Epílogo

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CUATRO AÑOS DESPUES....

You fix your make up, just so
Guess you don't know, that you're beautiful
Try on every dress that you own
You were fine in my eyes a half hour ago

And if your mirror won't make it any clearer I'll
Be the one to let you know

Out of all of the girls
You're my one and only girl
Ain't nobody in the world tonight

All of the stars, you make them shine like they were ours
Ain't nobody in the world but you and I
You and I
Ain't nobody in the world but you

You stop the room when we walk in
Spotlight's on everybody's staring
Tell all of these boys they're wasting their time
Stop standing in line, 'cause you're all mine

—Espera—susurró una mujer mientras veía a la pequeña niña de ojos marrones que estaba pegada a su cuerpo—Es aquí...—dijo Lauren mientras tomaba el pequeño dedo y lo guiaba a la tecla del piano correcta.

—¿Así mamá? —preguntó la niña viéndola interrogante con sus ojos llenos de esperanza mientras el sonido de la nota del piano salía perfecto haciendo sonreír a Lauren.

—Eso es perfecto bebé—susurró Lauren besándole la cabeza dulcemente. Y la niña le sonrió radiante—. Eres mucho mejor que yo.

—No—dijo negando con su cabeza y riendo viendo a su mamá—. Tú eres famosa y tocas el piano frente a mucha gente. Mi mami Camila dice que eres la mejor.

—Para mí la mejor pianista eres tu hija—dijo Lauren apretando dulcemente la punta de la nariz de su hija de tres años mientras suspiraba.

Los ojos marrones de su hija brillaron mientras la abrazaba fuertemente contra su pecho y cerraba los ojos. Sentir el calor de su hija era como sentir a Camila. Era tan idénticas en muchos aspectos. El cómo su hija arrugaba la nariz cuando reía, el cómo ponía la lengua entre sus dientes divertida. El como hacía que su corazón se acelerara con verla a los ojos.

Su corazón vibró ante la apreciación de su vida y de lo mucho que había cambiado con los años. Sus manos acariciaron dulcemente la espalda de su hijita mientras suspiraba.

—¿Cuándo regresa mi mamá? —preguntó Elizabeth a Lauren que se separó de su abrazo un momento.

—¿Ya te aburriste estando conmigo en dos semanas? —preguntó Lauren haciendo una mueca—. Yo soy mucho más divertida que ella.

—Quiero mi historia de princesas—susurró Lizzie viendo a Lauren tiernamente—. Mi mami estaba leyendo la historia.

—Yo no puedo narrar las historias como Camila pero puedo cantarte antes de dormir—Lizzie sonrió pero en sus ojos se notaba lo mucho que extrañaba a Camila y Lauren se sintió nostálgica.

Camila estaba en promoción de su nuevo libro "Letras de Amor", un libro que hablaba de su historia juntas y que había tenido mucho éxito. Su viaje había durado tres semanas de los cuales esa semana en la que se encontraban era la última. Lauren suspiró pensando en lo mucho que la extrañaba cuando estaba de viaje de gira o cuando Camila hacia alguna promoción de su libro. Lauren era la que más viajaba debido a las promociones y Camila era la que pasaba tiempo con Elizabeth.

Últimamente Lauren estaba pensando muy seriamente lo que pasaba en su vida y el rumbo que debería de tomar para dejar de viajara tanto. Extrañaba exageradamente a Camila y a su hija cuando se iba por tan largos periodos de tiempo. Antes de tener a Lizzie era más fácil porque Camila la acompañaba a sus viajes; pero ahora Lizzie tenía una vida, iba al kinder y necesitaba estabilidad.

Muchas veces las personas deben tomar decisiones importantes. La vida daba muchas vueltas y la niña que Lauren tenía entre sus brazos era todo su mundo. Lauren suspiró sentando a Elizabeth sobre sus piernas mientras ponía las manos sobre las teclas del piano y las pequeñas manos de su hija cubrían las de ella.

Amanecer en Vancouver (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora