego todas se retiraron de la habitación dejándome a solas.
Suelto todo el aire que no sabía que estaba conteniendo, aun no puedo creer que vaya a casarme con el amor de mi vida, con el que el chico que he compartido durante toda mi infancia y adolescencia.
Me retoco el maquillaje y me pongo el velo, mi peinado consiste en un moño alto bailarina, mi abuela me dijo que es más elegante y sencillo y no se equivocó. Además encaja a la perfección con mi vestido.
Nerviosa camino de un lado a otro por la habitación, de pronto comenzó a dolerle el estómago de los estúpidos nervios.
― ¿Puedo pasar?― Oí la voz de mi padre desde el otro lado de la puerta.
― Sí, adelante papá.― Respondí y él entra, se quedó parado ahí en la puerta aun con su mano en el pomo de esta mirándome de pies a cabeza como si no pudiera creer que era yo.― ¿Q-qué?― Solté una risita nerviosa.
― Te ves preciosa, hija.― Cerró la puerta y se acerca a mi tomándome de las manos.― Nunca creí que llegaría este día.― Una sonrisa de boca cerrada se curvo en sus labios.― Pero sé que vas hacer muy feliz con Christopher, las dos.― Dijo refiriéndose a mí y a su nieta.
― Yo estoy segura que así será, papá.― Sus ojos se llenaron de lágrimas y eso me hace querer llorar.― Papá...
― Siempre fuimos los dos, tú fuiste la única razón por la que seguí adelante, me saltaba las clases de la universidad para ir a tus obras en el jardín de infantes y en el trabajo corría cuando te enfermabas.― Una sonrisa triste pero llena de recuerdos se formó en mi rostro.― Te gustaba que te llevara al acuario y me decías que querías nadar con los pececitos, cuando llegaba de clases, corrías abrazarme, cuando llegaba del trabajo también y me decías lo mucho que me extrañabas.― Solté un sollozo, una lágrima se deslizó por la mejilla de mi padre.― ¿Qué hubiera hecho yo sin ti, princesa?
― S-supongo que seguir adelante...― Él se ríe.
― Eres el motor que necesitaba para seguir, te amo con todo mi corazón hija mía.― Con cuidado me estrecha en sus brazos e intento no llorar para no arruinar el maquillaje.― Me siento orgulloso de ti y mi nieta va a sentirse afortunada de tenerte a ti como su madre.
