Capítulo 40.

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Desicada a @ThomasHemmo

Desicada a @ThomasHemmo

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Christopher.

Cuando por fin me despierto son las once de la mañana, no recuerdo cuando fue la última vez que dormí hasta tan tarde. Miro April quien duerme tranquilamente a mi lado, le doy un beso en la frente y me dirijo al baño.

Me doy una ducha de unos quince minutos y vuelvo a la habitación, April ya estaba en pie buscando ropa limpia en su armario.

―¿Ya le avisaste a Jared?―Preguntó, mientras busca algo que ponerse.

―Sí, pasara por Melanie y nos juntaremos en el centro comercial.―Respondí, me siento en el borde de la cama mientras que ella selecciono por fin un vestido color violeta.―¿Vas a ponerte eso?

―¿Algún problema?―Ella se gira a mi dirección enseñándome su crecido vientre.―Es uno de mis vestidos favoritos.―Dice, haciendo un puchero.

―Yo no he dicho lo contario, sólo es que ese vestido es muy...escotado.―Ella rueda los ojos, sus pechos han crecido como no nunca y me molesta que algunos de mis amigos se le queden viendo como imbéciles embobados.

―Me lo pondré te guste o no.―Dijo, se acerca a mi dándome un corto beso en los labios y se va al baño dejándome solo en la habitación.

―Estaré abajo.―Le informo y bajo, me encuentro con mi padrino hablando por teléfono. Parece un poco agobiado.―¿Padrino?―Él se gira hacia a mi, luce pálido.―¿Esta todo bien?―Colgó y dejó su móvil sobre la mesa.

―¿April sigue dormida?―Fruncí el ceño.

―No, ella se está duchando y bajara enseguida.―Digo a lo que él lleva una mano a su cabeza caminando en dirección a la sala.―¿Sucede algo?

―La madre de April ha vuelto.―Murmuró.―Quiere verla y hablar con ella.

¿Qué?

―No dejaré que ella la vea.―Suelto.―No voy a permitir que sufra con la llegada de esa mujer.

―Estoy de acuerdo contigo, pero Alice no tardara en dar con ella.

―¿Ella está aquí?―Ambos nos giramos encontrándonos con April, ese vestido violeta le quedaba a la perfección y hacia lucir su embarazo.―Papá, ya no soy un niña así que esta vez por favor no me mientas.

―Sí, Alice está en la ciudad y quiere verte.―Ella retrocede sin poder creer lo que está escuchando.―Quiere hablar contigo, hija.

―¿D-dónde está?―Me paro a su lado cogiéndole de la mano.―¡¿Dónde esta esa mujer!?

―April.―La detengo.

―No lo sé, hija.―Mi padrino parece afectado, siento la mano de mi novia apretarse contra la mía.―Yo no quiero que la veas.

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